El juicio oral comenzó en marzo de 2022. Este lunes, Nicolás Matías Rapagnani fue declarado culpable de abuso sexual y corrupción de menores. Los jueces de cámara que intervinieron en el proceso
Hasta que la sentencia quede firme, Rapagnani cumplirá con la prisión preventiva en su domicilio. "Algo muy poco habitual", comentó el abogado, profesor de derecho constitucional de la UBA y de la Universidad Nacional de La Pampa, Andrés Gil Dominguez. "Lo usual es que la persona quede en libertad o con prisión preventiva en un régimen carcelario habitual, como los rugbiers", agregó.
Los fundamentos de la sentencia no se conocerán hasta el 11 de mayo. Sin embargo, se sabe que una de las juezas de cámara, Inés Cantisani se pronunció en disidencia parcial por su desacuerdo con que el acusado cumpla la prisión preventiva en su domicilio. Rapagnani tiene 29 años y, hasta donde se sabe, un buen estado de salud.
Riesgo de fuga
"Por supuesto que tenemos miedo de que se fugue. Ese riesgo siempre estuvo latente, por eso pedimos el dictado de una medida cautelar de esas características", expresó Gabriel Palmeiro, abogado de una de las víctimas. "Es un imputado que siempre contó con la colaboración de su contexto y tiene recursos".
Rapagnani fue alumno y, luego, docente en el colegio Nuestra Señora de los Remedios, que pertenece a la Casa Salesiana. Fue en esta institución en donde se dieron las violaciones, abusos y maltratos de los niños de entre 4 y 7 años durante 2014 y 2015. Palmeiro señaló, reiteradas veces, que el colegio, con sus autoridades eclesiásticas y académicas, trató constantemente de cubrirlo.
Según los registros actualizados y oficiales de seguridad social, Nicolás Matías Rapagnani estuvo vinculado laboralmente hasta febrero de 2023 al colegio Nuestra Señora de los Remedios, ubicado en Florentino Ameghino 1400. Sin embargo, el abogado de la institución lo negó rotundamente. "En el colegio tenía tres cargos distintos, las bajas fueron ocurriendo progresivamente, la última fue en marzo de 2017", expresó.
"Los tres jueces se manejaron dentro de las reglas vigentes. La pena es alta. Fue valiente que la dictaran", expresó Palmeiro. Clarín le preguntó si el condenado cumple su prisión domiciliaria con tobillera electrónica: "Establecieron su uso, pero creo que aun no la tiene puesta. Las tobilleras siempre escasean. De todos modos, esperamos que se la coloquen lo antes posible, no sería la primera vez que alguien se fugue por una pena así".
Según el abogado del colegio, los cargos que tenía Rapagnani eran "suplente encargado de curso", "suplente de ayudante técnico de trabajos prácticos" y "suplente de horas de tecnología". Fue durante el ejercicio de estas funciones que cometió los abusos contra niños de salitas de cuatro y cinco o de primer y segundo grado.
La mayoría de los abusos, impunes
"Lo que sucede con la mayoría de estos casos de abusos a infancias es que quedan impunes", dijo Mariela Labozzetta, titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).
"Muchas veces, se duda de la palabra de esa niñez. Son casos que suceden a puertas cerradas, sin otros testigos. Solo están la víctima y el agresor. Hay que buscar otros modos de reunir pruebas porque si no se puede imponer pena ante la ausencia de otros testigos, se está asegurando la impunidad", agregó Labozzetta.
"No conozco este caso en particular", dijo la titular de UFEM al ser consultada por Clarín. "Pero es probable que el hecho de que fuesen tantos nenes, haya fortalecido la prueba".
"Otro asunto grave y frecuente es la falta de receptividad de las denuncias, en las instituciones y en la justicia", afirmó Labozzetta. "Muchas de las denuncias se hacen muy tarde y el crimen está prescripto o no hay a quien juzgar".
Mirá también
Abusos en el Colegio Del Salvador: ex alumnos denunciaron a las autoridades y a la Congregación jesuita
