"Éramos una familia tipo. Fuimos la familia perfecta, nuestra infancia fue la mejor porque nuestra mamá mantenía todo a espaldas nuestra", cuenta Florencia Bottone (30) a Clarín. El miércoles a las
Milagros había salido a comprar algo con su mamá. Cuando regresaron, al abrir el portón del garaje encontraron adentro a Bottone y corrieron a pedir ayuda. El hombre mató a su propia hija, que quiso defender a su mamá, y golpeó a su ex esposa. Luego del crimen, entró a la casa y se suicidó.
"Era la plata, todo el problema de él era la plata. Este jueves tenían que firmar la división de bienes y concretar el divorcio. Era mi mamá la que tenía las propiedades, él nunca quiso trabajar, vivían de esos alquileres. Cuando se divorciaron, él quería más. Por eso la volvía loca", contó Florencia a Clarín.
En 2009 Florencia tenía 16 años. Echó a su propio padre de la casa que compartían después de ver cómo golpeaba a su mamá. "Después él pidió perdón, le dijo que estaba estresado por el trabajo y ella le creyó. Lo perdonó y volvieron a estar juntos. Pero siempre fue así. Después nos empezamos a enterar que él cometía infidelidades y cuando ella le pedía explicaciones, él le pegaba", relató.
Mercedes Martínez había denunciado a su ex pareja en varias oportunidades. Tenía una restricción de acercamiento y un botón de pánico que accionaba permanentemente. Bottone la perseguía. Todos los días, a la misma hora, pasaba por la puerta de su casa y tocaba bocina. Su perra lo reconocía y ladraba, por eso sabían que era él. La esperaba en la puerta de los negocios, sabiendo la hora a la que salía. "Él sabía que la Justicia no hacía nada, que no le iba a pasar nada, entonces hacía lo que él quería. La restricción de acercamiento la incumplía como quería", recuerda la hija del asesino.
Bettina Croppi, fiscal general adjunta de Córdoba, dijo a medios cordobeses que Bottone "había sido denunciado tres veces por ellas entre 2021 y 2022".
La primera fue realizada en octubre de 2021 por "violencia económica". En ese momento, "la Justicia le había impuesto al agresor medidas de restricción y le habían secuestrado armas de fuego". Y a la mujer "se le había entregado un botón antipánico", detalló Croppi a Canal Doce de Córdoba.
Un mes después, el hombre fue nuevamente denunciado por "violar la orden de restricción" y se lo imputó por "desobediencia".
El año pasado se recibió la tercera denuncia, en ese caso realizada por su hija Milagros por "amenazas de muerte". Florencia, se quejó: "A mi hermana no le quisieron dar el botón de pánico. Ella lo pidió. Mi papá estaba ensañado con nosotras, conmigo y con Milagros, porque defendíamos a mi mamá. Incluso mirá, mi hermana se murió defendiéndola. Mi mamá es la persona más buena del mundo. Tuvo linfoma de hodgkin y ahora le detectaron cáncer de mama".
La fiscal manifestó que esas denuncias "no ameritaban la detención" de Bottone: "Estas causas de amenaza simple y de desobediencia policial no ameritan la aprehensión de una persona. La respuesta represiva del Estado no sirve para cambiar estructuras que están instaladas en la sociedad", justificó.
"Yo lo que quiero ahora es que haya justicia por mi hermana. Que los que tenían que trabajar para evitar esto también tengan sus consecuencias", lamentó Florencia.
El hecho
"Florencia y Anabella trabajan a pocos metros de la casa de la familia. A las 9, Milagros se estaba bañando para salir al supermercado con su mamá. A las 9.30 las fueron a buscar.
"Yo pensé que habían entrado a robar, nunca esperé esto. Pensé que esto pasaba en la televisión, yo lo veía pero no puedo creer que haya pasado en mi casa, que haya matado a mi mamá. Él mató a mi hermana para hacerla sufrir porque mi mamá estaba tirada en el piso y él le tiró cuatro veces a mi hermana, si la hubiera querido matar a mi mamá hubiera podido", lamentó la joven.
La mujer resultó herida con varios cortes en la cabeza por los culatazos que le pegó Bottone. También con una lesión en las costillas por las patadas.
No saben cómo, Bottone logró entrar a la casa incumpliendo la perimetral. Fue ahí cuando Milagros intercedió para defender a su madre y que dejara de pegarle. Su papá le disparó y el primer tiro le pegó en la garganta. Murió sin que pudieran hacer nada para ayudarla.
Luego, Bottone regresó a la casa y con la misma arma, se mató de un tiro en la cabeza.
Martínez logró activar el botón de pánico y la policía se encontró con la escena. Ahora la mamá de la víctima fue dada de alta y esperan poder despedir a Milagros este viernes por la mañana.
La investigación está a cargo del fiscal de Córdoba Gerardo Reyes, que esperaba los resultados de los peritajes antes de archivar la causa por homicidio.
"Les voy a pegar 100 tiros. Les voy a quemar la casa. Esas eran las amenazas que recibíamos de mi papá", confió Florencia. "Mi mamá hizo todo, hicimos todo para evitar esto y nadie nos escuchó".
MG