El corazón artificial fue desarrollado en 1966 en el laboratorio del doctor Michael DeBakey en Baylor.
Para su creación se utilizaron fondos del Instituto Nacional del Corazón.
El dispositivo estaba hecho
El corazón artificial fue desarrollado en 1966 en el laboratorio del doctor Michael DeBakey en Baylor.
Para su creación se utilizaron fondos del Instituto Nacional del Corazón.
El dispositivo estaba hecho
de fibra de plástico y dacrón, un tipo de poliéster artificial.
El elemento pesaba 227 gramos y estaba unido por varios tubos de plástico a una consola de control en la cabecera de la cama del paciente.
Fue ideado por el Doctor Domingo Liotta.
Recibió el nombre de Corazón Artificial Liotta-Coole, en honor a su inventor y al cirujano que lo implantó, el Doctor Denton Cooley.
La cirugía se dio el 4 de abril de 1969 en la clínica de San Lucas de Houston, Estados Unidos.
La persona que recibió ese corazón fue un hombre llamado Haskell Karp, de 47 años de edad.
Se trataba de un paciente que había sufrido insuficiencia cardiaca y padecido varios infartos.
La idea de Cooley era que el corazón mecánico mantuviera a Karp con vida hasta encontrar un corazón humano que trasplantarle.
Por lo tanto, se trataba más bien de un corazón “puente”.
La operación fue bien y el corazón artificial mantuvo vivo a Haskell durante tres días, hasta que un corazón humano estuvo disponible para el trasplante.
Lamentablemente, no pudo sobrevivir a esta nueva operación y murió dos días después por complicaciones.
Este trasplante no estuvo exento de polémica.
La opinión pública acusó al Doctor Coooley de violar las directrices federales sobre la experimentación humana implantando el dispositivo antes de que su eficacia hubiese sido probada en animales.
Cooley se defendió argumentando que se trataba de un caso de vida o muerte ya que el paciente necesitaba con urgencia algún tipo de solución.
Desde entonces, el uso de corazones artificiales tuvo grandes avances.
Por ejemplo, en 982 se implantó un corazón artificial denominado “Jarvik 7” a un dentista llamado Barney Clark.
El hombre sobrevivió durante 112 días con él, pero sufrió efectos secundarios graves y murió a causa de complicaciones.
El superviviente más largo con el Jarvik-7 fue William Schroeder, que vivió hasta 6 mil 320 días gracias al latido de este corazón.
La historia también es noticia. Radio Perfil. Locución de Pita Fortín y guion de Sebastián Rojas.
por Radio Perfil
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