Un sitio argentino es el primer "Tinder" entre investigadores y empresas

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Hay cinco universidades de la Argentina que tienen proyectos desarrollados dentro de sus claustros y que actualmente están en conversaciones con empresas privadas, interesadas en adquirir esas ideas. Como si se tratara

de un club de citas, esas conversaciones están teniendo lugar en el mismo sitio: un “marketplace”, Trampoline Network, dedicado a unir a los investigadores con las empresas.

Trampoline fue fundado el año pasado por Ginés Perea, un emprendedor que hace 20 años ya había creado y vendido su primer desarrollo (Imagoo) y que ahora puso el foco en hacer de “Tinder” entre la innovación y las empresas que buscan comprar esa propiedad intelectual en vez de invertir en un departamento de investigación y desarrollo.

“Lo que buscamos es ser una plataforma de vinculación entre las empresas, los gobiernos, las universidades y otros actores que producen conocimiento potencialmente aplicable”, dijo Perea a Clarín. “Ya tenemos convenios cerrados con 25 universidades en todo el país, tanto públicas como privadas, y contamos con personería jurídica también en España y Estados Unidos”.

Equipo de Trampoline junto al ex ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.
Equipo de Trampoline junto al ex ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.

Perea presentó este nuevo desarrollo el jueves, en un salón de un hotel de Recoleta que quedó chico, tanto por la cantidad de invitados como por quienes fueron para respaldar el proyecto. Estaban desde el empresario Santiago Soldati, quien se ubicó en un discreto segundo plano, hasta el ex ministro de Ciencia, Lino Barañao, quien fue uno de los que hizo de presentador.

Entre sus patrocinadores figura la red de universidades Scholas Ocurrentes, la organización que impulsa el Papa Francisco. El proyecto también sumó como “tutor” a un especialista de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

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-¿Cómo van a sustentar el negocio de la plataforma? -preguntó Clarín a Perea.

-Cobramos el 5% de cada transacción, sólo si se concreta, si se trata de un caso de éxito. Además, si la transferencia de tecnología tiene un fin social y se realiza a título gratuito, nosotros tampoco cobramos.

-¿Ya hay transacciones en marcha?

-Actualmente tenemos 5 conversaciones abiertas entre universidades y empresas, en plenas negociaciones para poder adquirir estas ideas, que están dentro de Trampoline. No podemos dar más información por una cuestión de confidencialidad. Sí podemos decir que estos negocios tardan entre 3 y 6 meses en concretarse.

Uno de los ejes del negocio, agregó Perea, es la enorme cantidad de empresas chicas y medianas que no cuentan con recursos, tanto financieros como humanos, para dedicarse a las tareas de investigación y desarrollo, pero que en no pocas ocasiones podrían adquirir tecnología a terceros para mejorar sus procesos o lanzar nuevos productos.

“Sabemos que las pymes no cuentan con centros de I+D y que las grandes empresas apuestan cada vez más a la innovación abierta para potenciar a sus propias áreas de I+D, fortaleciendo sus alianzas con las universidades”, agregó el emprendedor. “En este sentido Trampoline se presenta como un gran facilitador para que ideas disruptivas se conviertan en innovación”.

-¿Contra qué otros sitios o marketplaces están compitiendo?

-Con ninguno. Somos el primer marketplace dedicado a la innovación en todo el mundo. Y lo desarrollamos acá en Buenos Aires.