Regalos, dinero y viajes a Disney: el anzuelo para los "cachorritos" en la trama de corrupción de menores

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"No parecés tan chiquito", le dijo Francisco Rolando Angelotti Notarbartolo (46) a una de las víctimas que, 20 años después, se animó a denunciarlo. Lo contactó a través un sitio de

chats cuando tenía apenas 11 años, lo citó en el Parque Centenario, en el barrio de Caballito, y empezó un camino de sometimientos que terminó el lunes con su detención.

Fue después de que Marcelo Corazza (50), el ganador de la primera edición de Gran Hermano, se sentara en un panel televisivo a debatir sobre la última temporada del reality show que la víctima se atrevió a denunciar.

Es que Corazza, según sostuvo, había sido uno de sus abusadores. Repasó con detalle la agresión sexual que se concretó en Plaza Miserere cuando Angelotti lo llevó en un auto y lo incitó a cambiarse de vehículo para ser sometido por el ex GH a cambio de dinero.

Marcelo Corazza se negó a declarar el martes
Marcelo Corazza se negó a declarar el martes

La denuncia la realizó en las oficinas de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex) y su valentía permitió desarticular una red de abusadores que continuaba hasta hoy.

Todo gira alrededor de Angelotti Notarbartolo, un comerciante misionero de Oberá que intercalaba viajes a Buenos Aires con niños que traía con engaños y regalos.

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En la casa de su madre, una quinta de General Rodríguez, alojaba (y lo hacía hasta la la semana pasada) a niños y adolescentes a los que les prometía viajes, ropa, trajes para la fiesta de egresados, trabajo y hasta vivienda.

A cambio, los manipulaba para abusar de ellos y para entregarlos a otras personas a cambio de dinero, según la acusación que se les dio a conocer entre martes y miércoles. Alardeaba en conversaciones telefónicas sobre sus víctimas y los llamaba "el chiquitín", "gurisito" y "cachorrito".

Francisco Rolando Angelotti Notarbartolo, detenido en Misiones, en la causa por corrupción de menores. Lo señalan como líder de la banda.
Francisco Rolando Angelotti Notarbartolo, detenido en Misiones, en la causa por corrupción de menores. Lo señalan como líder de la banda.

"La primera vez fue en la parte trasera de la camioneta que tenía estacionada en el mismo parque", recordó el joven y también habló de "temor, incertidumbre e incapacidad de decir que no".

Los abusos se extendieron durante más de tres años, "principalmente los fines de semana porque entre semana iba a la escuela". Adentro del auto, estacionados en alguna esquina oscura y en albergues transitorios que les permitían el ingreso a niños acompañados de adultos en la Ciudad de Buenos Aires.

El hostigamiento era tanto y la manipulación tan perversa que Angelotti acompañaba a su víctima hasta las clases de teatro. Allí conoció a otro de los denunciantes, a quien también abusó entre 2001 y 2003 cuando tenía entre 12 y 15 años.

"Asco y ganas de vomitar", recordó la segunda víctima sobre las agresiones a las que era sometido a cambio de una remuneración económica. Fue él quien abrió la trama a una red de pedófilos con su testimonio: en una oportunidad, Angelotti lo trasladó a un estacionamiento del Conurbano en el que lo atacó un grupo de hombres de entre 50 y 60 años. "El único recuerdo que tuvo es estar arrodillado y todos ellos rodeándolo", declaró. Tenía 13 años.

En esa dinámica de "entregar" a los niños para ser corrompidos y abusados por otros adultos, es que entran en escena Marcelo Corazza y Raúl Ignacio Mermet, ambos señalados como "consumidores": abusaban de los niños a cambio de dinero que entregaban sus explotadores, según la acusación del juez Javier Sánchez Sarmiento, que ordenó la detención de los cuatro imputados.

Fuentes de la investigación confiaron a Clarín que la mirada está puesta en los dispositivos electrónicos que secuestraron en los seis allanamientos realizados este lunes, de los cuales esperan obtener información de otros abusadores. Especulan que podrán identificar a más víctimas y realizar más detenciones vinculadas a otros abusos.

También material de abuso sexual registrado, comúnmente llamado pornografía infantil, ya que las víctimas recordaron una escalofriante escena: Angelotti les proporcionó una clave y un mail para que accedieran y allí encontraron cientos de carpetas con fotos y videos.

El ingreso de Corazza a tribunales. Foto Télam
El ingreso de Corazza a tribunales. Foto Télam

Por eso, Sánchez Sarmiento ordenó que pusieran especial atención a ese material con la intención de sumar más elementos a la investigación y ampliar la acusación.

"Cuando se realizó la denuncia, no se conocía dónde estaba esta persona (por Angelotti). Los denunciantes habían sido trasladados desde Misiones por esta persona cuando eran niños. Pero no sabían si estaba allá o en General Rodríguez. Sólo sabían el apellido. Cuando se detecta quién es, dónde está y dónde opera, se determina que este tipo de conductas y maniobras se continúan realizando", explicaron las fuentes a Clarín.

Fue a través de un tercero, su amigo de la infancia y dueño de una empresa de cortadoras de césped, que lo ubicaron en Misiones y empezaron las escuchas telefónicas. 

"Se detectaron en las conversaciones más víctimas y la Justicia ordenó entrevistas con ellos que dieron como resultado que estas personas habían sido sometidos de la misma manera: algunos fueron captados, corrompidos y prostituidos como los dos denunciantes. Entonces se pudo establecer que siguen en la dinámica denunciada con nuevas víctimas", anticiparon.

La investigación estuvo en manos del fiscal Patricio Lugones y de la División Trata de Personas de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, desde donde indicaron que todavía no han iniciado las inspecciones en los dispositivos electrónicos.

Fue por eso que se ordenó la intervención del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento de Víctimas Damnificadas por el Delito de Trata de Personas que se entrevistó con adolescentes que, según surgió de las escuchas, estarían involucrados actualmente con Mermet, Charpenet y Angelotti.

Los cuatro imputados se negaron a declarar: Corazza apenas negó los hechos, dijo ser "inocente" y no quiso responder preguntas, este martes. Lo mismo que Charpenet. Y este miércoles adoptaron igual decisión Angelotti Notarbartolo -señalado como el líder de la banda- y Mermet.

Las escuchas

De las escuchas realizadas entre octubre de 2022 y marzo de 2023, surge que actualmente Angelotti somete a un adolescente de 16 años desde hace más de un año, que lo contactó por Facebook. Se refiere a él como "baby" y alardea de sus maniobras para "aflojarlo".

Charpenet es otro de los más complicados por las escuchas telefónicas y los mensajes de texto.

Hablan de las víctimas como figuras intercambiables que Angelotti le ofrece. En uno de los casos refiere que no lo "tiene tan habilitado como para entregárselo" pero sí a otro y le "ofrece que, si viajan a Buenos Aires, él se prende para eso'".

"Depende de lo que salga, lo que pinte, así que bueno, dale, che", le responde Charpenet que también mantiene el mismo tipo de "vínculos" de abuso con otros niños. Refiere a uno de ellos como "el oficial"  y de un "chiquitín" que "no presta" y de los que dice "estar aburrido de los dos". 

En todos los casos, los de hace 20 años y los actuales, las víctimas eran chicos de Misiones, la misma provincia en la que vivía Angelotti. Allí tiene una pizzería y solía tener un boliche que fue clausurado en dos oportunidades por no estar habilitado y por tener niños de 12 a 17 años sin que eso estuviera permitido.

Según surge de la investigación, Angelotti usaba la casa de su madre, en General Rodríguez, para hospedar a los chicos que traía a la ciudad a cambio de regalos y dinero. Incluso les ofrecía viajes a Disney para convencerlos y someterlos.

Uno de los denunciantes relató una escena en la que su abusador logró convencer a sus padres para quedarse a dormir en su casa. En otra oportunidad llegó a buscarlo "acompañado de un nene de no más de 9 años con acento misionero" y llevó a los dos niños a un "albergue transitorio" donde concretó un nuevo abuso.

Angelotti ya había sido imputado en 2005 por la Justicia misionera por abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores. En 2008 apeló a la Cámara de Casación y habría terminado sobreseído en 2009 por el Superior Tribunal de Justicia de Misiones.

EMJ

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