La salud del papa Francisco: qué enfermedad sufre y por qué no quiere operarse

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Es unánime: todas las fuentes consultadas siempre respondieron que es “satisfactorio” el estado de salud del papa Francisco, que cumplirá 87 años recién en diciembre próximo y cumplió 10 años de papado 13 de

este mes. La gonartrosis, que padece, una seria artrosis en la rodilla derecha, lo obliga a seguir utilizando la silla de ruedas para desplazarse y un bastón cuando camina, con dificultad.

Pero la internación de este miércoles abre un interrogante. Este es el cuadro de su salud.

El 5 de mayo del año pasado, el Papa, ya afectado por la crisis de su rodilla --de la cual hablaba con frecuencia--, dio un salto de calidad hacia el público. Se presentó sentado en una silla de ruedas en la audiencia general, empujada por su mayordomo.

El papa Francisco, en silla de ruedas, asiste a una audiencia con peregrinos, en el salón Pablo VI del Vaticano. Foto: EFE
El papa Francisco, en silla de ruedas, asiste a una audiencia con peregrinos, en el salón Pablo VI del Vaticano. Foto: EFE

Los médicos le aconsejaron operarse de la lesión en los ligamientos de la rodilla consecuencia de una errada postura durante años, debido a su vez a problemas en la cadera que habían obligado a operarlo mientras aún vivía en la Argentina.

La operación de colon


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El Papase negó porque en julio de 2021 había sido operado de diverticulitis (infección de las bolsas que se forman con la edad en el colon) en el hospital Gemelli.

Los cirujanos, en una operación de cinco horas, le habían quitado 30 centímetros del colon infectado. El período posoperatorio transcurrió normal.

Massimiliano Strappetti el enfermero al que se refirió Papa afirmando le salvó la vida (der.) durante internación del Francisco en Policlinico Gemelli. Foto: Vatican Media
Massimiliano Strappetti el enfermero al que se refirió Papa afirmando le salvó la vida (der.) durante internación del Francisco en Policlinico Gemelli. Foto: Vatican Media

Como en esa zona del colon es donde las infecciones derivan en un cáncer de colon o de ano, de inmediato comenzaron a volar las versiones. El Papa personalmente dijo que “los médicos me aseguran que no tengo cáncer. Son solo chismes”, agregó,

Pero a la asamblea de obispos italianos contó el año pasado que no quería operarse porque la anestesia de la operación al colon le había dado fastidios que deben haber tenido importancia para que no quisiera someterse a una nueva intervención quirúrgica.

Es más, en esa ocasión el propio Bergoglio echó fuego a al calderón de los rumores en el Vaticano, agregando ante los estupefactos obispos italianos: “antes que operarme prefiero renunciar”.

Después aclaró que lo había dicho en broma.

Pero desde entonces el Papa, se mueve en silla de ruedas lo que le impide celebrar las misas y otros actos litúrgicos porque carece de autonomía para desplazarse. Esto también se convirtió en un argumento para evocar su eventual dimisión.

Francisco saluda a fieles tras la misa del Miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina, en Roma. Foto: AP
Francisco saluda a fieles tras la misa del Miércoles de Ceniza en la basílica de Santa Sabina, en Roma. Foto: AP

Operación de cataratas


El Papa había sido sometido en 2020 a una breve operación de cataratas que no requirió internarlo en la clínica Pío XII, propiedad de la Iglesia, en la que fue realizada con éxito.

Para evitar la operación de la rodilla, el Papa es sometido a un intenso tratamiento a base de infiltraciones y masajes que han dado un buen resultado pero que no le curan la artrosis.

Tras haber debido suspender algunos viajes al exterior o reducir como en el caso de la visita a Canadá sus desplazamientos, en la reciente gira apostólica que había suspendido hace casi un año a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, el Papa se desplazó siempre en la silla de ruedas y caminó bastante con el bastón.

En la gira a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, el Papa se desplazó siempre en la silla de ruedas y caminó bastante con el bastón. Foto: Reuters
En la gira a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur, el Papa se desplazó siempre en la silla de ruedas y caminó bastante con el bastón. Foto: Reuters

El público se ha habituado ya a su enfermedad y él mismo se desplaza con más agilidad cuando camina.

Además las cámaras de televisión funcionan como un reloj. Cuando el Papa se desplaza para hablar desde el altar, saben como mostrar el público y hacer intervenir a los cronistas que relatan la escena, ocultando a la vista los cambios de los sillones pontificios y los movimientos del Papa hasta que la escena está lista.

Ese mecanismo funciona con creciente pericia. Pero existen siempre los problemas de un Papa que sufre impedimentos para desplazarse y que no puede celebrar mia de pie, obligándolo a presidir las liturgias sentado.

El Papa dijo varias veces que “no se me pasó nunca por la cabeza la idea de renunciar”.

Francisco ofrece, sentado, un discurso en una reunión con sacerdotes, diáconos y seminaristas en Sudán del Sur. Foto: AP
Francisco ofrece, sentado, un discurso en una reunión con sacerdotes, diáconos y seminaristas en Sudán del Sur. Foto: AP

Pero la muerte de su predecesor, el Papa emérito Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, actualizó el tema porque no era realista mientras estaba vivo que el actual pontífice dimitiera y hubiera una suma de tres papas, uno gobernante y dos retirados.

Además, pese a lo que dice Francisco, él mismo evocó el tema de su renuncia en varias entrevistas periodísticas. En ellas aclaró que su dimisión no era un problema de actualidad. Dijo que si alguna vez lo hacía, elegiría el título de obispo emérito de Roma. Nunca más un Papa emérito, titulo que se inventó el mismo Joseph Ratzinger, porque debía quedar claro que Papa “hay uno solo”.

También dijo que no volvería a la Argentina y podría elegir para residir una pensión de sacerdotes de la arquidiócesis de Roma o un local en el mismo vicariato. No hay que olvidar que el ministerio para el que eligen al Papa es el de obispo de Roma, sucesor de San Pedro y que sustenta su condición de Papa de la Iglesia universal. Cuando se habla de sede vacante, es la de obispo de Roma.

Por último, antes de ser Papa, un joven Bergoglio de 21 años sufrió una infección en un pulmón, que derivó en una operación para extirparle el lóbulo superior del pulmón derecho en 1957.

Vaticano, corresponsal

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