El experimento se hizo de goma

Economia
Lectura

El “dólar soja 3” no está dando los resultados que esperaba el gobierno. En los primeros días de vigencia del plan, que consiste en mejorar un 50% el tipo de cambio para

el complejo soja y otros productos del agro, apenas logró un ingreso de mil millones de dólares. Esto contrasta con lo que había sucedido en octubre pasado, cuando el entonces flamante ministro de Economía Sergio Massa logró recaudar 5.000 millones de dólares en los primeros días de vigencia del experimento de subir temporariamente (por 30 días) el valor del dólar para la soja. ¿Qué está pasando ahora?

Los momentos son totalmente distintos. En octubre, los productores tenían en su poder casi media cosecha de soja (unas 20 millones de toneladas). Es en realidad lo que sucede todos los años: se venden unas 4 millones de toneladas por mes, acompañando la demanda exportadora.

Pero las urgencias del gobierno llevaron a estimular la venta anticipada y la consecuente liquidación de divisas por parte de los exportadores. Estos no liquidan cuando quieren, sino cuando necesitan hacerse de pesos para pagar la mercadería que los productores les van vendiendo.

Frente a la zanahoria de la mejora temporal del tipo de cambio, los chacareros abrieron los silobolsas y vendieron la mitad de lo que tenían (10 millones de toneladas, que a 500 dólares arrojaron ese monto de 5 mil millones de dólares).

Acicateado por el éxito inicial, en diciembre Massa ensayó una “remake”. No logró el mismo resultado, pero así y todo se hizo de otros 3 mil millones. Y allí se acabó la magia.

BANER MTV 1

En realidad, se acabó la soja. Sólo quedaba un puchito, necesario para semilla de la próxima campaña, y algo más como fondo de olla, para ir tirando. Entiéndase que la mercadería es la caja de ahorro en un negocio de complejo y costoso financiamiento. La rueda tenía que seguir girando, a la espera de la nueva cosecha, que arranca en abril.

Y allí apareció la sequía. La cosecha de soja (también había fracasado la de trigo y está muy afectada la de maíz) es la más baja en 20 años: no llega a 25 millones de toneladas. A medida que van entrando las cosechadoras, se confirma que los rindes están aún por debajo de lo que estimaban las organizaciones del agro y el gobierno.

Así que el telón de fondo es la escasez de soja, nada menos que el principal producto generador de divisas. Los que tienen algo de este maná que fluía sobre las pampas, lo cuidan más que nunca. Salen con un quebranto considerable como saldo de la campaña.

Una cosecha de 25 millones de toneladas tiene un valor total de 7.500/8.000 millones de dólares, y esto es para todo el año. Volver a sembrar cuesta bastante más que esto. Restablecer el flujo productivo es una cuestión aparte de los apuros del gobierno. De esto no se habla. Es más: permanecen intactos los derechos de exportación, que alcanzan al 35% en el caso de la soja. Uno de cada tres camiones que los productores mandan al puerto, con el flete a su cargo, son capturados por la Aduana, sin anestesia.

Dice el economista Juan Carlos de Pablo que “precio es cuando aparece la mercadería”. Este precio del dólar no alienta la oferta de soja. El ruido político hace también lo suyo. Otro economista, Lucas Llach, quien fuera vicepresidente del Banco Central en el gobierno de Macri, aseguró en twitter que a los productores les convenía más financiarse en dólares (rompiendo el chanchito) antes que entregar su soja. Piensa que esta brecha cambiaria no puede sostenerse, y que el escenario más probable es el de una ecualización entre el dólar oficial y el blue.

Pero son pocos los que pueden aguantar la parada, frente a la catastrófica campaña agrícola. Hay una pulseada implícita, sin que medie recomendación ni consejo alguno por parte de las entidades ni los consultores del agro.

Sea como fuere, lo concreto es que los soja dólares no se estiran, y el experimento se hizo de goma. La escasez fue el principio del fin del gobierno de Macri. Y augura un complicado final para el mandato de Alberto Fernández.