Le dieron perpetua por matar a una chica que nunca apareció: "Que nos diga qué hizo con Daiana"

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Darío Suárez (45) fue condenado este martes a prisión perpetua por el femicidio de su vecina, Daiana Garnica, una adolescente de 16 años que fue vista por última vez en mayo de

2017 en la ciudad de Alderetes, en Tucumán, cuando salió de su casa para encontrarse con él. El cuerpo de la víctima nunca apareció. Su familia ahora reclama que el asesino cuente qué hizo con ella. 

El condenado fue hallado culpable de los delitos "de privación ilegal de la libertad, en concurso ideal con el delito de homicidio agravado por haber sido cometido por un hombre contra de una mujer mediando violencia de género en calidad de autor en perjuicio".

Fue el tribunal de la V de la Cámara Penal Conclusional, integrado por los jueces Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, el que decidió la condena, coincidiendo con el pedido de penas solicitado por la fiscalía y la querella.

Daiana Garnica vivía en Tucumán y desapareció tras encontrarse con un vecino.
Daiana Garnica vivía en Tucumán y desapareció tras encontrarse con un vecino.

Tras declararlo culpable, los jueces ordenaron que Suárez permanezca en prisión preventiva y sea trasladado de forma inmediata al penal de Villa Urquiza, por el término de seis meses o hasta que quede firme la sentencia.

"El señor Suárez enfrenta ya la condena a la pena mayor que prevé nuestro Código Procesal Penal, por lo tanto, es previsible o creíble que cualquier oportunidad pueda ser aprovechada para darse a la fuga y eludir el cumplimiento de la pena", argumentó el tribunal.

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Antes de conocer la pena, la hermana de Daiana hizo uso de las palabras finales y solicitó a los jueces que hicieran "justicia" por la adolescente.

"A lo largo de este juicio pudieron notar el dolor de nuestra familia por la falta de Daiana", manifestó la mujer, tras lo cual advirtió: "Sí Darío queda en libertad puede haber otras víctimas".

Daiana tenía 16 años al momento de su desaparición.
Daiana tenía 16 años al momento de su desaparición.

Luego, la hermana se refirió al hecho de que nunca se haya podido localizar el cuerpo de la adolescente: "Si pudiéramos llegar a su corazón (en referencia a Suárez) para que nos diga qué hizo con Daiana, dónde está... Le hizo mucho daño a nuestra familia, a mis padres se le pasan los años, se les va la vida sin Daiana. Nos falta alguien fundamental", expresó.

Por su parte, Suárez también habló antes del veredicto y negó los hechos: "No tengo nada que ver con la chica (por Daiana), jamás le haría daño a nadie y menos a su familia", dijo.

De acuerdo a lo determinado en la causa, la tarde del 6 de mayo de 2017 Daiana salió de su casa, ubicada en la ciudad tucumana de Alderetes, donde vivía junto a sus padres, para encontrase con Suárez, quien era su vecino. Desde entonces nada más se supo de ella.

La adolescente salió de su vivienda sin su teléfono celular, por lo que su madre al ver que no regresaba lo revisó y encontró un mensaje de Suárez, enviado a las 19.19, que decía que ya estaba esperándola cerca de la parada de colectivos.

La familia de Daiana Garnica, en una marcha que se realizó en 2017. Foto La Gaceta
La familia de Daiana Garnica, en una marcha que se realizó en 2017. Foto La Gaceta

En los mensajes, Suárez se refería a la adolescente como 'hermanita chiquita' y le pedía que lo acompañara a comprar un aire acondicionado para su madre. “No le cuentes a nadie”, terminaba el SMS que le envió ese 6 de mayo. Sin embargo Daiana le contó a su mamá que estaba por encontrarse con el hombre.

Los mensajes intercambiados entre la adolescente constituyeron una prueba fundamental para probar que Suárez era el culpable del crimen.

"Suárez y Daiana se encontraron ese día y a esa hora en el lugar acordado, momento que el condenado contra la voluntad de la adolescente procedió a privarla ilegítimamente de su libertad para luego matarla", señaló el fiscal Gerardo Arch, quien consideró que "fue un hecho previamente preparado".

En tanto, el fiscal Osvaldo Martínez Terán, que también intervino en el proceso, sostuvo que "el cuerpo de Daiana no apareció y no se sabrá nunca donde está, salvó que Suárez diga la verdad de lo que le hizo".

Desde la desaparición de la joven, Suárez fue casi el único sospechoso. En un principio se creyó que pudo haber entregado a Daiana a una red de trata y por ello se realizaron distintos allanamientos e incluso se analizó un billete de 5 pesos que tenía un pedido de auxilio escrito en él. Pero todo dio negativo.

También se hizo foco en un horno del lugar de trabajo del sospechoso en el que se encontraron restos que podían ser óseos e incluso una pieza de metal, la que se sospechaba que era el piercing que tenía Daiana. Pero esas pruebas desaparecieron y por ese hecho fueron detenidos diez policías que más tarde recuperaron la libertad.

Con información de Télam

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