El joven que fue asesinado a golpes por su padre habría sido atacado cuando dormía en su habitación y no durante una pelea familiar como había relatado el hombre apenas la Policía
Es por eso que el fiscal Francisco Arrúe le imputó a Gerardo Luis De Bórtoli (58) el delito de homicidio calificado por el vínculo y alevosía.
El hecho ocurrió cerca de la medianoche del sábado, poco después que Gerardo tuviera un fuerte cruce con su hijo Juan Luis De Bórtoli (25), quien padecía problemas mentales por los que había estado internado hasta hacía muy poco en un hospital de la capital correntina.
La reconstrucción del hecho se logró a partir de la declaración de la madre de la víctima, una docente que se jubiló recientemente como directora de la escuela que funciona en una isla.
Estela Lezcano relató que ese día efectivamente hubo una fuerte discusión entre el joven y su padre, pero la situación no pasó a mayores porque Gerardo optó por retirarse de la vivienda de la calle Juan P. Justo al 800.
La mujer asistió a su hijo con la medicación que tomaba regularmente y lo acompañó a la habitación, para que se calmara y pudiera dormir. Ya entrada la noche, la madre se dirigió a su dormitorio para descansar, pero al rato escuchó ruidos y se levantó, porque creía que Juan Luis intentaba escaparse de la casa.
Apenas abandonó el dormitorio, vio que había retornado su esposo portando una pala y un machete, elementos con los que atacó a su hijo mientras éste dormía profundamente. Fueron varios los golpes que habría lanzado sobre Juan Luis, pese al desesperado intento de su esposa por detenerlo.
En una entrevista con Radio Sudamericana, el fiscal de Investigaciones Concretas, Francisco Arrúe, sostuvo que en principio “no habría habido, en el momento del hecho, una agresión por parte de la víctima que justifique una legítima defensa” del padre.
Arrúe sostuvo que “ese mismo día se le hizo una revisión médica a los padres del joven y ninguno de ellos presentaba lesiones”. En la propiedad tampoco se hallaron objetos rotos o un desorden que hiciera suponer que momentos antes hubo una pelea, como adujo Gerardo De Bórtoli.
Los indicios hallados en la vivienda hicieron tambalear desde un primer momento la versión dada por el padre de la víctima. El hombre alegó que tuvo que salir en defensa de su esposa debido a un brote psiquiátrico que sufrió su hijo.
“Hay antecedentes de que esta persona padecía problemas mentales e incluso fue denunciado por amenazas por sus padres. Es por eso que se lo había internado primero en Goya y después en el Hospital San Francisco de Asís para tratarlo psiquiátricamente y de las adicciones”, señaló el fiscal.
Para Arrúe, “la legítima defensa (que alega De Bórtoli padre) no se condice con la realidad de los hechos”, motivo por el cual avanzó con la imputación por el delito de homicidio calificado, que prevé la pena de prisión perpetua.
EMJ
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