Armenia recordó este lunes al millón y medio de armenios asesinados bajo el Imperio Otomano entre 1915 y 1923, en un genocidio cuyo detalles estremecen más de un siglo después.
Como es tradición, los armenios y representantes extranjeros marcharon este lunes al memorial de Tsitsernakaberd en Ereván, dedicado a las víctimas.
El monumento de doce losas de basalto, que representan las doce provincias más afectadas por el genocidio, encierra a metro y medio de profundidad una llama eterna, donde se depositan miles de flores.
El primer país en el mundo en reconocer el genocidio armenio fue Uruguay en 1965.
En 2021, lo hizo Estados Unidos.
Los hechos
La orden de borrar a un pueblo llegó con minuciosa precisión en forma de decreto: "Hay que exterminar a los armenios habitantes de Turquía". A todos. A los chicos, a los viejos, a los jóvenes, a los intelectuales, las mujeres, los campesinos... ¿Cómo? Como sea. A tiros, quemándolos, ahogándolos, ahorcándolos...
Nadie objetó aquella orden que ordenaba: "Debe ponerse fin a su existencia".
El decreto llevaba la firma del ministro del Interior turco, Taalat Pasah, con fecha del 15 de septiembre de 1915.
Y se cumplió a rajatabla aunque la matanza había comenzado ya meses antes, el 24 de abril.
Un millón y medio de personas murieron.
El genocidio fue planeado al menos cinco años antes de concretarse. Fue diseñado en el seno del Imperio Otomano que quería ver la unidad de todos los turcos sin agregados culturales. Por lo que en la matanza fueron masacrados también griegos, sirio-libaneses, judíos y árabes.
¿Quiénes era los armenios?
Los armenios eran un pueblo cristiano, asentado en la zona oriental de Turquía fronteriza con Rusia, que buscaba su emancipación, una esperanza de autonomía que lo sentenciaría a muerte.
El 75% del pueblo armenio fue aniquilado. Hubo arrestos masivos que se transformaban en deportaciones y luego en ejecuciones. Los campos quedaron regados de cuerpos hinchados, cadáveres clavados en estacas, colgados, mutilados y quemados.
Los sobrevivientes huyeron hacia Rusia, Líbano y Siria. Se repartieron por todo el mundo formando una enorme diáspora.
Desde entonces, cada 24 de abril, las comunidades armenias en todo el mundo conmemoran y piden justicia.
Armenia logró su emancipación en 1991, cuando fue declarada independiente de la ex Unión Soviética. Pero para este país del Cáucaso, los días de calma son esquivos.
El conflicto con la vecina Azerbaiján por el enclave de Nagorno Karabaj sigue siendo una sombra que se cobra vidas.
"Lamentablemente, hoy, al igual que hace un siglo, el peligro de la política genocida se hace notar en distintas partes del mundo y los armenios de Nagorno Karabaj enfrentan la amenaza de genocidio y limpieza étnica", recordó este lunes la Cancillería de Ereván, en el 108 aniversario del genocidio armenio.
Hasta el día de hoy Turquía se ha negado en calificar los hechos como genocidio.
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