Una joven de 26 años y de su hija de 6 fueron halladas muertas en su vivienda de Lavalle, en Mendoza. Ambas estaban con signos de asfixia y ahorcamientos. Según las primeras
El esposo y padre de la niña fue quien encontró ambos cuerpos al regresar a su casa. Comenzó a gritar y se acercó el párroco de la zona, quien fue el que llamó a la Policía este miércoles por la noche, alrededor de las 20.
Laura Marisol Jofré y su hija, Isis Ángeles Barros vivían en una casa ubicada en la calle principal de La Asunción, una localidad ubicada en Lavalle, según publicó El Sol.
Fuentes policiales confirmaron que la mujer no tenía radicada ninguna denuncia de violencia de género ni por violencia doméstica.
Algunas personas cercanas confirmaron que la mujer sufría de etapas depresivas, que estaba en tratamiento y que en los últimos días había abandonado la medicación. Por el momento, no hay indicios de la participación de terceros en el caso.
Luego del llamado al 911, personal de la Comisaría 63 de Lavalle se apersonaron en el lugar e informaron sobre la situación al Centro Estratégico de Operaciones (CEO), quienes activaron el protocolo de femicidio, al igual que sucede cada vez que la muerte de una mujer tiene intervención policial.
La causa está llevada adelante por la fiscal de Homicidios, Andrea Lazo, quien confirmó que este jueves se realizará las autopsias de los cuerpos; una información que traerá algo de luz al caso.
Los investigadores dieron detalles de cómo se produjeron las violentas muertes. Según las primeras pericias, la mujer ahorcó a su hija con una prenda y posteriormente se mató con otro elemento más resistente.
Un dato estremecedor contado por el hombre que encontró los cuerpos: ambos cadáveres estaban colgados, en medio del dormitorio. Ambos colgadas de un palo rollizo del techo. El cuerpo de la mujer se encontraba sujetado con un alambre y el de la niña, con una tela de género.