La tarde del pasado miércoles 5 de abril –a horas del arranque de la Semana Santa– sonó el teléfono fijo del estudio del abogado Tomás Perez Bodria. Lo atendió su secretaria y al instante se quedó helada:
La sorpresa de la secretaria estaba más que fundada: Jaunarena había sido denunciado como desaparecido por su familia en diciembre. Su papel como testigo en el expediente por el robo a la casa de Sergio Massa, ocurrido en octubre de 2013, le hacía le temer a los suyos que algo malo le hubiera pasado.
Lo que hizo Jaunarena en el caso Massa fue sostener que al autor de ese robo (luego condenado) le habían secuestrado mucho más dinero que el declarado. Tambien señaló irregularidades en las actas labradas por la Policía Bonaerense.
La desaparición de Jaunarena fue denunciada, vía habeas corpus, el 21 de diciembre de 2022 pero en realidad su madre no tenía noticias de él desde octubre cuando la llamó para decirle que estaba trabajando en Puerto Iguazú (Misiones). A partir de entonces su celular enmudeció y nunca más puso nada en sus redes sociales.
Clarín publicó su historia y la búsqueda desesperada de Mirta Isabel Fleita (58), en una nota publicada el 14 de marzo pasado. Según contó el propio Jaunarena a sus abogados, fue la noticia de que habían presentado un habeas corpus –que tramitaba ante el juez federal de Eldorado, Miguel Angel Guerrero– lo que lo hizo comunicarse con el estudio jurídico.
"Según él nos cuenta, había estado trabajando y viviendo en una zona sin señal y a veces sin electricidad. Lo curioso es que asegura que varias veces lo retuvieron por averiguación de antecedentes, incluso la Policía Federal, y nunca se le notificó que lo andaban buscando. Se enteró por el diario", explicó Perez Bodria, quien en un primer momento, cuando su secretaria le pasó la comunicación, no creyó que se tratara de su cliente.
"Le pedí que me dijera el nombre de su madre y algunos datos personales para corroborar. Luego se hicieron videollamadas", explicó a Clarín el abogado que, apenas unos días antes, había recibido un pedido de amistad en Facebook de un perfil "César Jaunarena" cuya foto de perfil era una mano haciendo cuernitos.
Jaunarena apareció cuando ya la Justicia Federal estaba agotando los recursos para encontrarlo. Por qué tardo tanto en comunicarse con sus abogados y por qué antes no lo hizo con su madre son algunos de los puntos oscuros del caso. Lo cierto es que esa primera llamada gatilló una secuencia judicial que acreditó que César Jaunarena está bien, nadie lo mató, ni lo raptó.
El lunes 10 de abril mandó un correo electrónico dándole al abogado un celular de un amigo para comunicarse.
Oficialmente la Justicia fue anoticiada de la aparición unos días después. Por un lado se informó al juzgado de Garantías de Tigre donde Jaunarena, sus abogados, y el ex fiscal Washington Palacios tienen una causa abierta a partir del intento de investigación sobre lo ocurrido en el robo de 2013.
Por otro, se informó al juzgado federal de Eldorado, donde había quedado radicado el habeas corpus para tratar de encontrarlo.
Jaunarena vs. Massa
Changarín y artesano, César Jaunarena tenía 20 años cuando la Policía lo sacó del Mercado de Frutos de Tigre –donde trabajaba– para que fuera testigo de un allanamiento en una casa de Rincón de Milberg. Allí vivía el hombre que había asaltado el hogar Massa/ Galmarini.
El 20 de julio de 2013, la casa de Sergio Massa y Malena Galmarini en Tigre había sido asaltada y por el caso se detuvo, a las 24 horas, a un extraño personaje, el ex prefecto Alcides Díaz Gorgonio. Tiempo después fue condenado a 18 años de prisión. El hombre, con un pasado en el área de Inteligencia, había quedado filmado entrando al lugar.
Jaunarena fue testigo del allanamiento en lo de Gorgonio pero en 2014, tras recibir amenazas previas al juicio oral, terminó denunciando amenazas y serias irregularidades en el allanamiento que salpicaban a policías y también al hoy ministro de Economía.
Entre otras cosas, sostuvo que el dinero secuestrado a Díaz Gorgonio era mucho más que el denunciado por la víctima del robo y que el secretario de Seguridad de Tigre, Diego Santillán, había entrado a la casa de la calle Florida con un bolso vacío que se llevó lleno. Su presencia, además, no está consignada en las actas.
En ese contexto, lo que decía Jaunarena perjudicaba directamente a Massa. Tal vez por eso, todo terminó como terminó: el changarín, sus dos abogados y hasta el fiscal de Pilar Washington Palacios –que le había tomado e investigado la denuncia a Jaunarena en 2014– fueron procesados por encubrimiento y falso testimonio. De hecho, la causa contra ellos sigue, aunque está en instancia de apelación.
A Palacios le apuntaron con todo. Incluso le iniciaron un jury y lo destituyeron. Todo fue impulsado por su jefe, el entonces fiscal general de San Isidro Julio Novo, y su mano derecha, el fiscal de Delitos Complejos Claudio Scapolan, quien había tomado como suyo el caso del robo a la casa de Massa.
En 10 años algunas cosas no son como antes: Novo tuvo que renunciar a su cargo y, con gran retraso, espera ser juzgado por encubrir a narcotraficantes colombianos. Por su parte, el lunes pasado Claudio Scapolan fue destituido de su puesto bajo el cargo de mal desempeño de sus funciones.
¿Habrán cambiado los vientos?
MG
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