Hace justo un mes el Fondo Monetario distribuyó un comunicado en el que le marcaba la cancha al ministro de Economía, Sergio Massa, sobre cuatro aspectos de la política económica.
Señalaba
Hace justo un mes el Fondo Monetario distribuyó un comunicado en el que le marcaba la cancha al ministro de Economía, Sergio Massa, sobre cuatro aspectos de la política económica.
Señalaba
A los pocos días de aquel comunicado, el organismo dio a conocer un informe con más precisiones sobre cada uno de estos temas y las perspectivas de la economía argentina. En el tema energético, concretamente, ratificó en sus páginas que los subsidios energéticos tenían que bajar de 1,9% del PBI en 2022 a 1,5% para este año. Y que en abril el Gobierno debía publicar una nueva resolución ejecutando la eliminación de los subsidios a la luz completamente para los sectores de mayores ingresos y además subir tarifas 31% para los comercios.
Así, en este contexto y apurado por el FMI, el Gobierno dio pasos a toda velocidad entre el viernes y el martes. Comunicó que las boletas de gas suben 30% en todo el país y las de luz 400% interanual al menos en Buenos Aires y el Conurbano.
Las correcciones en las tarifas suceden en paralelo a otros ajustes, todos en línea con los pedidos del FMI: el Banco Central aceleró el ritmo de devaluación desde aquel informe del organismo y también aumentó la tasa de interés.
La economía argentina atraviesa turbulencias cambiarias desde hace dos semanas, concretamente desde que el dólar blue aumentó $ 100 en 15 días y llegó a cerca de los $ 500 la semana pasada ($ 474 ayer). Esto llevó al Gobierno a hacer anuncios para calmar los dólares financieros y blue, mientras en paralelo busca flexibilizar el programa con el FMI y ver cómo se asegura el desembolso que le corresponde en junio pero además que el FMI le adelante los giros de septiembre y diciembre. Unos US$10.000 millones.
En abril de 2021, hace ya dos años, el ex ministro de Economía Martín Guzmán chocó contra La Cámpora cuando buscó un acuerdo con el FMI y no lo logró imponerse debido a la resistencia del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, de reducir los subsidios. Basualdo era respaldad políticamente por Cristina Kirchner.
Un año después, en marzo de 2022, Guzmán logró cerrar un acuerdo a días de que la Argentina entrara en default con el FMI. Máximo Kirchner, diputado, y La Cámpora votaron en contra. El FMI proponía una suba de 60% promedio y el kirchnerismo 20% (según lo autorizado por audiencias públicas).
Guzmán se fue y asumió Massa en agosto de 2022. Prometió que en septiembre ajustaría las tarifas. No sucedió. Energía justificó las demoras porque decía que sólo el 3% de los hogares que debían anotarse en el registro de subsidios lo habían hecho.
¿Por qué el kirchnerismo no invalida estos aumentos de tarifas ahora entonces?
Porque es la carta que ayudará, vía Massa, al Frente de Todos a obtener la mejor negociación en Washington para regresar con plata de cara las elecciones.