Swap con China: la oposición teme que se hayan aceptado "condiciones leoninas" y pide citar a Sergio Massa y Miguel Pesce

Economia
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La opacidad de la información que llega desde China referida a la renovación y ampliación del swap de monedas firmado con el Banco Popular de China y el Banco Central de la

Argentina motivó que la oposición exigiera la presencia en el recinto de la Cámara de Diputados del ministro de Economía Sergio Massa y el titular del BCRA, Miguel Pesce.

Este viernes, poco después del mediodía el diputado Martín Tetaz (Evolución radical) presentó un pedido de informe reclamando que ambos funcionarios “informen de manera detallada, verbal y documentalmente” sobre los siguientes puntos:

La oposición quiere saber

1. Que indiquen si se han renovado el préstamo con el Banco Popular de China, por un total de U$S 19.000 millones de dólares.

2. Que indiquen cuál es el plazo de la renovación del préstamo.

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3. Que indiquen cuál es la tasa de interés y las condiciones nuevas para la renovación de dicho empréstito.

4. Que indiquen cuáles serían las condiciones que el organismo requiere para llevar adelante el contrato de renovación.

5. Que indiquen si existe un acuerdo extendido de U$S 5.000 millones adicionales.

6. Que expliquen los términos en que se amortizan ambos montos y un detalle con los vencimientos futuros.

7. Que indiquen si es cierto que lo importes de los desembolsos adicionales o preexistentes son de libre disponibilidad o bien son de afectaciones específicas.

8. Solicitamos que haga público el contrato de swap con yuanes realizado con el Banco Popular de China.

Martín Tetaz.
Martín Tetaz.

Dado que el Congreso está virtualmente paralizado, es posible que este pedido de Tetaz no prospere. Pero es innegable que el pedido de información y transparencia está creciendo, conforme se acercan las elecciones y se acrecienta el temor por la falta de reservas y una corrida cambiaria.

Las respuestas que reclama Tetaz resumen, de alguna manera, lo que se están preguntando en el mercado financiero sobre el tamaño del swap -que en realidad es un préstamo- y el destino que eventualmente podría asignarse a esos fondos.

“Yo personalmente pregunté a funcionarios del Banco Central bajo qué condiciones se recibían los yuanes y me dijeron que no podían responder porque el contrato es confidencial” le dijo Tetaz a Clarín. Lo que se venía diciendo hasta ahora es que el Banco Central chino exigía confidencialidad, pero Tetaz no descarta que sea exactamente al revés.

“Hablé con ex presidentes de nuestro Banco Central que me dijeron que lo último que querían, mientras estaban en el BCRA, era usar los yuanes, porque las condiciones que impone China para poder tocarlos son poco menos que leoninas” dijo Tetaz.

Y especuló: “No descarto que sean los funcionarios argentinos los que reclamen confidencialidad, para no quedar expuestos a un escándalo”.

Tetaz fue más allá: “Me animaría a decir que esto es peor que el Pacto Roca-Runciman (el acuerdo de comercio internacional celebrado en 1933 entre la República Argentina y el entonces Imperio Británico), porque al menos aquel acuerdo era transparente”.

Qué se sabe hasta ahora

Lo poco que se sabe del swap chino es que para el uso de los yuanes, si efectivamente se logra utilizarlos, hay que pagar una tasa de interés de la tasa Shibor más al menos 400 puntos básicos. Hoy esa tasa final rondaría el 7% anual. El Banco Central ha comenzado a vender yuanes para que empresas que importan desde China salden sus facturas. Pero aún no está claro si esos yuanes forman parte del swap o estaban en las reservas del BCRA por fuera de ese acuerdo, es decir, fueron compradas en el mercado abierto.

Pero la delegación argentina no pudo decir formalmente que haya en el acuerdo una parte de los yuanes que sean fácilmente convertibles a dólares para que el BCRA pueda intervenir abiertamente en el mercado cambiario para evitar una disparada de los dólares alternativos, tanto el MEP como el contado con liquidación.

En las últimas semanas lo vino haciendo comprando bonos con dólares y vendiéndolos contra pesos. Por esa vía se fueron de las reservas de libre disponibilidad varios cientos de millones de dólares. Es una intervención que objeta el propio Fondo Monetario Internacional, organismo al que se le está pidiendo un adelanto en los desembolsos que restan para este año, con el objetivo de poder llegar a fin de año sin devaluar el peso.

El FMI, por el contrario, primero quiere que haya una devaluación. No aprueba, por caso, prestar dólares para que se vendan al precio actual del mercado oficial ($ 230) cuando en el paralelo, y en forma legal, empresas y particulares están dispuestos a pagar casi $ 500 por cada dólar.