El exministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro aseguró este martes que "no había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló", al referirse a la
D'Alessandro declaró como testigo ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 porteño que juzgan a tres policías por homicidio y a otros 11 por el encubrimiento del hecho: "Los efectivos mostraron irregularidades graves ante un hecho gravísimo", admitió el funcionario.
La presentación de D'Alessandro se llevó a cabo tras dos meses del inicio del debate oral, en la octava audiencia que se está llevando a cabo en la sede de Tribunales ubicada sobre calle Paraguay al 1500.
El primer interrogatorio a D’Alessandro fue realizado por el abogado querellante Gregorio Dalbón, que representa a la familia del chico que jugaba en Barracas Central.
"En el momento del hecho era el jefe político, no el jefe operativo. Sabemos en cada lugar que está un policía porque tienen geoposicionamiento, y también cada móvil para saber cuál es el rol que cumple y cómo se desplaza", declaró D'Alessandro.
Y luego explicó: "En este caso en particular hubo primero una noticia y a medida que fueron transcurriendo las horas, actuamos de forma inmediata con la oficina de Transparencia. Cuando la oficina tomó conocimiento, empezó con las actuaciones. Lo que hicimos fue preservar las imágenes, iniciamos el sumario y me comuniqué con el juez de menores”.
"No se cumplió con la identificación, con el balizamiento que necesita tener una brigada al momento de actuar. No había una situación de peligro que amerite una maniobra como la que se desarrolló. Al momento de preguntar qué hacía la brigada ahí, me dijeron que estaban actuando en una causa, pero la fiscal actuante, de una fiscalía de la Ciudad, no dio la orden de estar ahí, en ese momento. Las cámaras y el geoposicionamiento mostraron que no actuaron de la manera que debería haber sido", declaró el exfuncionario porteño.
D'Alessandro declaró que el trabajo de las Brigadas de seguridad trabajan "por orden judicial o de prevención" y que siempre "hay una orden de servicio para saber por donde se están desplazando".
"Es obligatorio identificarse, cada vehículo tiene la sirena, o balizadas. La gente debe portar chalecos que los identifiquen y sus credenciales”, continuó el exministro de seguridad.
Lucas González fue asesinado el 17 de noviembre de 2021, cuando tres agentes de la Brigada 6 de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad lo interceptaron y dispararon contra el auto en el que el chico de 17 años iba con tres amigos, con los que acababa de salir del entrenamiento de Barracas Central.
Como no llevaban vestimenta policial y el auto no tenía balizas, los chicos pensaron que podían ser ladrones e intentaron escapar, por lo que los efectivos les dispararon.
Uno de esos disparos impactó en la cabeza de Lucas, quien murió al día siguiente en el Hospital El Cruce de Florencio Varela.
De acuerdo con la investigación, tras disparar contra los jóvenes, los policías intentaron simular que se había tratado de un enfrentamiento con delincuentes.
Una maniobra a la que se habrían sumado otros efectivos, que "plantaron" un arma en el auto de las víctimas y detuvieron a dos de los amigos de Lucas, mientras que el tercero escapó y se presentó más tarde con sus padres para contar lo que había sucedido.
Más allá de D'Alessandro, en esta octava audiencia declaran otros policías que estuvieron durante el procedimiento en el que fueron detenidos Julián Salas (19) y Joaquín Zuñiga (19), dos de los amigos que viajaban con González.
También dan su testimonio ante los jueces Ana Dieta de Herrero, Daniel Navarro y Marcelo Bartumeu Romero, testigos de concepto aportados por las defensas de los policías implicados.
A la salida de Tribunales
A la salida de Tribunales, D'Alessandro calificó al crimen como "aberrante", que en lo personal "no está de acuerdo en cómo actuaron las fuerzas policiales", y aseguró que aportó "todas las pruebas que tenía" para esclarecer la participación de la Policía de la Ciudad en el homicidio al joven.
"Aporté los datos que me pidió el Tribunal - aseguró el exfuncionario porteño-. Hubo irregularidades y los denuncié en ese mismo momento. Pero ahora le toca a la Justicia dictaminar sobre este caso", enfatizó.
Cuando se lo consultó por si el crimen se trató de una cuestión racial, el exministro de Seguridad no dudó: "Si hubo un crimen de odio no me corresponde a mí hacer esa evaluación, las pruebas están a disposición de la Justicia".