El rey Carlos III inicia su primera visita de Estado a Alemania, una sombra para la familia real

Internacionales
Lectura

Después de su frustrada visita a Francia, el rey británico Carlos III y Camilla, la reina consorte, iniciaron este miércoles su primera visita de Estado a Alemania, la negada tierra de

sus antepasados. Su llegada a París fue impedida por el presidente Emmanuel Macron ante las manifestaciones y disturbios por la reforma jubilatoria.

Esta diplomacia “soft” la ha iniciado el soberano pos Brexit, después de ayudar al primer ministro británico Rishi Sunak en un nuevo “marco de Windsor” para aceitar las relaciones entre Gran Bretaña y Europa. También recibió a la hora del té a la presidenta de la Comisión Europea, la alemana y ex ministra de Defensa Ursula Von der Leyen.

Pero su preparación sirvió al palacio de Buckingham para responder al príncipe Harry que su padre estaba “ocupado” y no podría recibirlo, cuando llegó a Gran Bretaña discretamente a estar presente en un juicio en contra el Daily Mail por las pinchaduras de los teléfonos. Era su primer viaje seis meses después de la muerte de su abuela, la reina Isabel.

Con la obsesión de los británicos por la Segunda Guerra Mundial, nadie sabe en el reino que el rey habla fluidamente el alemán porque se lo enseñó su padre, el príncipe Felipe, que pertenecía a la nobleza alemana y griega. Un vínculo que incomodaba a la Casa de Windsor porque las hermanas del príncipe Felipe se habían casado con algunos oficiales que participaron en el ejército de Adolf Hitler. En sus discursos en alemán sorprenderá a británicos y alemanes. También podrá comer con sus primos nobles alemanes.

El rey Carlos III y el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier riega un árbol en la residencia presidencial de Bellevue en Berlín, este miércoles. Foto: REUTERS
El rey Carlos III y el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier riega un árbol en la residencia presidencial de Bellevue en Berlín, este miércoles. Foto: REUTERS

Ausencias y presencias


BANER MTV 1

Se espera que el jefe de gobierno Olaf Scholz esté ausente del banquete de Estado de este miércoles a la noche en honor al rey y la reina, quienes visitaron la Puerta de Brandeburgo al comienzo de la primera gira.

Pero estará la ex canciller Angela Merkel y sus nobles primos alemanes Bernahard, Margrave de Baden y su esposa Stephanie. También estarán invitados Philip, príncipe de Hohenlohe Langenburg, primo directo del rey, con su esposa Saskia y su hermana Xenia.

El jueves el rey hablará en el Bundestag en inglés y alemán. Será la primera vez que se lo escuche hablar en ese idioma desde que es soberano.

El canciller alemán no tiene otros compromisos públicos enumerados en su agenda en la noche del miércoles, por lo que no está claro el motivo de su ausencia. Pero se cree que es un gesto tácito de compromiso para mantener la paz en su conflictiva coalición gobernante, de modo que cada uno de los tres partidos reciba su parte del centro de atención en un evento real separado.

Un portavoz del gobierno alemán dijo que el canciller normalmente no participaba en banquetes estatales bilaterales. Pero que estaba "esperando dar la bienvenida al rey Carlos III para una conversación en persona" el jueves.

Christian Lindner, el líder del partido liberal Demócrata Libre, representará a la coalición en el banquete. Robert Habeck y Annalena Baerbock, dos ministros de alto rango del Partido Verde, tenían previsto dar la bienvenida al rey en una cálida recepción en la tarde del miércoles. Scholz, del Partido Socialdemócrata de centro-izquierda, recibirá el jueves al rey en la Cancillería.

Recepción del presidente


El presidente Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender, se reunieron con el rey y la reina en la Puerta de Brandenburgo, la primera vez que un jefe de Estado recibe tal honor. Ambos se conocen y son amigos.

El presidente dijo que era un “magnífico gesto personal” de Charles de visitar el país y “un importante signo para las relaciones germano británicas”. ”Seis años después que Gran Bretaña comenzara a irse de la Unión Europea, nosotros estamos abriendo un nuevo capítulo en nuestras relaciones” dijo el presidente Steinmeier.

El presidente de Alemania, Frank Steinmeier, y su esposa Elke Buedenbender, junto a los reyes Carlos III y Camilla, este miércoles en la Puerta de Brandeburgo. Foto: AFP
El presidente de Alemania, Frank Steinmeier, y su esposa Elke Buedenbender, junto a los reyes Carlos III y Camilla, este miércoles en la Puerta de Brandeburgo. Foto: AFP

Camilla llegó vestida con un tapado turquesa de Bruce Olfied y un sombrero de Philip Treacy. La esposa del presidente alemán también estaba de sombrero, con un tapado colorado.

La pareja real recibió una ceremonia de bienvenida con honores militares en Pariser Platz.El rey inspeccionó a la guardia y luego, una banda tocó los himnos nacionales británico y alemán, antes de que el monarca saludara a los simpatizantes reunidos. Se esperaba una multitud de unas 1.500 personas dentro de un estricto cordón de seguridad.

El rey y la reina fueron recibidos con un saludo de 21 cañonazos y un vuelo militar, cuando aterrizaron en Berlín para la primera visita de estado de su reinado.

Volando en el avión Voyager del gobierno británico, la pareja real fue escoltada al espacio aéreo alemán por aviones de combate alemanes, alrededor del mediodía.

En un mensaje antes del viaje, los reyes dijeron que estaban ansiosos por conocer a aquellos que hicieron a Alemania “tan especial” y profundizar la amistad entre las naciones.

Esperando para dar la bienvenida al monarca y su esposa había una fila de dignatarios, incluida la embajadora británica en Alemania, Jill Gallard, y el secretario de Estado, Dörte Dinger.

La pluma infalible


La pluma estilográfica que el rey tiene previsto usar para firmar el libro de visitas en la residencia presidencial del palacio de Bellevue ha sido "revisada repetidamente" para verificar su confiabilidad, luego de su ataque de irritabilidad por una pluma defectuosa, después de que fue proclamado monarca el otoño pasado.

El rey Carlos III y el presidente de Alemania saludan al público luego de una ceremonia de bienvenida en Berlín, este miércoles. Foto: REUTERS
El rey Carlos III y el presidente de Alemania saludan al público luego de una ceremonia de bienvenida en Berlín, este miércoles. Foto: REUTERS

“Nuestra pluma nunca ha fallado”, dijo Kai Baldow, jefe de protocolo de la oficina del presidente, al periódico Süddeutsche Zeitung.

El menú para el banquete de Estado en la noche del miércoles incluía vino espumante alemán. La entrada es una carpa marinada con berros de Erfurt y un caldo elaborado con ganado Heck, un pollo con champignones y espinacas y vinos alemanes. Para el postre, ciruelas con té negro de East Frisia y un crumble alemán con chocolate.

El rey tiene previsto participar de una recepción para refugiados de guerra ucranianos en el ex aeropuerto de Tegel, en las afueras de Berlín y una visita a la Opera Komische.

El viernes la pareja real viajará a Hamburgo por tren, donde pondrán una corona de flores en las ruinas de la iglesia St Nikolai, que fue destruida por los aliados en la Segunda Guerra Mundial, visitará la ciudad en un barco y una escuela primaria.

Desencuentro con su hijo Harry

Pero a esa visita en Alemania se suma su negativa a encontrarse con su hijo, el príncipe Harry, que está en Gran Bretaña declarando en el juicio ante The Daily Mail.

Harry dijo que la Familia Real sabía de la pinchadura a sus teléfonos y se lo ocultó a él con el “criterio real ” de “nunca explicar, nunca quejarse”. Los Royal habían acordado no llevar estos diarios a la justicia porque sería como “abrir una lata de gusanos”.

Hoy Harry es un modelo por la privacidad peleando contra los amarillos tabloides británicos y lo que el llama “su criminalidad”. Pero la familia real vive de ellos para cultivar su imagen y filtra contra el hijo del rey a través de esa clase de diarios.

No será un juicio fácil porque los hechos sucedieron hace más de 30 años y pueden argumentar que el delito está prescripto.

París, corresponsal

CB

Mirá también

Francia: la reforma jubilatoria pasa al Consejo Constitucional que decidirá si la deroga o la legaliza

Francia: a 24 horas de otra gigantesca marcha, Macron busca una salida a la crisis por su reforma de pensiones