Cómo fue la despedida "definitiva" de Kiss, los inoxidables rockeros del maquillaje eterno

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Iluminados y eternos, con el maquillaje y los disfraces como fuente de la juventud, los integrantes de Kiss llevan 50 años de carrera.

Pero todo concluye al fin, nada puede

Iluminados y eternos, con el maquillaje y los disfraces como fuente de la juventud, los integrantes de Kiss llevan 50 años de carrera.

Pero todo concluye al fin, nada puede

escapar, y un día llegó el anuncio de la última gira del grupo, que arrancó en 2019 y a fines de este año concluirá definitivamente.
Paul Stanley y Gene Simmons, de Kiss, en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.
Paul Stanley y Gene Simmons, de Kiss, en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.

Argentina tuvo un bonus inesperado que llenó de alegría a sus fans, el Kiss Army local: trajeron su gira en abril del año pasado y ese iba a ser su última presentación en el país. Pero en enero de este año se confirmó un festival llamado Masters of Rock, que contaba con los mismísimos Kiss.

Segunda despedida, pues, tan grandiosa y efectiva como la anterior y como siempre. Porque Kiss no solo es sinónimo de una teatralidad caricaturesca, sino que se basa en la contundencia de una docena de hits clásicos y atemporales, que han cautivado a tres generaciones de fans.

Gene Simmons en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.
Gene Simmons en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.

Salvo pequeñísimas modificaciones, el recital del viernes 29 de abril fue idéntico al del 23 de abril de 2022. Kiss sabe lo que quiere su público y se lo da servido en bandeja, sin miedo a las repeticiones. Sus shows son como una pequeña obra de teatro donde todo está ensayado y muy poco es espontáneo.

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Los elementos son todo espectaculares: canciones para corear en continuado, explosiones y fuegos artificiales, plataformas que descienden del techo del escenario, una tirolesa que lleva a Paul Stanley hasta una tarima en la torre de sonido, un truco de lanzallamas para Gene Simmons, un solo de batería de Eric Singer y hasta el derroche de sangre saliendo de la boca del bajista.

Kiss en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.
Kiss en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.

Para coronar todo, encima, está el carisma demagógico de Paul Stanley, que saluda, agradece y hace comentarios en un rudimentario pero simpático castellano, pronunciando "Buenos Aires" como un gritito agudo.

El festival

Masters of Rock es una variación sobre el histórico Monsters of Rock, que va cambiando de nombre según el país. Aquí llegó con cuatro bandas e invitó además a una banda local, los legendarios Horcas, que estuvieron a cargo de la apertura, bien temprano en la tarde.

Siguieron el power metal sinfónico de Avantasia, el duro rock metálico de Helloween, los clásicos Deep Purple (con tres integrantes originales, incluyendo al cantante) y los alemanes de Scorpions, quizás lo más deslucido del line-up por una floja performance del cantante Klaus Meine,

El público del festival Masters of Rock. Foto: Martín Bonetto.
El público del festival Masters of Rock. Foto: Martín Bonetto.

Por supuesto que muchos prefirieron obviar todo eso y llegar puntualmente para el plato fuerte: la despedida de Kiss en Argentina. Había muchos fans maquillados como sus ídolos, remeras de visitas anteriores y un desbordante cariño y pasión.

La hora de Kiss

A las 22 horas, con más de 30 mil personas en el enorme predio del Parque de la Ciudad, con su emblemática torre y gigantescos juegos abandonados, las pantallas de video mostraron a los músicos de Kiss saliendo del camarín.

"¡Muy bien, Buenos Aires -dijo Paul Stanley en inglés- si ustedes quieren lo mejor, aquí tienen la mejor banda, Kiss!".

Kiss y su aparición en plataformas que descendieron del techo del escenario del festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.
Kiss y su aparición en plataformas que descendieron del techo del escenario del festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.

El cantante, el bajista y el segundo guitarrista apareciendo parados en unas tarimas circulares que descendieron desde el techo del escenario, hubo poderosas (y hoy algo anacrónicas) explosiones y empezaron con Detroit Rock City.

A partir de ese momento, y durante dos horas exactas, Kiss ratificó todas las virtudes que lo llevaron a ser una de las bandas más exitosas de la historia. El desfile incesante de estribillos pegadizos no se detuvo nunca, salvo el momento para el respiro de los infaltables solos de bajo, guitarra y batería.

Kiss en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.
Kiss en el festival Masters of Rock en Parque de la Ciudad. Foto: Martín Bonetto.

El sonido fue enérgico y preciso, y el resultado tan efectivo como siempre. Hicieron temas como Deuce, Heaven's on fire, Say Yeah, Lick it up, Calling Dr. Love (con Simmons diciéndole "Puto" y "Maricón" a un cliente de la historia que cuenta el tema), I was made for lovin' you, Beth (con el baterista en piano y voz) y Rock and roll all nite.

Para coronar todo y salir tarareando, después sonó (como es habitual) God gave rock and roll to you, de Argent en la versión Kiss del '91.

MFB

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