Es la protagonista del gran cisma político en Italia. Delgada, diminuta, ágil y simpática, la promotora de la revolución en la centroizquierda italiana. Elly Schlein, 37 años, ganó por sorpresa la puja
El triunfo fue además arrasador. En miles de kioskos de toda la península donde votaron miembros y simpatizantes del PD , muchos de los cuales habían renunciado al partido en desacuerdo con la línea política de los últimos años.
El domingo votaron un millón de personas por sorpresa y el responso de las urnas que se conoció en la madrugada del lunes otorgó el 53,8% a Ely y el 46,2% a Bonaccini.
A medida que llegaba la oleada de datos al cuartel general de la Schlein en un barrio de Roma, las cifras mostraban que la habían votado sobre todo en las ciudades: Roma, Milán, Bolonia, Turín, Génova, Nápoles y también en Sicilia.
El mapa de las cifras demuestra que la zona principal de expansión del Partido Democrático no son los barrios obreros o las regiones “rojas”, sino lo que ha sido bautizado como “la burguesía metropolitana”.
Se trata, sobre todo, de masas de clase media que aspiran a una renovación de la política y una perspectiva de centroizquierda. En Europa, la izquierda se identifica con la socialdemocracia, que afirma los cambios moderados y las reivindicaciones sociales desde la época del mismo Carlos Marx.
No es casual que las ideas socialdemócratas hayan nacido y expandido desde la misma Alemania, donde actualmente gobierna el SPD de Olaf Sholz, o España y Portugal, en manos de gobiernos socialistas.
De activista por la campaña de Obama a líder de la oposición italiana
Elly Schlein, nacida en Suiza e hija de un padre norteamericano y una madre italiana, ambos profesores universitarios, es ella misma una portadora de dar vida al “año cero” del Partido Democrático, que dijo adiós a votaciones internas de tres millones de simpatizantes en la época del católico Romano Prodi. Porque el millón que votó ahora es una cifra baja en relación a las tiempos de oro.
Elly se laureó en prestigiosas universidades y vivió en Estados Unidos donde fue activista en favor de la elección de Barak Obama como presidente.
Nacido de un acuerdo entre los restos del partido Comunista, que supo ser el más grande de Occidente, y del ala católica “democrática” cercana a la izquierda de la centrista Democracia Cristiana, que gobernó durante medio siglo a Italia, el Partido Democrática daba vueltas como bola sin manija en los últimos años, aferrándose a coaliciones en varios gobiernos y perdiendo millones de votos.
“La pequeña gran revolución que hemos hecho es un mandato claro para cambiar de verdad”, afirmó Schlein.
Sus planes son agrupar un creciente un consenso combatiendo la precariedad laboral, la desigualdad y la emergencia climática, tres grandes desafíos que volvió a enumerar durante el discurso de la victoria.
La sorpresa y el júbilo fueron más grandes porque pocos lo esperaban con tanta fe como la que demostró Elly. Durante su campaña prometió un giro a la izquierda e inaugurar la formación de un lenguaje fresco para movilizar a los jóvenes.
Su rival, Stefano Bonaccini, le ofreció toda su colaboración.
Schlein dijo que el gobierno de las derechas que encabeza Giorgia Meloni “desde ahora tiene con nosotros un problema”. El partido Democrático llegó extenuado a las elecciones parlamentarias del 25 de setiembre y cosechó el 17% de los votos frente a la mayoría aplastante de la centroderecha liderada por Giorgia Meloni.
Meloni le envió a Elly una afectuosa felicitación desde lo alto de su éxito político. Actualmente, la coalición di destra estáarriba al 48,2% de los votos. Su partido Hermanos de Italia ha subido al 31%, la Liga de Matteo Salvini al 8,36% y Forza Italia de Silvio Berlusconi al 7,4%.
El mandato de Giorgia y los suyos es de cinco años y el fortín de las derechas es indestructible actualmente. El partido Democrático reúne el 17,4%, el Movimiento 5 Estrellas el 17,5%. Son las dos fuerzas principales de la oposición, ambas de centro izquierda.
Además, la imagen de Meloni tiene una aceptación del 53% por parte de los italianos, mientras que su gobierno alcanza el 51%.
Elly Schlein tiene a su vez que organizar con retos inmediatos una oposición fuerte al gobierno conservador de Meloni y mostrar un mejor papel que su rival en el centro izquierda, el populista Movimiento 5 Estrellas cuyo líder es el ex primer ministro Giuseppe Conte.
“Tenemos un amplio mandato para cambiar en serio”, señaló Ely Schlein. ”Tenemos que tener la obsesión de responder al fenómeno del abstencionismo creciente de aquellos que no han participado, porque entre aquella personas están las clases más bajas con el riesgo de la marginalización", añadió.
Cuando Giorgia Meloni lanzó un “spot” en la que se presentaba como “Soy Giorgia, soy una mujer, una madre, cristiana”, Elly Schlein le respondió; “Soy una mujer. Amo a otra mujer y no soy madre pero no por soy menos mujer”.
Italia tiene ahora a dos mujeres jóvenes en el liderazgo político del país, como gobernante y jefe de la principal fuerza de oposición. Este es un hecho beneficioso para refrescar la política decadente que ha vivido en estos últimos años.
El Corriere della Sera, principal diario del país, escribió que “el signo de nuestro tiempo es la rebelión contra el establishment, el sistema y todo cuando es percibido como viejo”.
“Elly Schlein es una novedad y un experimento”, escribe el diario. “Si la gente percibe que detrás de ella están los de siembre, no será una novedad experimentada por mucho tiempo. Lo mismo ocurrirá si su fuerte carga asumirá un carácter ideológicamente distante de la realidad y se dirigirá al país como quiere que sea y no como es”, completó.
Todos esperan que Elly Schlein sea de nuevo una gran sorpresa, también como líder de la oposición y jefa de un partido en busca de una renovación que el país necesita como nunca, porque la democracia vive de estos grandes cambios, como lo fue también el de las derechas guiadas por Meloni.
Roma, corresponsal
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