"Canasta sexual": cuánto cuesta tener relaciones placenteras y seguras

Sociedad
Lectura

$ 420. Eso sale la caja más barata de tres preservativos en las grandes farmacias. Es el comienzo. Los premium por seis unidades salen $ 2.049 ($ 341,50 cada uno). Los geles

lubricantes oscilan entre $ 798 desde una de las etiquetas más populares, de 30 ml, hasta $ 2.073, dependiendo del tamaño del pomo, la marca y la variedad.

Los precios suben por un ascensor que parece no tener techo y, los salarios, por una escalera de peldaños flojos. ¿En qué piso queda el derecho a la salud sexual y reproductiva? ¿Y al goce?Los productos básicos de cuidados no escapan a la inflación. Las grandes cadenas de farmacias registran un aumento interanual de 125% para los lubricantes personales; 119% para los estimuladores sexuales y 131% para los preservativos. A la vida hay que hacerle el amor"... de forma segura y libre: un enunciado cada vez más difícil en medio de la crisis económica.

El derecho a elegir elementos anticonceptivos está contemplado por la ley 25.673. A partir de los 13 años, según el Código Civil y Comercial, se puede contar, de forma autónoma, con todos los métodos reversibles. La ley 26.130, por su parte, establece que, a partir de la mayoría de edad, es posible pedir gratuitamente la anticoncepción quirúrgica (ligadura tubaria y vasectomía).

Los preservativos se reparten gratuitamente en los hospitales y centro de salud, en el sistema público y privado. En Argentina, la protección y el cuidado son derechos amparados por la ley. Foto: Shutterstock.
Los preservativos se reparten gratuitamente en los hospitales y centro de salud, en el sistema público y privado. En Argentina, la protección y el cuidado son derechos amparados por la ley. Foto: Shutterstock.

Ambas legislaciones reconocen el acceso al resto de los métodos incluidos en el Plan Médico Obligatorio, en hospitales y centros sanitarios, sin ningún costo: pastillas, inyectables, dispositivos intrauterinos (DIU), anticoncepción de emergencia e implantes subdérmicos. Esto rige para el sistema público, las prepagas y las obras sociales, que, a su vez, tienen que disponer de consejerías y profesionales que asesoren a las personas, para que tomen una decisión consciente y adaptada a sus necesidades.

Desde el Ministerio de Salud remarcan que hay "mitos" en torno a los preservativos gratuitos, que es importante desterrar. No son de mala calidad (se producen en las mismas fábricas que usan las primeras marcas y pasan por los mismos controles de calidad); no es común que se rompan (sí es importante la buena lubricación y el uso de geles para asegurarla); pueden conseguirse en miles de puntos distribuidos a lo largo del país (el servicio de atención "0800 Salud Sexual" conforma un espacio de consulta, tanto para la población como para los equipos de salud sobre salud sexual y salud reproductiva); y, finalmente, no son menos efectivos que los comerciales (mientras no estén vencidos, la efectividad es la misma que los que se adquieren en farmacias).

BANER MTV 1

Lamentablemente, no toda la población cuenta con esta información o no se acerca a las instituciones por la lejanía, la falta de tiempo o de educación sexual integral.

Clarín habló con expertos, para trazar las razones por las cuales gran parte de los argentinos no alcanzan la "canasta sexual básica" y las consecuencias de este problema.

La importancia de la prevención

Miguel Pedrola es director científico para Latinoamérica y el Caribe de AHF (Aids Healthcare Foundation), una organización que trabaja hace décadas en el acompañamiento de personas con HIV y otras enfermedades de transmisión sexual. Concientización, testeos y reparto de profilácticos son algunas de las actividades de la ONG, que tiene su clínica en el microcentro porteño.

"Los costos son muy altos, tanto de los preservativos como de los geles, que son parte de la 'prevención combinada' para evitar contagios", advierte Miguel. En 2021, una encuesta de AHF arrojó que solo el 15% de las personas que no son monógamas ni tienen pareja estable —es decir, los más expuestos— usan siempre este método de barrera. Especialmente, los jóvenes de entre 18 y 24 años.

Métodos anticonceptivos: la demanda de un 47 por ciento de los adolescentes encuestados. Foto: Shutterstock.
Métodos anticonceptivos: la demanda de un 47 por ciento de los adolescentes encuestados. Foto: Shutterstock.

El especialista advierte que "muchas cuestiones conspiran para que la gente no use preservativos", además del precio. En este sentido, distingue diversas aristas: la biomédica, la estructural (que los hospitales tengan capacidad, horarios amigables, insumos y que no haya ningún tipo de discriminación), así como la cultural y legal. En este sentido, habla de la necesidad de campañas por parte del Estado y en las escuelas.

"En Argentina, año a año, al menos 5 mil personas contraen HIV y 1.500 fallecen por sida. El 6% de los chicos que nacen de mamás con HIV adquieren el virus a través de la transmisión vertical. Esto se puede prevenir con comunicación y tratamientos, que en Argentina son gratuitos y completos", cierra.

Anticonceptivos para una maternidad deseada

Silvia Ciarmatori es ginecóloga de planta en el Hospital Italiano. Como jefa de la Sección de Planificación Familiar, habla de uno de los temas sobre los que más trabaja: los embarazos no planificados, a los que define como un problema en todo el mundo.

"Aproximadamente el 50% de los embarazos no son planeados. El número se eleva entre la población adolescente, donde alcanza el 80%. Esto puede acarrear graves problemas de salud, tanto para las mujeres como para los bebés nacidos. Se trata de un problema de salud pública, a lo que se suman consecuencias a mediano y largo plazo, como las dificultades de las embarazadas para la terminación escolar y la entrada al mercado laboral", señala la doctora.

Métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, una problemática de salud pública que afecta a todos los países del mundo. Foto: Shutterstock.
Métodos anticonceptivos para evitar embarazos no deseados, una problemática de salud pública que afecta a todos los países del mundo. Foto: Shutterstock.

Ella destaca al preservativo como el único método que tiene la doble función de prevenir embarazos e infecciones de transmisión sexual. "Su falta, uso inadecuado o inconstante es el principal factor de riesgo para contraer enfermedades. No solo HIV, hepatitis B o C, sino otras, de diferentes niveles de gravedad, producidas por bacterias, hongos o parásitos. Es el caso de la gonorrea, la sífilis, la candidiasis, que pueden tener un impacto sobre la salud reproductiva a futuro. Las ITS muchas veces pueden ser sintomáticas y manifestarse por ulceraciones, dolor, olor, ardor, secreción, sangrado, inflamación y dolor, pero hay otras que pueden pasar desapercibidas. Por eso es importante la consulta", detalla.

La médica especifica que los derechos sexuales y reproductivos deben englobarse en un marco general de derechos humanos: todos deben elegir con quién tener relaciones, cuándo y cómo; deben respetarse las orientaciones sexuales y de género; y es indispensable que las mujeres y personas gestantes decidan si quieren tener hijos, cuántos y en qué momento. Para todo ello es clave contar, primero, con educación y anticonceptivos. Siguiendo esta línea, marca que no hay que mirar solo a los preservativos.

Hay un método anticonceptivo ideal para cada persona, según sus necesidades. La consulta con un profesional es clave. Foto: Shutterstock.
Hay un método anticonceptivo ideal para cada persona, según sus necesidades. La consulta con un profesional es clave. Foto: Shutterstock.

Por eso es indispensable la utilización correcta —con énfasis en esta palabra— de los diferentes métodos anticonceptivos y el asesoramiento. "Las necesidades, preferencias, proyectos reproductivos, situaciones de salud, cambian a lo largo de la vida", suma la ginecóloga.

Lo que salva es la humedad

Ciarmatori habla de los "prejuicios o conceptos erróneos instalados", que frenan la utilización correcta de los anticonceptivos y promueven efectos indeseables o incluso graves sobre la salud.

El tema de los lubricantes es un ejemplo paradigmático. Después de la menopausia aumenta la sequedad, pero también se requieren en la juventud. Esto no deviene necesariamente con la falta de excitación, sino que entran en juego miedos, emociones y cuestiones fisiológicas. Para estimular el placer y evitar rupturas de los métodos de barrera, son aliados imprescindibles.

Siempre son importantes los estándares de calidad y la fecha de vencimiento. En cualquier caso, los geles oleosos —lo mismo vale para la vaselina— corroen el profiláctico. Para las relaciones vaginales, hay otros dos puntos de partida básicos: conseguir lubricantes con PH neutro, que respeten la flora y la mucosa; y que tengan base acuosa.

Hay fórmulas novedosas, adaptadas a gustos y momentos de la vida. Como los que suman aminoácidos como la l-arginina —que genera vasodilatación en labios menores y clítoris, favoreciendo la sensibilidad y el placer—; los que agregan sensación de calor o de frío (por 30 ml oscilan entre $ 800 y $ 900). 

Cada vez más se encuentran en góndolas geles con ácido hialurónico —que nutre la vulvovagina, no solo durante el vínculo íntimo, alivia síntomas de sequedad como la picazón o irritación—. No son solo de utilidad para mujeres posmenopáusicas: la alergia y algunos medicamentos, al igual que los antidepresivos, pueden disminuir la humedad en muchas áreas del cuerpo, incluyendo la vagina. Uno con aloe vera y ácido láctico está alrededor de $ 1.200. También hay algunos con probióticos, para aquellas que padecen micosis o infecciones recurrentes. En todos los casos, es clave consultar con profesionales de confianza cuál es el más apropiado.

Cuando de sexo anal se trata, donde no hay humectación propia, los expertos recomiendan aquellos a base de siliconas.

Implante subdérmico: un método anticonceptivo que se coloca en el brazo y es altamente eficaz a partir de las 24 horas de su aplicación.
Implante subdérmico: un método anticonceptivo que se coloca en el brazo y es altamente eficaz a partir de las 24 horas de su aplicación.

Mitología vs. salud

Francesca Gnecchi es diplomada en Sexología, docente e instagrammer, con casi 80 mil seguidores. A diario recibe preguntas respecto al cuidado: mitos o dudas que denotan un déficit en el conocimiento del cuerpo y la sexualidad. Por ejemplo, si es correcto usar dos preservativos a la vez; o si conviene combinar las pastillas con el parche. También le han consultado si a través el sexo anal u oral se transmiten enfermedades. "Muchas veces preocupan más los embarazos no deseados que las ITS", cuenta.

Los campos de látex se venden en Europa y Estados Unidos. En nuestro país ninguna marca los fabrica. Foto: Shutterstock.
Los campos de látex se venden en Europa y Estados Unidos. En nuestro país ninguna marca los fabrica. Foto: Shutterstock.

Y complementa: "Veo gente que piensa que por conocer a alguien no se va a contagiar. Hay muchísima desinformación, ya sea porque no se imparte correctamente la educación sexual integral (ESI) o porque quienes consultan son personas más grandes, que fueron al colegio cuando no era obligatoria. Entonces ni se hablaba, por ejemplo, de los cuidados para gente con diversas orientaciones sexuales, lo cual hace muy importante comunicar de forma correcta y responsable". Vale recordar que en Argentina no se comercializa el campo de látex y que se debe fabricar de forma particular, a partir de un preservativo.

Autora del libro El camino del sexo, editado por Penguin Random House, Francesca también es dueña de Erotique Pink. En su boutique con perspectiva de género, lo que más le piden son succionadores y juguetes con vibración, para usar en soledad o en compañía.

Mucho más que un juego

Los juguetes se han vuelto aliados y parte activa de la salud sexual y el disfrute. Tanto para parejas, como para quienes buscan independencia, control y conocimiento del propio cuerpo: también por parte de personas que sostienen vínculos sexoafectivos, pero necesitan ese momento a solas. ¿Cuál es su precio? ¿Se restringen a consumidores de una alta capacidad de compra?

"Obviamente depende del poder adquisitivo de la persona, pero, al tener una gran variedad de precios y promociones durante todo el año, en nuestra página web y en nuestras tres tiendas, casi cualquiera tiene la posibilidad de acceder a un toy", responde Miguel Huarte, CEO y dueño de Buttman.

Junto a Mariana Rincón, encargada de esta "tienda de bienestar sexual", cuentan que los más buscados son los estimuladores de clítoris "de todo tipo, tamaño, textura, color, potencia y material". Los vibradores van de $ 2.218 a $ 55.000. "La idea es que cada persona puede elegir lo que crea más conveniente de acuerdo a su necesidad, satisfacción y presupuesto", señalan.

Distintos modelos de succionadores clítoris. Foto: Andres D'Elia (Clarín)
Distintos modelos de succionadores clítoris. Foto: Andres D'Elia (Clarín)

Sus principales consumidores son personas con vulva (70% de la clientela), de entre 25 y 60 años. El cuidado propio y ajeno es inescindible del uso de juguetes. "Para evitar cualquier enfermedad infecciosa transmisible, resulta necesario la buena y profunda limpieza del producto antes y después de su uso. A esto añadimos que, al compartir un juguete penetrando en personas diferentes dentro de una relación sexual, le debemos colocar un preservativo", explican Miguel y Romina.

Los elementos deben guardarse perfectamente limpios. Para ello, recomiendan jabón antibacterial para silicona o jabón neutro y agua tibia. El uso de otros productos de higiene o llevarlos a hervor pueden dañar los toys. Y, si no está aclarado que son 100% sumergibles, hay que evitar esta costumbre. Lo mejor es lavarlos y dejarlos secar.

El guardado es otro punto al cual prestar atención. Conviene evitar las bolsas plásticas, las altas temperaturas y la humedad, para evitar la formación de hongos. Por último, remarcan que todo material tiene un tiempo de vida útil y se vence.

Juguetes sexuales: un mundo en sí mismo. ¿La clave? La exploración y diversión basada en el cuidado. Foto: Shutterstock.
Juguetes sexuales: un mundo en sí mismo. ¿La clave? La exploración y diversión basada en el cuidado. Foto: Shutterstock.

La "canasta sexual" puede involucrar más o menos artículos, con un denominador común: la protección para poder ejercer la sexualidad de forma segura y satisfactoria. Para evitar embarazos no deseados y contagio de enfermedades, los métodos anticonceptivos (así como los geles) son insoslayables. Los precios, al igual que la falta de conocimiento, desaniman a un gran sector de la sociedad. Los hospitales y centros de salud están para garantizar las buenas prácticas, establecidas por ley en Argentina. Prevención es salud.

AS​

Mirá también

Día del Preservativo: por qué sigue el estigma y su bajo uso en las relaciones sexuales

Día Internacional del Preservativo: 5 curiosidades que quizá no sabías sobre el condón