El Gobierno acusó a la oposición de torpedear la relación con el FMI y le salieron al cruce

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Las próximas horas serán decisivas para intentar domar el dólar y definir su futuro político. Sergio Massa lo sabe, quizás mejor que Cristina Kirchner o Alberto Fernández, desde que timonea el Ministerio

de Economía. El viernes estuvo reunido hasta las 23.45 en su despacho y el fin de semana dejó instrucciones. La atención está puesta en la apertura de los mercados, el Banco Central y la negociación con el FMI, después de una semana tempestuosa.

El ministro necesita dólares en forma urgente. Sin reservas, no solo se evapora toda esperanza de estabilidad y se proyecta el fantasma de la devaluación. También se complica la posibilidad de su candidatura o, peor aún, de llegar a las PASO con "la casa en orden". Contra todo eso conspira la crisis que la semana pasada disparó el dólar paralelo a $ 455, el drenaje de reservas y un cepo más duro, seguido por la renuncia del Presidente a su relección.

"Tras el ruido político y lo de Aracre se está ordenando", aseguran cerca de Massa. El freno abrupto de las liquidaciones de dólar soja expuso el miércoles las tensiones con el campo y la fragilidad del Banco Central. Recién el viernes, pudo comprar casi US$ 300 millones. El torniquete a las importaciones frenó operaciones,una situación que continuaría este lunes. La clave pasará por si el BCRA compra reservas y contiene el CCL/MEP. 

Por estas horas, el Fondo aparece como uno de los principales salvavidas. El ministro preparó en las últimas horas el viaje que el próximo jueves realizará probablemente parte de su equipo a Washington. El objetivo es "rebalancear" el programa con metas más suaves por el impacto de la sequía y un posible adelanto de desembolsos, una alternativa que detonó una nueva polémica con la oposición y podría endurecer más al organismo. 

El representante ante el FMI, Sergio Chodos, acusó este domingo a tres economistas de la gestión de Mauricio Macri de torpedear el salvataje mediante un supuesto pedido al organismo para frenar la asistencia hasta que asuma el próximo gobierno. En diálogo con Clarín, los calificó de "antipatria" por pedir que no haya "adelantos ni desembolsos". La discusión no es menor: entre junio y diciembre, el acuerdo prevé la llegada de US$ 10.600 millones. 

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Chodos habría apuntado así contra el extitular del Banco Central, Guido Sandleris, el exministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, y su sucesor, Hernán Lacunza, según fuentes oficiales. "Pedirle al Fondo que no le de plata a la Argentina es pedirle que sea cómplice del default", dispararon. Pero la oposición lo negó. "Siempre es útil teoría conspirativa para explicar falencias propias", dijo Lacunza en Twitter.

En ese clima tenso, Massa avanzará esta semana en una agenda que intentará acelerar la afluencia de fondos. Esto es la negociación de US$ 520 millones con China para las represas patagónicas, US$ 380 millones de organismos multilaterales, el posible ahorro de US$ 700 millones por mes con el uso de yuanes en importaciones desde el país asiático y US$ 680 millones de financiamiento de la CAF desde junio.

El Gobierno ya apeló a la ayuda externa. En enero, anunció la activación del Swap con China por US$ 5.000 millones, cuando el blue y los dólares financieros repuntaron desde los $ 346 y $ 338. Ese mismo mes, tras la recompra de bonos en dólares, reflotó la idea de un crédito con bancos externos (repo). Y en marzo, se reactivó supuestamente parte del swap. Lo cierto es que en el año se perdieron US$ 8.091 millones de reservas brutas.

En ese marco, el ministro encargó un informe "reservado" sobre el ingreso y egreso de dólares. Se lo pidió a un hombre del área del viceministro, Gabriel Rubinstein, el subsecretario de programación económica, Germán Plessen. Un exfuncionario de Cristina Kirchner y economista cercano a la Cámpora, agrupación que en estos días mantuvo silencio frente a la crisis cambiaria y política que catapultó la brecha cambiaria arriba del 100%.

Massa también está atento a la bola de pesos en manos de bancos, fondos y provincias colocados en bonos del Tesoro. La licitación de deuda en pesos de este jueves deberá renovar un vencimiento de casi US$ 1 billón, un monto sin antecedentes en la actual gestión.