Poco más de un mes atrás, Agustín Oscar Rossi juró como jefe de Gabinete de la Nación. Tras la partida de Juan Manzur a la pelea política en Tucumán, el dos veces
El ingeniero santafesino revistaba, hasta el 15 de marzo como titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI, ex SIDE), donde su rol resultaba extraño: un "Señor 5" o jefe de la Inteligencia hablando por radios o yendo a programas de televisión a defender la gestión nacional y a explicar por qué Alberto Fernández tenía derecho a una reelección. O para decir que "Cristina Kirchner está proscripta", en honor a la vieja relación que mantiene con la hoy vicepresidenta.
Rossi había subido a la AFI pues el Presidente no le encontraba una silla más cómoda para el rol político activo del apodado "Chivo", quien se había transformado en un vocero del "Albertismo". El rol de ministro coordinador lo tenía Manzur, quien había recibido el aval de CFK para ese lugar, tras la derrota electoral en las PASO 2021 del oficialismo. Había sonado su nombre para el Ministerio del Interior, cuando Wado de Pedro había quedado en medio del "fuego" cristinista contra Alberto; pero el ministro político no dejará esa silla ministerial hasta que su jefa política (CFK) lo determine. Y la Secretaría General -lugar donde siempre hay colaboradores directos del jefe de Estado- está en manos de un hombre de estrecha confianza de Fernández, como es Julio Vitobello.
Pero lanzado Juan Manzur a la pelea en su provincia, donde irá por la vicegobernación pero con el manejo total de la campaña peronista en esa provincia del Norte, Rossi finalmente recaló en la Jefatura de Gabinete. Hubo un desayuno largo entre él y Alberto Fernández, donde delimitaron roles, cargos, áreas de manejo y también, donde se coordinó que "Chivo" jugaría políticamente.
Eso quedó stand by hasta esta semana donde el Presidente "bendijo" que Agustín Rossi comience a moverse -aupado en su rol de ministro coordinador- por todo el país, con traje de precandidato.
"Que florezcan mil flores", le dijo a Rossi un importante dirigente albertista, quien recuerda esa frase acuñada en tiempos de Néstor Kirchner, que graficaba que los dirigentes debían moverse y generar adhesiones para el proyecto kirchnerista. Alberto y Rossi se conocen de esos tiempos nestoristas.
Así, en la Casa Rosada, se habla de dos nombres con posibilidad de "jugar" en las PASO presidenciales, en caso de que Alberto Fernández se corra de la idea de la reelección, lo que es combatido de modo furioso por el cristinismo. Agustín Rossi y Daniel Scioli tienen patente para circular y mostrarse con el OK presidencial.
Rossi dice hoy, en voz alta, que él no se moverá de su faena como jefe de Gabinete y que está dedicado tiempo completo a esa tarea, ubicado en el primer piso de Casa de Gobierno de 8 a 21 horas. Mientras que el embajador en Brasil se muestra activo con visitas a fábricas en el conurbano y a acompañar comitivas empresariales argentinas a San Pablo. Pero ambos ya corren en la pelea por venir en el peronismo. Por otro lado, el nombre de Sergio Tomás Massa es el más meneado desde el Senado Nacional, donde Cristina mantiene sus reuniones políticas con gobernadores, gremialistas, empresarios y, obviamente, dirigentes camporistas.Allí, aparecen de modo cotidiano Wado de Pedro (pre candidato presidencial de La Cámpora), Andrés "Cuervo" Larroque (vocero de las posiciones más duras del cristinismo en los medios de comunicación) y Máximo Carlos Kirchner, quien se cruza desde su despacho en la Cámara de Diputados de la Nación.
Agustín Rossi pondrá un foco fuerte en mantenerse activo -y visible- en la situación que se vive en la provincia de Santa Fe, principalmente en la ciudad de Rosario, hoy con mayor presencia de gendarmes tras el paso atrás del Gobierno nacional en la discusión sobre el combate al narcotráfico. La administración de Alberto primero puso como alfil a Aníbal Fernández, quien apuntó a Omar Perotti y a Pablo Javkin, gobernador provincial e intendente local, respectivamente. Pero ante la escala de la crisis -con la secuela de homicidios y ataques a locales como el supermercado de la familia Roccuzzo-Messi-, la Rosada rebobinó y envió a Aníbal con más gendarmes y cambio de discurso, para evitar mayores costos políticos.
Rossi tiene casa y familia afincada en Rosario y no puede mantener un discurso de disputa con el peronismo santafesino: por eso, el hoy jefe de Gabinete nacional viajará a su provincia, semanalmente, con noticias para la pelea contra el narcotráfico. Pero con el flamante traje de pre candidato presidencial.
Esto no causará ruido con el campamento cristinista. Más allá del actual discurso de alineamiento total con el Presidente, Rossi tiene línea con Cristina. De hecho, se reunió con ella antes de aceptar la Jefatura de Gabinete.
"Chivo" fue un alfil clave en los años de gestiones presidenciales de Néstor y Cristina Kirchner desde la jefatura de bloque de diputados nacionales del Frente para la Victoria, desde donde el kirchnerismo llevó adelante los proyectos parlamentarios que su gobierno necesitaba.
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