Violento asalto en un bodegón de Parque Avellaneda: "Los chorros salían de todos lados"

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Eran alrededor de las 22 cuando un patrullero pasó por el frente del restaurante, en Parque Avellaneda. Minutos después, entre seis y ocho ladrones dieron el golpe: asaltaron a los clientes y

golpearon a varios de ellos aunque ni siquiera se resistieron. El escape fue en motos y un auto.

Todo ocurrió el sábado en "Aquí se come bien", un conocido bodegón de barrio ubicado en la calle Bonifacio al 3900, esquina Martínez Castro, a tres cuadras de la Comisaría Vecinal 9C de la Policía de la Ciudad.

"Estamos regalados", le había dicho poco antes antes el abogado Alejandro Sarubbi Benítez, de 37 años, a su esposa, su mamá -que festejaba su cumpleaños 58- y la pareja. ¿Por qué esa frase? Porque no hay cámaras de seguridad en el negocio y la iluminación de noche es muy baja.

Un abogado se defendió con un cuchillo de un asalto en un bodegón en Parque Avellaneda.
Un abogado se defendió con un cuchillo de un asalto en un bodegón en Parque Avellaneda.

Lo cierto es que los cuatro habían terminado de cenar y estaban por pedir el postre, en las mesas dispuestas en la vereda del local, cuando aparecieron dos sospechosos con barbijo y vestidos con camperas, a pesar de la cálida temperatura. "Sacate la riñonera, dame todo, dame todo", le exigieron mientras lo amenazaban con armas de fuego.

"Vi revólveres 32, una 380 semiautomática y una 9 milímetros", contó a Clarín el abogado, quien dijo que la pareja de su mamá agarró una silla y él un cuchillo tipo tramontina para defenderse del robo, lo que dio origen a una pelea cuerpo a cuerpo.

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"Me desespero cuando le apuntan a mi señora, ellas corren para escaparse. Al llegar a la esquina había cinco tipos más, no sabía que había más. Uno quiso correr a mi señora, dos estaban golpeando a una mujer que ya les había dado la cartera, uno se metió en el local solo y se llevó un celular de una empleada", relató Sarubbi Benítez.

Según indicó la víctima, los motochorros se llevaron celulares, plata, riñoneras y carteras de por lo menos cinco clientes. "A un señor le hundieron el cráneo a culatazos, pese a que había entregado todo", añadió.

El local asaltado. Foto: Luciano Thieberger.
El local asaltado. Foto: Luciano Thieberger.

El caso fue caratulado como "robo agravado por el uso de arma" por la Fiscalía Criminal y Correccional N° 60, a cargo de Cecilia Incardona.

Al momento del hecho, el bodegón estaba lleno. "Había gente mayor y niños", expresó el abogado.

"Yo al principio que eran solo dos los ladrones, pero después estaba rodeado por cinco más. Los chorros salían de todos lados. Pensé que me iban a cagar a tiros. Estaba resignado", describió.

EMJ

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