Cristina Kirchner y dos deseos para 2024: romper con el FMI y más presión fiscal

Economia
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De su última presentación pública, que duró una hora y con la gente soportando una lluvia intermitente, la vicepresidente Cristina Fernández permitió rescatar al menos dos medidas concretas que pretende aplicar, no

ya en lo que queda de este Gobierno, pero al menos en un nuevo gobierno si triunfa la fórmula oficialista, que ella definirá y a la que le delineará de punta a punta al política económica.

Una idea fuerza sería romper con el Fondo Monetario Internacional, o al menos replantear un acuerdo para que la deuda que el país mantiene con ese organismo se pague solo si hay superávit comercial.

La segunda, mayor presión fiscal sobre los que más tienen.

Sobre la deuda con el Fondo Monetario, insistió en saldar la deuda ligando los vencimientos “a un porcentaje de exportaciones”, es decir, se paga solo si hay superávit comercial.

Sobre la presión fiscal, sugirió esto: “El problema que hoy tenemos, acuciante, es la distribución del ingreso. Y miren, créanme que para distribuir el ingreso muchas veces hay que ponerle carita fea a los que tienen mucho porque no se trata de confrontar. ¿O por qué se creen que en mi segundo gobierno pudimos llegar al 51%? ¿O por qué creen que me odian, me persiguen y me proscriben?”.

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Después, lo de siempre: repensar el país, agregar valor a las exportaciones, diversificar las exportaciones, mejorar la distribución del ingreso y los salarios.

No dijo nada, por supuesto, del cepo y la brecha cambiaria, y cómo esa medida (el cepo) y esa consecuencia (la brecha) son las que explican en gran parte porque hoy el Banco Central tiene reservas negativas y hace malabares para liberar dólares -baratos- a los importadores.

No relacionó la falta de reservas, la imposibilidad de financiarse en los mercados de capitales y las consecuencias de financiarse con emisión monetaria, con los desatados números de inflación, que generan más pobreza.

Las críticas al Fondo Monetario se repiten a la par de las conversaciones que el ministro y tal vez precandidato presidencial Sergio Massa busca establecer con el directorio del FMI para que le anticipe fondos frescos.

Lo interesante del discurso de la vicepresidente es que al menos esbozó dos líneas de acción concretas. Ninguno de los que dicen estar en carrera por el Frente de Todos se animó, hasta ahora, a decir algo. Nadie explica cómo la continuidad del kirchnerismo y su visión de la economía al frente del Poder Ejecutivo a partir de 2023 podría mejorar el escenario económico.

Sergio Massa está lidiando con la coyuntura y habla de estabilizar la política como condición necesaria para estabilizar la economía. Agrega muchos actos de campaña maquillados como gestión: un paso nivel en San Fernando, un estímulo a la importación de motos desarmadas para ensamblar aquí, un paseo en tren turístico para unir la localidad de Mercedes (ciudad del ministro de interior y posible candidato Eduardo De Pedro) con Tomás Jofré (un pueblo de 300 habitantes) ubicado a 17 kilómetros y cuyo viaje demandará 45 minutos.

Eduardo De Pedro presentó un video deseando que la Argentina funcione.

Del futuro económico, poco y nada. O todo lo dicho más arriba.