Ola de calor: la drástica medida que decidieron algunas escuelas y que recuerda a otra época

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Marzo inició sumido en una ola de calor que se viene extendiendo desde febrero. El adelantamiento de las clases sumado a las elevadas temperaturas que también se cuelan en las aulas,

el código de vestimenta y la falta de ventilación configuran un escenario sofocante para los chicos. ¿Se puede estudiar con este calor? ¿El factor climático es un riesgo para la salud de la comunidad educativa ?

“Las escuelas en mi barrio no están dando clase. Los chicos salen descompuestos del calor”, explota Walter en Twitter. “Mandás a tus hijos a la escuela y te enterás de que ni siquiera funciona el ventilador del aula. El SAME está interviniendo por chicos que se desmayan”, tuitea Claudia. Las quejas de los padres se multiplican en las redes sociales. Muchos apuntan a la infraestructura: “En invierno van con frazadas y en verano se desmayan de calor”.

”En el aula de mi hijo, que va al Colegio Comercial en la Provincia de Buenos Aires, fueron muy pocos. Hasta el momento la mayoría está dejando a consideración de los padres si mandarlos o no. Solo un privado con subvención pública suspendió toda la semana”, le cuenta Darío a Clarín.

Dado el cambio climático, la anticipación de las clases genera problemáticas nuevas a las que varias escuelas están asistiendo en estos días. Ante este escenario, con imprevistos que deben ser gestionados por las autoridades, en el Instituto Luis A. Huergo decidieron implementar un esquema híbrido, es decir, un contexto virtual con actividades académicas.

“Vamos a dictar clases virtuales el miércoles y el jueves. Estamos revisando los classroom y organizando las clases y prácticas. El jueves a la noche, analizaremos el contexto del viernes. Dependerá de la condición del clima y de si tenemos luz porque todavía hay cortes en muchos barrios”, le confirma a Clarín Estela Domínguez Halpern, rectora de la institución educativa.

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Las clases comienzan más temprano y se cursa en más días de verano. Foto: Orlando Pelichotti
Las clases comienzan más temprano y se cursa en más días de verano. Foto: Orlando Pelichotti

¿Por qué? “La escuela es el encuentro social y esto es un tema de salud y de convivencia. Si hace 32 grados, en un aula de 32 alumnos junto a su docente, los ventiladores mueven el calor acumulado y lo intensifican con los cuerpos. De manera tal que si estás 80 minutos dentro del aula, el clima no favorece la atención ni la comprensión. De hecho, varios docentes y alumnos se sintieron mal a pesar de contar con ventiladores, y recibimos muchas consultas de padres para que se realicen recreos largos. Pero en un patio con sol, es imposible”, explica Domínguez Halpern.

Según pudo saber Clarín, hay varios colegios privados que están haciendo lo mismo que el Huergo. Por ejemplo, el Instituto Evangélico Americano y la Argentina Modelo. La medida recuerda a plena época de pandemia, cuando no se podía dictar clases presenciales por el Covid.

Desde el Ministerio de Educación de Ciudad dijeron a este medio que las clases no se van a suspender por el calor. ¿Por qué? “La educación en Ciudad es presencial. Las escuelas están preparadas. Todas las aulas están ventiladas con más de 25 mil ventiladores de techo. Enviamos una carta a las escuelas y a las familias con recomendaciones de salud ante la ola de calor. También, estamos reforzando la hidratación con 170.000 botellas de agua. Está previsto que los chicos puedan interrumpir la clase para hidratarse y que las clases de gimnasia se realicen en lugares frescos y con actividades recreativas, quedando a criterio de las autoridades de cada establecimiento”, explicaron ante la consulta de esta cronista.

"De nuestro lado estamos en comunicación permanente con las familias y con el personal docente y no docente de cada uno de los establecimientos, evaluando medidas para paliar el impacto del calor en estos días agobiantes que quedan", reforzó con un hilo en Twiter este lunes por la tarde la ministra Soledad Acuña, tras la consulta de Clarín a los voceros del Ministerio de Educación.

Horacio Rodríguez Larreta en el comienzo de clases, el 27 de febrero de 2023, junto a la ministra Soledad Acuña y el jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel.
Horacio Rodríguez Larreta en el comienzo de clases, el 27 de febrero de 2023, junto a la ministra Soledad Acuña y el jefe de Gabinete porteño Felipe Miguel.

La ventilación en las escuelas

Según pudo saber Clarín, en un Instituto de Enseñanza privado, los padres están juntando firmas para elevar un pedido: que instalen equipos de aire acondicionado en el Colegio. Por razones personales, prefieren resguardar el nombre de la institución.

“Ante esta ola de calor que estamos atravesando y sabiendo que existen algunas instalaciones sin ventilación suficiente, recordamos que el Reglamento de Instituciones Educativas de la provincia de Buenos Aires determina suspender las actividades cuando lo exijan factores climáticos, sanitarios, edilicios u otros que impliquen riesgos para el alumnado, personal docente y no docente o configuren una emergencia a nivel local, distrital o regional”, determina el comunicado que emitió el FUD de San Miguel el pasado 2 de marzo.

El padre de un adolescente, que prefiere reservar su identidad, dice que muchas escuelas porteñas hay problemas de ventilación. “Hay casos donde las cooperadoras compraron aires acondicionado, pero el Ministerio no siempre agiliza la instalación”, asegura.

Sin embargo, desde el Ministerio de Ciudad explicaron esta problemática. “Se debe analizar caso por caso. Hay escuelas que tienen aire acondicionado, otras que compraron aires usados que consumen mucha energía, lo cual imposibilita su instalación. Edesur no está colocando potenciadores para que las instalaciones eléctricas de la zona puedan soportar tantos aires prendidos al mismo tiempo”, detallan ante la pregunta de Clarín.

“El ventilador no es tan eficaz cuando la temperatura supera los 35 grados. El riesgo se minimiza si hay aire acondicionado. En caso de que el ventilador no funcione y no haya aire, los chicos deben ser autorizados a mojar sus cabezas para mantenerse frescos. También hay que fomentar la ingesta de agua fría y permitir que los alumnos puedan ir con ropa fresca y clara, de telas livianas”, subraya Celeste Celano, jefa de pediatría del Sanatorio Modelo de Caseros.

¿Cómo enfrentar la ola de calor en el aula?

“Los chicos son los más propensos a deshidratarse. Para enfrentar la ola de calor es fundamental la hidratación que debe ser con agua. Debemos dejar de lado las gaseosas y jugos azucarados porque esto aumenta el riesgo de gastroenteritis y diarreas”, recomienda Celano.

Y agrega: “Otro tema importante es no realizar actividades físicas al rato de sol o de alto impacto. Y la alimentación juega un papel destacado, ya que la incorporación de frutas y/o verduras para los que puedan llevar viandas, aumenta el agua corporal total y ayuda a una mejor hidratación”.

¿Y cuáles son los signos de alarma? El calor extremo puede predisponer a la deshidratación. Los chicos que la sufren se empiezan a sentir aletargados, cansados, no pueden prestar atención y hasta pueden desmayarse y perder el conocimiento.

“Las medidas aconsejables deberían contemplar la modificación del uniforme y lugares frescos para dar clases en la medida de lo posible”, concluye Celano.

Desde el Ministerio de Educación porteño dijeron que los síntomas de golpe de calor son piel enrojecida, caliente y seca; temperatura corporal entre 41 y 42 grados; dolor de cabeza, náuseas y confusión; convulsiones y pérdida de conocimiento; respiración y pulso débil.

PS

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