Ocho años en la Ciudad no fueron suficientes para que Horacio Rodríguez Larreta construyera un sucesor a su medida. El procedimiento que terminó con la confirmación de Jorge Macri como candidato a
Vale la pena repasar el proceso. Hasta 2019, año de la reelección de Larreta, se presumía que Diego Santilli, su vice, podría buscar el sillón de Uspallata cuatro años después. Era al cargo al que aspiraba entonces el hoy diputado bonaerense. Pero una decisión estructural llevó a la cúpula del PRO a repetir fórmulas en Ciudad y Provincia, lo que sepultó los sueños porteños de Santilli.
Para esa época ya se especulaba con el corrimiento del vice porteño a Provincia para buscar la gobernación en 2023. La parada previa para instalarse, en el 2021, obligó a otra mudanza polémica: Jorge Macri, jefe del PRO bonaerense e intendente de Vicente López, sólo aceptó bajarse ese año a cambio de un cargo en el Gobierno porteño.
¿Dónde voto?
El traslado también venía con visión de futuro: en acuerdo con Larreta, el primo del ex presidente buscaría la jefatura de Gobierno de la Ciudad, pese a que hasta meses antes cuestionaba estos gambitos electorales.
Si bien en distintos ámbitos -según le consta a Clarín- el alcalde porteño avisaba que "todos podrán jugar" en la interna de la Ciudad, se presumía que Jorge Macri corría con ventaja. Pero la indefinición de su primo más famoso respecto a una postulación presidencial, más una incomodísima foto del ex intendente con Patricia Bullrich, detonaron los puentes con Larreta.
En paralelo, el jefe de Gobierno amplió (y sigue alimentando) el juego que más altera a Mauricio Macri. Profundizó los vínculos con Martín Lousteau, rival interno del PRO porteño para la PASO. Pero además, impulsó tres variantes propias dentro del partido para confrontar con el primo del ex mandatario en la Ciudad: el legislador Emmanuel Ferrario, más los ministros de Educación Soledad Acuña y Salud Fernán Quirós.
La pelea de fondo, siempre se interpretó dentro de Juntos por el Cambio, era con el ex presidente. Y Larreta terminó cediendo ante los Macri: como fue contando Clarín, ninguno de los candidatos promovidos por el alcalde despegó en las encuestas. ¿Valió la pena el tiempo y el dinero gastado en esas campañas
El antecedente D'Alessandro
Pero la capitulación de Quirós también tuvo una lectura interna. Con una idea que da vueltas en el Gobierno porteño/larretismo desde la salida de Marcelo D'Alessandro como ministro de Seguridad, luego de que trascendiera un viaje del funcionario con empresarios del Grupo Clarín y funcionarios judiciales, tras el hackeo ilegal de su teléfono.
La renuncia forzada de D'Alessandro fue el paso más traumático para Larreta. Más allá de lo que se dijo en los medios y de las promesas personales al ex ministro, el funcionario se quería quedar y el jefe de Gobierno prefirió soltarle la mano, acaso pensando en el daño que podría ocasionarle a su campaña presidencial.
El antecedente no cayó bien en un sector del Gabinete. Sobre todo porque horas antes de abrirle la puerta de salida, Larreta anunciaba una baja histórica en el delito en la Ciudad y aún hoy tiene como eslogan gestionar el distrito "más seguro de América Latina".
Los casos de Acuña y Quirós tienen ese punto en común: son ministerios muy valorados y usados como ejemplo para la proyección nacional del jefe de Gobierno. En Educación, el sello es la apertura de escuelas durante la pandemia; en Salud, el manejo del Covid en general.
¿Larreta también castigó a estos funcionarios que funcionan bajando sus candidaturas? Ni. En cuanto a la ministra de Educación, una larretista pura, mantiene el vínculo aceitado con el jefe de Gobierno y él mismo la propuso como eventual vice porteña. ¿De Jorge Macri o de Lousteau?
En cuanto a Quirós, el hermético ministro prefirió mantener reserva de lo que habló con Larreta en las últimas horas, pero en su equipo había cierta decepción con el desenlace de la postulación. Creen, en un punto, que el jefe de Gobierno utilizó al médico sólo para molestar a Mauricio Macri. Y perdió.
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