Es curioso el corazón de los hinchas de fútbol. Lo analizaba días pasados cuando alguien me preguntó cómo había salido el Rojo ante Estudiantes.
-Perdimos, respondí.
-¿Como "perdimos"?, dijo enojado mi interlocutor
Es curioso el corazón de los hinchas de fútbol. Lo analizaba días pasados cuando alguien me preguntó cómo había salido el Rojo ante Estudiantes.
-Perdimos, respondí.
-¿Como "perdimos"?, dijo enojado mi interlocutor
-Vos no perdiste nada, perdieron unos tipos que vos ni conocés.
Y sin embargo "perdimos". Porque uno asume que un club y su destino es de todos sus hinchas.
Independiente es mío, es mi viejo, mis hijos, mi historia.
Y ahora perdimos mas profundamente. Quebrados, expoliados por la dirigencia anterior; salvaje y autoritaria. Se abría una nueva instancia, pero otra vez la crisis. Renunció el nuevo presidente, y el domingo jugamos contra Racing y viene -creemos- un nuevo técnico del que ignoramos casi todo… ¿Estamos perdidos para siempre?
Volvé Bochini, hacele un gol a Talleres cuando quedaban 8 de los nuestros en la cancha, volvé y perforá el arco que parecía imbatible de Dino Zoff para salir campeones del mundo ante la Juventus. Vuelvan todos y suban sus manos ganadoras, en alto ante la historia.
Vuelvan y que se vaya toda la mufa, parece diabólico todo esto, pero justo nosotros no tendríamos que llevarnos tan mal con el Diablo