Córdoba: perpetua para el femicida de Marisol Reartes y de su pequeña hija, cuyo cuerpo nunca apareció

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Luego de nueve jornadas de juicio oral, Juan José Murúa fue hallado culpable por la Justicia de Villa Dolores que lo condenó a prisión perpetua por el doble homicidio de la joven

Marisol Reartes y su pequeña hija, ocurridos en en la localidad cordobesa de Los Pozos, en el valle de Traslasierra, en Córdoba; durante febrero de 2014.   

El condenado por unanimidad, que estuvo presente en los tribunales de Villa Dolores escuchando el fallo, cumple prisión desde 2018 por otro femicidio cometido anteriormente en San Luis, en el 2009.

En el caso de Marisol Reartes, Murúa fue hallado culpable del "homicidio calificado por el vínculo, por mediar violencia de género"; y del "homicidio simple" con referencia a la niña.

El hecho conmocionó a la localidad cordobesa, que durante años pidió justicia por la desaparición de Marisol y de su hija. Del cadáver de la adolescente de 18 años sólo apareció una parte, mientras que el cuerpo de Luz Morena Olivera (2 años) nunca fue encontrado.

Córdoba: los tribunales en Villa Dolores fueron testigos de nueve días de juicio oral. Foto: la Voz
Córdoba: los tribunales en Villa Dolores fueron testigos de nueve días de juicio oral. Foto: la Voz

La joven Marisol y su hija desaparecieron en Traslasierra el 2 de febrero de 2014 y la investigación permaneció cuatro años sin grandes avances. Las pericias policiales indicaron que el criminal mató a golpes a la joven y a su chiquita. Y que luego arrojó los cuerpos al dique La Viña.

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Hubo innumerables rastrillajes y hasta inspección de la zona con buzos en el lago, pero los cuerpos no fueron encontrados.

El 1 de noviembre de 2018, casi cinco años después de los homicidios, hallaron el cráneo de Marisol y eso permitió que la fiscalía trabajara sobre la hipótesis del doble crimen. 

“No tenías ningún derecho a cagarnos la vida como lo hiciste, nunca te hicimos nada, que Dios y la Virgen te perdonen, porque yo no te voy a perdonar nunca. Ella era la persona más hermosa y buena que había”, fue el testimonio de Gloria Reartes, hermana de la víctima durante el juicio oral. 

Con los ojos húmedos y la mirada clavada en ese vecino inculpado, Gloria descargaba su bronca e indignación en el tramo final del juicio. Afuera de tribunales, ciento de personas clamaban con pancartas y cánticos "Justicia por Marisol", según publicó La Voz.   

Córdoba: familiares y allegados a las víctimas esperando el fallo con pancartas en pedido de Justicia. Foto: La Voz
Córdoba: familiares y allegados a las víctimas esperando el fallo con pancartas en pedido de Justicia. Foto: La Voz

Poco menos de dos horas de deliberación tuvo el jurado para condenar al acusado. Murúa negó las acusaciones. Afirmó que nunca habría hecho “eso”, y se victimizó diciendo que "la Justicia no lo había escuchado".

Lo cierto es que a pesar de la condena no se sabe dónde dejó los cuerpos.

“No hay testigos que lo hayan visto directamente, no hay una cámara de seguridad que lo haya filmado cometiendo el hecho, pero hay enormes indicios de que cometió los crímenes, si esos indicios son convergentes y unívocos, es un modo válido de llegar a la verdad real”, dijo el fiscal de Cámara, Sergio Cuello.

Marisol Reartes y su hijita Luz desaparecidas en febrero de 2014.
Marisol Reartes y su hijita Luz desaparecidas en febrero de 2014.

El fiscal indicó que hubo un indicio muy fuerte para inculpar al finalmente condenado, "lo motivacional”, ya que Marisol se alejaba afectivamente de él y lo rechazaba.

En su alegato, el abogado querellante Eduardo Cúneo afirmó que, por lógica, la muerte de la niña, de dos años, incluyó la figura de alevosía. Tanto el querellante como el fiscal pidieron la prisión perpetua para el imputado.

El tribunal técnico estuvo integrado por Santiago Camogli, Carlos Escudero y Facundo Gil.

El prontuario del doble femicidio

Cuando se produjo la desaparición de Reartes y de su pequeña hija, nadie sabía que Murúa, en 2009, había matado a Brenda Arias en un pueblo del norte de San Luis.

El caso recién se esclareció durante el 2018 cuando se confirmó aquel femicidio, y el inculpado fue condenado a 38 años de prisión.

El prontuario de Murúa es extenso. Desde 2003, que recibió diversas condenas y prisiones por violencia de género, abusos sexuales y robos.

Murúa recibió perpetua por el femicidio de Marisol Reartes y de su hija de 2 años. Foto: La Voz
Murúa recibió perpetua por el femicidio de Marisol Reartes y de su hija de 2 años. Foto: La Voz

Los hermanos del inculpado coincidieron en que Murúa tenía éxito con las mujeres. Aunque este exitismo iba de la mano de la violencia: se sabía que no soportaba ningún tipo de negación.

La historia del femicida y su víctima está sellada por los vínculos familiares: crecieron como vecinos en el pueblo de Los Hornillos.

Cuando Reartes tenía 16 años, fue madre de una niña, producto de su vínculo con Damian Oliva, otro joven de la zona, con quien no continuó la relación.

El 2 de febrero de 2014, la adolescente partió de la casa de su madre con Luz en brazos hacia la Ruta 14. Nunca más se supo de ellas. El Fiat Duna de Murúa fue avistado esa mañana en el sector.

Horas antes, en el Facebook de Marisol apareció la frase “No aguanto más, me quiero ir”. Luego se sabría que esa publicación la había escrito Murúa que tenía acceso a la red social de Reartes. Lo hizo para despistar. Un modus operandi que utilizó en el 2009, cuando mató a Brenda Arias.

En los dos casos, Murúa fue “solidario” con los familiares de sus víctimas, y simuló colaborar en las respectivas búsquedas.

Ahora, la Justicia le puso punto final a un caso que ensombreció durante años a la localidad de Traslasierra.