Swap chino: el mercado también cuestiona la falta de información y la efectividad del acuerdo

Economia
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El primer presidente del Banco Central del gobierno de Mauricio Macri, Federico Sturzenegger, llamó a su par de China, Zhou Xiaochuan, el 16 de diciembre de 2015 a las 3 AM. Conversaron

15 minutos y acordaron convertir yuanes a dólares por US$ 3.100 millones. Aquel fue uno de los pasos que dio Sturzenegger para salir del cepo. Necesitaba reunir la mayor cantidad de dólares para reforzar las reservas del Central.

Acto seguido de ese acuerdo, la entidad explicitó el costo y para qué se utilizaba el dinero: intervención cambiaria. “La conversión incrementará la liquidez de las reservas internacionales del BCRA, con el objetivo de disponer una posición de mayor solidez para ejercer su política de flotación administrada del mercado cambiario”, puso un comunicado. “La conversión requerirá el pago de la tasa Shibor + 400 puntos básicos, lo que corresponde a un costo de financiamiento aproximado para el BCRA menor al 4% en dólares”.

Actualmente, tanto el ministro de Economía, Sergio Massa, como Miguel Pesce, juran y aseguran que los yuanes del swap podrán destinarse para intervenir en el precio del dólar. Pero en el mercado desconfían.

“El mayor logro del gobierno en la gira por China es la renovación del swap de monedas con China por 130 mil millones de yuanes por el plazo de 3 años y la ampliación del monto activado por otros 35 mil millones de yuanes (U$S 5.000 millones), que se suman a los U$S 5.000 millones ya acordados. La activación del nuevo tramo equivale a una línea de crédito para financiar importaciones de origen chino y no aporta liquidez en dólares para otros usos”, contó la consultora Delphos en un informe a sus clientes el viernes a última hora.

Según un ex presidente del Banco Central el swap con China consiste en un proceso de tres etapas:

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- tener el acuerdo,

- convertir los yuanes a dólares,

- usarlos.

“Lo de esta semana fue solo el paso uno. Para el segundo te cobran y para el tercero te cobran y además te ponen condiciones”.

Por último, como la Argentina está bajo un programa con el FMI, la sostenibilidad del swap dependerá también de que el acuerdo de Facilidades Extendidas siga en pie. Argentina afronta dos pagos al FMI en veinte días por US$ 2.600 millones.

El comunicado del Banco Central del viernes no explicitó -como sí se hizo en 2015- que los yuanes podían ser utilizados en operaciones cambiarias. Mientras los funcionarios en China confirmaban su “libre disponibilidad”, el BCRA y Economía distribuían una información en wasap que decía “La libre disponibilidad incluye todo tipo de operaciones financieras”.

“Todo inverificable”, dice otro ex presidente del BCRA del gobierno de Mauricio Macri que viajó a China.

Alejandro Vanoli, ex presidente del Banco Central en el gobierno de Cristina Kirchner -y titular de la ANSeS en el arranque del gobierno de Alberto Fernández-, salió ayer a tuitear sobre el swap chino y criticó que no se sepan los alcances de la operación. “Que se den a conocer todos los detalles del swap y se comparen con otras alternativas tomadas en el pasado y en el presente. Con todos los acreedores. Un poco de honestidad intelectual y dejar de discutir cosas que en el mundo nadie hace.

Vanoli tildó de “positivo” el trato con el Banco Popular de China. “Resulta evidente que un acuerdo sin condicionalidades que permita financiar los pagos comerciales y fortalecer las reservas es positivo. Algunos sectores se “preocupan” por el intercambio con China, que realizan todos los países de la región cualquiera sea su signo ideológico”.

Sin embargo, el economista admitió que no están claro los alcances del compromiso que se firmó en las últimas horas renovando el swap y ampliando en US$ 5.000 millones más entre el Banco Central de la Argentina y su par chino. Simplemente porque no se saben los detalles.

La opacidad de la información que llegó desde China en las últimas horas alrededor de este tema motivó a la oposición exigir la presencia en el recinto de Diputados del ministro de Economía Sergio Massa y el titular del BCRA, Miguel Pesce. El viernes, el diputado Martín Tetaz (Evolución radical) presentó un pedido de informe reclamando que ambos funcionarios “informen de manera detallada”.

El Gobierno explicó a Tetaz y a consultas por privado que las condiciones por las que se reciben los yuanes no se pueden exponer públicamente por razones de confidencialidad.

La pregunta del mercado es por qué el Gobierno se encuentra en una situación apremiante si consiguió US$ 10.000 millones. La consultora 1816 lo expresó así el viernes: “Que el Gobierno haya anunciado restricciones a las provincias para ahorrarse apenas US$ 276 millones habla de lo complicado del panorama”.