Fuentes judiciales indicaron que la pistola secuestrada en el country San Diego, ubicado en el partido bonaerense de Moreno, es el arma homicida utilizada en el crimen del matrimonio Del Rio.
A raíz del descubrimiento, se está investigando si Martín del Rio, el hijo de la pareja y el único sospechoso, se acercó al domicilio en las horas posteriores al hecho.
Una pericia balística realizada a las vainas y los plomos que se encontraron en la escena del crimen confirmó que el arma homicida fue la Bersa modelo Mini Thunder hallada en una caja fuerte de la segunda vivienda de las víctimas. La pistola fue encontrada el 25 de agosto del año pasado, el mismo día en que se descubrieron los cuerpos sin vida de José Enrique del Rio (75) y Mercedes Alonso (72).
De acuerdo a las conclusiones del informe, las dos vainas analizadas "fueron servidas y/o percutidas por la pistola calibre 9 milímetros marca 'Bersa' modelo 'Mini Thunder', número de serie '610104'". En ese sentido, se determinó que los cuatro plomos peritados fueron "lanzados a través del cañón estriado" del mismo arma. El análisis fue realizado por peritos de la Policía Científica bonaerense y se incorporó el domingo pasado al expediente.
Los fiscales a cargo de la causa, Marcela Semería, Martín Gómez y Alejandro Musso, habían solicitado peritar la Bersa y otra pistola, una Glock calibre 9 milímetros modelo "19", ambas incautadas en el marco de la investigación. Al respecto, pidieron a los expertos en balística que determinen el funcionamiento de las pistolas, así como el cotejo de ambas con las vainas y los proyectiles hallados en la escena del crimen y extraídos en las autopsias de las víctimas.
La pericia determinó que el arma secuestrada en el country fue utilizada para cometer el crimen.
Para los fiscales, el detenido fue quien extrajo el arma de la caja de seguridad para ejecutar el crimen. Luego, habría regresado al Barrio San Diego para colocar la pistola en la caja fuerte donde estaba guardada y así "ocultar sus pasos".
Fuentes judiciales indicaron a Télam que el supuesto proceder del sospechoso se correspondería con un hecho premeditado. "Tal hallazgo en las particulares condiciones descriptas no hace más que reafirmar la existencia de un plan criminal delicadamente planificado por el imputado Martín del Río para ejecutar el hecho criminal y evitar ser señalado como autor del mismo", explicaron.
El parricidio de Vicente López
José Enrique del Río, abogado, comerciante y ex policía de 74 años, y su esposa, María Mercedes Alonso de 72 años, aparecieron sin vida el 25 de agosto de 2022. Los cuerpos fueron hallados en el interior de su vehículo en el garaje de su vivienda en Melo 1101, Vicente López, y presentaban disparos con armas de fuego.
En un inicio, María Nina Aquino, la empleada doméstica de las víctimas, fue señalada como la principal sospechosa del crimen y luego como entregadora, ya que hace 12 años trabajaba en la casa y tenía todas las llaves del domicilio. Sin embargo, fue liberada luego de que la Justicia considerara que no había elementos que permitieran mantenerla detenida.
Las sospechas recayeron en Del Río después de que su hermano mayor, Diego del Río, declarara ante la Justicia que reconocía "en un 90%" la contextura física de su hermano en los videos donde se ve a un hombre rondando las inmediaciones de la vivienda.
Incluso, el hermano mayor del detenido aseguró no tener dudas sobre su culpabilidad y lo calificó de "llegador, entrador y chamuyero" al igual que mencionó que es "frío y calculador". A su vez, el sospechoso acumula demandas judiciales por estafas y está señalado por dejar más de 15 alquileres impagos.
