Un hombre de 39 años fue asesinado en Moreno de un disparo en el pecho por un grupo de delincuentes que quisieron robarle la moto. Todo ocurrió adelante de la novia de
Hernán Albano Cocchiarella fue abordado por motochorros en la esquina de Belisario Roldán y La Piedad, en la localidad de la La Reja. Volvía de su trabajo como empleado del peaje, junto a su pareja.
Cocchiarella iba en una moto Yamaha tipo cross 150 cc, cuando fue abordado por los motochorros, que se movilizaban en una Honda Falcon de acuerdo a la información recogida por el portal Primer Plano.
Según consigna dicho portal, el ataque ocurrió cuando el hombre ya estaba entregando la moto a los ladrones. “Sin mediar palabras le dispararon a quemarropa y se llevaron la moto. Su pareja quedó en estado de shock y es quien alcanza a pedir ayuda al 911”, afirmaron fuentes policiales.
Cocchiarella era padre de una nena de 8 años y trabajaba en la Autopista del Oeste. Vivía en la zona de Paso del Rey.
“Quienes tuvimos la suerte de conocer a Albano lo vamos a recordar a una persona maravillosa, que supo sobreponerse a muchos duros golpes que le dio la vida. Siempre va a estar presente en nuestros recuerdos. Miraba hacia el futuro, con muchos proyectos por delante”, lo despidieron en redes sociales.
Luciano, padre de la víctima, expresó todo su dolor por el crimen de Hernán: "Estamos tan inseguros en este país. No es sólo en Moreno. Esto es un desastre y la verdad que me arrancaron la vida".
El hombre también contó que a su hijo ya le habían robado una moto y por eso le había aconsejado que la vendiera.
"Esto es un paisaje de todos los días, algo hay que hacer. Se va en palabras todo el mundo y no hacen nada de nada", cuestionó el hombre de 75 años.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Luis Pontecorvo, de la Fiscalía Nº 3 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez.
El crimen es el tercer homicidio que ocurre en la zona del cementerio de Moreno en el último año, todos cometidos por motochorros. En marzo de 2022, Rolando Díaz (45) había sido asesinado en un intento de robo mientras esperaba el colectivo.
En noviembre, Mauro Prieto había sido asaltado mientras iba en su moto. Se había comprado su Gilera Smash (de 300 mil pesos) 96 horas antes. Lo quisieron asaltar en La Reja, Moreno. Prieto huyó, le dispararon, lo hirieron en un hombro, cayó y su cabeza golpeó con el asfalto. Murió. El peritaje confirmó que falleció por el balazo y no por el golpe posterior.
Este caso, junto al asesinato del empresario Pedro Blaquier mientras iba en su moto por la Panamericana, motivaron una masiva protesta de motociclistas frente a la Quinta de Olivos reclamando más seguridad.
"En el último año tuvimos más de cien Mauros. Los pibes (por los ladrones y asesinos) están jugados y te disparan porque no tienen nada para perder. Nosotros sí, y es nuestra vida", contó uno de los oradores, representante de las cerca de 100 agrupaciones de motos que participaron en el acto.
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