Festival de Cannes: ¿Dónde hay una entrada?

Espectaculos
Lectura

Las cosas cambian, evolucionan, y también, empeoran. Un tema central en el Festival de Cannes, fundamental, es ver las películas. Es un festival de cine, y si no

se viene a ver películas, ¿a qué se viene a Cannes?

Pero a diferencia de otras muestras internacionales Clase A, aquí las entradas para las salas no tienen precio. Y no lo tienen porque no se venden, no están a la venta.

Entonces, ¿cómo acceder a los cines, cómo ver lo nuevo de Pedro Almodóvar, Wim Wenders, Wes Anderson, Nani Moretti o un ignoto realizador que proviene de Africa?

Los fans, a la espera de conseguir una invitación, s'il vous plaît. Foto Reuters
Los fans, a la espera de conseguir una invitación, s'il vous plaît. Foto Reuters

Fácil, o no tanto. Hay que acreditarse, o conseguir alguna invitación para las funciones que no son de prensa.

En Venecia o Berlín, las entradas se pueden adquirir. En la Mostra de Venecia, por ejemplo, las funciones de la tarde o noche son más caras que las matutinas. Y en el de Toronto he visto en la fila de acceso de una de las Galas, a las que asisten las estrellas de las películas, cómo se compraba por 50 dólares canadienses -o sea, el precio multiplicado por 5- una platea para ver más o menos de cerca a George Clooney.

BANER MTV 1
El anuncio de la nueva de Harrison Ford, como Indiana Jones. Fue uno de los títulos que llenó la Sala Lumière. Foto AP
El anuncio de la nueva de Harrison Ford, como Indiana Jones. Fue uno de los títulos que llenó la Sala Lumière. Foto AP

Es común, desde siempre, ver a muchos habitantes de Cannes estar parados estoicamente, vestidos de gala si es para una función nocturna del Grand Theatre Lumière, en los alrededores o en los mismos accesos a la Sala, con un cartelito escrito a mano, con mayor o menor ingenio, pidiendo s'il vous plaît (por favor), un ticket o una invitación.

Pero ¿quién puede dárselos?

Todo es válido para ver a las estrellas. Si no se consiguen tickets, por lo menos desde arriba de la escalera se los verá mejor. Foto AFP
Todo es válido para ver a las estrellas. Si no se consiguen tickets, por lo menos desde arriba de la escalera se los verá mejor. Foto AFP

En otros tiempos, los acreditados de prensa podíamos pedir tickets para alguna de las funciones de la Lumière. Eran tiempos prepandémicos, y la suerte dependía de si la capacidad de la Lumière estaba colmada, y de la capacidad de seducción hacia la gente de prensa del Festival. En algunos Festivales internacionales, se controla si un acreditado pide un ticket, y luego no lo utiliza. Es algo que se controla por la lectura del sistema de barras.

Entonces, antes, si por algún motivo extraordinario uno tenía una entrada, y no iba a utilizarla, se acercaba a la Croisette, el boulevard al que da el Palais des Festivals, y la regalaba a los que la pedían s'il vous plaît.

Pero ahora es distinto. Si se tiene una entrada, la misma tiene impreso el nombre del que la pidió. Y si en el ingreso a la sala se pusieran estrictos, y controlaran el nombre de la credencial con el de la entrada (que puede ser física o tenerla online en el celular), tanto el dueño de la credencial como el que ahora tiene la entrada estarían en problemas.

La circulación de los habitantes de Cannes en los alrededores del Palais, en busca de entradas o invitaciones, es constante. Foto AFP
La circulación de los habitantes de Cannes en los alrededores del Palais, en busca de entradas o invitaciones, es constante. Foto AFP

Por lo general, las invitaciones o tickets se dan en buena parte a productores o distribuidores de la película en cuestión. Por eso es fácil ver cómo las regalan a minutos de que comience la función.

La pandemia cambió todo

Los periodistas que nos acreditamos desde el año pasado debemos reservar las entradas, sea para las funciones de prensa o las abiertas a público y otros acreditados. Por ejemplo, los distribuidores deben pagar un canon para acceder a su acreditación mucho más alto que el que abonamos los periodistas (24 euros).

La reserva se realiza desde cuatro días antes de la fecha a la que se quiere ver un filme. Hay que hacerlo online, y empieza a las 7 AM. O sea que para los primeros días, yo puse la alarma a la 1:54 Am de Buenos Aires, por las 5 horas de diferencia horaria, para poder acceder a las entradas.

Tanto la prensa como los distribuidores de cine deben pagar por sus acreditaciones, y así tener acceso a las salas y ver las películas. Foto AFP
Tanto la prensa como los distribuidores de cine deben pagar por sus acreditaciones, y así tener acceso a las salas y ver las películas. Foto AFP

Pero podía encontrarme con que el cupo estaba Completo. El sistema no es perfecto, y por ejemplo para ver la ceremonia de clausura, a las 7.01 ya me decía que estaba completo. Averiguando con la gente de prensa, recién se iba a habilitar a las 14.

En el Festival de Venecia el sistema de reserva online es el mismo, pero se puede sacar para dos días seguidos. El año pasado igual había que armarse de paciencia, mientras veía en la pantalla de la netbook cómo iba avanzando en la fila, y el sistema se colgaba y había que ingresar de nuevo, y perder el lugar en la cola.

La Mostra de Venecia permite al que va a reservar elegir su ubicación en las salas, o permitir al sistema que tome la mejor ubicación disponible. En Cannes, el sistema elige por uno. Je suis déesolé (lo siento) si no te gusta lo que te consiguió.

Enviado especial

Mirá también

Cómo es la candidata en Cannes, con un tango de Gardel y Lepera

The Idol escandalizó a Cannes, con The Weeknd drogado y la hija de Johnny Depp masturbándose