Son dos videos caseros, de mala calidad, movidos. Uno dura 22 segundos y el otro, 34. No muestran mucho pero sí lo suficiente. Fueron tomados a las escondidas por el capo
Los videos, a los que Clarín accedió en exclusiva, muestran la cancha de futbol del Módulo III de la cárcel, su extensión y también los postes de alumbrado que la rodean.
De costado de la imagen entra y sale de cuadro una figura que porta unos joggins grises y una camiseta de fútbol a rayas naranja y azul. Es Alvarado (43) que trata de encuadrar cómo puede el lugar exacto en el que el helicóptero -que importó de España- debe aterrizar para que él y un cómplice puedan subirse y escapar.
El destinatario de los videos, y también de una nutrida cantidad de mensajes de audio y de texto vía WhatsApp, es el piloto que él contrató para que lo sacara de la cárcel vía aérea, un hombre al que los investigadores solo pudieron identificar por su apodo, "Lobo".
Para que tuviera éxito, todo debía estar planeado a la perfección y por eso Alvarado y "Lobo" conversaron mucho sobre los detalles. Lo hicieron usando el reloj inteligente pero también un celular amarillo marca Samsung.
Ambos aparatos fueron secuestrados por el juez federal Ernesto Kreplak, quien comandó el operativo en el penal de Ezeiza junto con la fiscal federal Cecilia Incardona y Diego Iglesias, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar).
El reloj, en mal estado y sin correa, fue encontrado por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) dentro de una media y semienterrado al lado de la canchita del Módulo III de Ezeiza. El teléfono estaba disimulado en el marco de la ventana de la celda 16 del Pabellón E del Módulo 3. Lo tenía un ladero de Alvarado, que está alojado en el mismo sector.
El 13 de marzo Alvarado fue llamado a indagatoria por la fuga, acusado además de lavado de dinero del narcotráfico (por la compra del helicóptero) y de jefe de una asociación ilícita.
Alvarado se presentó con un defensor acostumbrado a representar pesados, Fernando Arias Caamaño, quien fue abogado del narco financista Diego Guastini hasta que éste fue asesinado por sicarios el 28 de octubre de 2019. Ante el juez negó todo y volvió a Ezeiza.
Fuga muy charlada
Luego de un primer intento fallido, el viernes 3 de marzo -cancelado porque ese día se realizaron allanamientos en las cárceles de Ezeiza, Marcos Paz y Rawson-, Alvarado había reprogramado todo para escaparse el viernes 10.
Pero el dato de la fuga le llegó primero al Ministerio de Seguridad de la Nación que se lo pasó a la Procunar, y el plan fue abortado por las autoridades.
En los días que mediaron entre el primer intento y el segundo, el celular de "Lobo" pudo ser clonado y esto dio como resultado un seguimiento sobre los preparativos de la fuga pactada finalmente para el viernes 10 de marzo al mediodía.
Clarín también tuvo acceso a los audios de WhatsApp que intercambió Alvarado con el piloto. En realidad, sólo sobrevivieron los del piloto ya que el narco tiene la costumbre de mandar audios y borrarlos a los pocos segundos, para no dejar rastros.
En el celular del piloto "Lobo", Esteban Lindor Alvarado está agendado como "Esteban" y su foto de WhatsApp es la del mafioso Al Capone. Todo un detalle.
Con una facilidad sorprendente para alguien que supuestamente debe ser monitoreado y vigilado en sus conversaciones, Alvarado debatió con su celular de contrabando cada detalle del escape.
¿Convenía que él y su compañero saltaran a la cabina? ¿No era más rápido agarrarse de los patines? ¿Y si ponían una red entre los patines de aterrizaje del helicóptero y se ubicaban allí? ¿A qué velocidad debían ir para no caerse?
Las conversaciones fueron muy detalladas y dejan ver que Alvarado había consultado videos en YouTube sobre la mejor manera de escaparse en helicóptero.
De esos preparativos la Justicia tiene muchos diálogos, y en alguno de ellos "Lobo" debate sobre cómo hacer para salir vivos de tan temerario plan.
"Si vas colgado del esquí a a esa velocidad, te pierdo en el camino", le explica "Lobo" a Alvarado, que le había mandado una serie de videos sacados de Internet. "La mejor manera es subir y sentarse", le insiste el piloto.
Para "Lobo" las opciones viables eran dos. La primera: que Alvarado y su compañero (ambos estarían vestidos con remeras naranjas) hicieran pie en los esquíes o patines del helicóptero y se tiraran dentro.
La segunda: montar entre los esquíes una red gruesa y tensa en la que pudieran viajar allí unos kilómetros. La idea era descender en General Rodríguez y continuar por tierra.
Esta última parece que era la idea que más le gustaba a Alvarado, el principal enemigo de "Los Monos", pero no tanto al piloto.
"Si algo pega en el rotor de cola, nos matamos", le advierte al capo narco que, con miedo y todo, nunca pensó en dar marcha atrás. Tanto es así que hasta pensaba comprar dos cámaras Go Pro e instalarlas en el helicóptero para así inmortalizar el momento.
EMJ
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