"Miguelito", el chico de 14 años al que señalan por el crimen en Soldati

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Un café que terminó en tragedia: Lurdes Avendaño Rejas (35) estaba en la parada del colectivo regresando a su casa cuando la mataron por la espalda para robarle la cartera. Había salido

con su tía y volvía al barrio Los Piletones, en Villa Soldati.

Los vecinos señalan por el crimen a "Miguelito", un chico de 14 años, y este lunes pedirán "más presencia del Estado" y "más seguridad".

Lurdes era conocida en el barrio. Se crió en el colegio Nuestra Señora de Fátima, donde su papá, Urbano Avendaño (58), es el casero hace décadas. Los testigos dirán que la mujer se quiso resistir. Que estaba a apenas tres cuadras de su casa después de tomar un café con su tía. Quisieron arrebatarle la cartera y ella corrió, declararon.

En esa huida fue que -especulan- recibió el disparo por la espalda, en las inmediaciones del barrio Fátima (ex Villa 3).

"Miguelito" (der.), junto a uno de sus cómplices, "Nikito", en Villa Soldati, y los celulares robados.
"Miguelito" (der.), junto a uno de sus cómplices, "Nikito", en Villa Soldati, y los celulares robados.

Fue un solo balazo de un arma calibre .38, según determinaron las primeras pericias. La mujer, de nacionalidad boliviana, quedó tendida en Mariano Acosta al 2900, justo donde este lunes a las 18 los vecinos se convocaron para exigir justicia.

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"Hoy acompañamos a la familia al velorio y esta tarde nos vamos a juntar en Mariano Acosta y Cruz con los vecinos. La idea es cortar las vías del Premetro. Necesitamos justicia por Lurdes, pero también pedir por la seguridad del barrio que viene reclamando soluciones hace mucho tiempo", señaló un vecino que no quiso dar su nombre porque tiene miedo.

"Desde las comunidades educativas del barrio entendemos que esto tiene que ver con el abandono del barrio y los problemas estructurales que tenemos, como el acceso al trabajo y a la vivienda, las drogas, y un montón de situaciones que hacen que la violencia se adueñe del barrio", insistió.

"La mataron a fuego", dijo Urbano, el padre de la víctima, a Télam. "Es producto de la situación que se vive diariamente", lamentó.

La convocatoria para la marcha para reclamar justicia por el crimen de Lurdes Avendaño Rejas (35) en Villa Soldati.
La convocatoria para la marcha para reclamar justicia por el crimen de Lurdes Avendaño Rejas (35) en Villa Soldati.

La investigación

La causa está en manos de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N° 6, de Eduardo Cubría, quien lo investiga como un “homicidio en ocasión de robo” aunque pidió que se trabaje con protocolos correspondientes a femicidio.

En grupos de Facebook del barrio y, según fuentes policiales consultadas por Clarín, por el hecho señalan a un adolescente de apenas 14 años que, un día antes del crimen, había regresado al barrio después de pasar dos semanas en un instituto de menores.

El chico, al que apodan "Miguelito", alardea en las redes sociales subiendo fotos con armas. Atacaría en grupo y siempre armado. Lo relacionan con otro homicidio cuando tenía apenas 12 años.

Según pudo saber este diario, el adolescente es hijo de una mujer vinculada al narcomenudeo, con una causa por comercialización de estupefacientes. Actualmente cumple condena en su casa monitoreada con tobillera electrónica. También acusan a su abuela por ser cómplice de la banda.

"Manejan los pasajes H e I. Siempre tienen problemas con los otros porque se disputan los territorios. Este chico ya mató a un peruano cuando tenía 12 años. El 5 de marzo le robaron a un Uber y el viernes se escapó del instituto de menores Inchausti", dijeron las fuentes.

"No puede quedar así, el pibe rastrea a cualquier hora y justo hay criaturas que salen de la escuela y solos porque hay padres que trabajan y no pueden. También estamos expuestos nosotros mismos, loco. Para salir a trabajar a tener un poco más para salir adelante, estos hdp te arrebatan la vida", publicó un vecino en un grupo de compraventa del barrio, junto a una foto del adolescente con dos armas en la mano.

La seguridad

En esta zona de Villa Soldati no tienen más una comisaría dentro del barrio. Según denuncian los vecinos, la mudaron a Villa Lugano.

Además, desde el Operativo Centinela para el 2013 se instaló Gendarmería Nacional en la región. Las disputas políticas y la falta de personal derivó en una situación irregular a la hora de denunciar.

"Se pasan la pelota. Gendarmería interviene cuando hay algún conflicto grave, pero si vas a quejarte a la Policía los acusa a ellos y viceversa. Siempre es lo mismo", cuestionan los vecinos.

EMJ

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