La noche del domingo 19 de mayo de 2019, Aníbal Suárez (22) salió de la casa de sus tíos, en San Miguel del Monte, en su Fiat 147 Spazio. Pasó por la
Los chicos solían reunirse allí para conversar. A los varones, además, les encantaba andar en skate.
A la 0.30 del lunes 20 llegaron a la laguna. Apenas 15 minutos más tarde, por razones que nunca se esclarecieron, los empezó a perseguir un patrullero sobre la avenida Almirante Brown.
Ellos iban divirtiéndose como cualquier joven a sus edades, escuchando música. Otro vehículo de la Policía Bonaerense se sumó a la persecución.
Según determinó la Justicia, los agentes dispararon cuatro veces, sin motivo. A bordo de esos patrulleros iban el capitán Rubén Alberto García, el oficial Leonardo Daniel Ecilape, el oficial ayudante Mariano Ibáñez y el oficial Manuel Monreal.
En los videos de las cámaras de seguridad que lograron preservar (porque otros fueron borrados intencionalmente para ocultar pruebas), se vio cuando uno de ellos (García) sacaba medio cuerpo por una ventanilla para tirar.
La primera versión que brindó la Policía aseguraba que fue un solo patrullero, que volvía de un control vehicular, el que siguió al auto y que, por un llamado al 911, intentó pararlo pero el 147 escapó.
El coche terminó impactando contra el acoplado de un camión estacionado sobre colectora de ruta 3, a la 0.50.
Suárez, Camila López (13), Danilo Sansone (13) y Gonzalo Domínguez (14) murieron por el impacto. También los acompañaba Rocío Quagliarello (13), la única sobreviviente, que estuvo casi un mes internada.
Las mentiras, las declaraciones falsas y la trama de encubrimiento de los policías fueron saliendo a la luz con el correr de las horas. El caso se conoció como la Masacre de Monte.
Aníbal Suárez era de Concepción de la Sierra, un pueblo del sur de Misiones. Hacía un año y medio que vivía en San Miguel del Monte, junto a sus tíos.
Le gustaba andar vestido de gaucho e ir a las domas. "Trabajaba en una chanchería y se pudo comprar el auto. Ahora lo tengo en un cajón", se lamentó su tío, Hugo Suárez.
"Era humilde y, por sobre todo, muy trabajador", resaltó el hombre sobre su sobrino, quien soñaba con viajar a Misiones en ese Fiat 147 Spazio que terminó destrozado tras el impacto.
Aníbal lo había comprado hacía un par de meses y todavía no había hecho los papeles para ponerlo a su nombre. Según su familia, días antes del hecho iba por la ruta 3 y lo paró la Policía.
"Como no tenía a la transferencia lo llevaron a la comisaría. Le dijeron que la multa era de 35 mil pesos, por lo que debía pagarles 5 mil pesos para irse a su casa con el auto", relató su tío en aquel momento. El joven les dio finalmente 4 mil pesos que fue a buscar a su casa.
"Mi sobrino se asustó y seguro lo corrían para sacarle plata. Estaba marcado", especuló Suárez sobre lo ocurrido la trágica madrugada.
Este miércoles 17 de mayo llegó el día esperado para las familias de las víctimas en los tribunales de La Plata, adonde llegaron para escuchar el veredicto contra los cuatro policías.
EMJ
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