Vence una montaña de pesos y el Gobierno intenta patear pagos para después de las elecciones

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El Gobierno inició negociaciones con bancos y fondos comunes de inversión (FCI) para mover una montaña de vencimientos en pesos hasta 2025. Al igual que en el último canje de deuda, el objetivo

es reducir los pagos entre junio y septiembre, que suman unos $ 10 billones, y patear la mayor cantidad posible de compromisos para después de las elecciones de octubre.

La secretaría de Finanzas se reunió la semana pasada con el sector privado para lanzar esta semana la quinta operación de este tipo desde que Sergio Massa asumió como ministro de Economía. "Fue una reunión de aproximación, esperamos la reapertura de junio, julio, probablemente agosto, y estamos viendo el plazo", confirmaron en Economía.

En el mercado, creen que el canje se extenderá hasta septiembre. Junio es el mes más complicado porque vencen $ 1,18 billones,de los cuales cerca del 85% está en manos del sector privado. Luego, los vencimientos son más desafiantes, con $ 4,46 billones en julio, $ 2,2 billones en agosto y 2,5 billones en septiembre, pero con participación preponderante del sector público.

Los bancos privados juegan un rol importante por ser tenedores de títulos largos, en particular duales y ajustados por inflación (CER), mientras que los FCI están posicionados en títulos cortos. Según cálculos de la industria, de los $ 10 billones que vencen, hay $ 1,4 billones en manos de fondos, de los cuales podrían llegar a canjear no más de un 10%.

"Dado que buena parte de los vencimientos de los próximos 4 meses (contando junio) es con organismos públicos, era esperable una operación así. A modo de ilustración, los vencimientos totales entre junio y septiembre sumarían $ 10,2 billones (6,2% del PBI), de los cuales $ 4 billones (2,4% del PBI) son del sector privado, el 39,4% del total", señaló Pedro Siaba Serrate, analista de PPI.

BANER MTV 1

Con ese peso financiero, los banqueros les pidieron a las autoridades que haya bonos duales para cubrirse de la devaluación y la inflación. Ese instrumento apetecido por las entidades fue una herramienta clave desde el primer canje en agosto del año pasado para superar la crisis desatada en junio con la salida de fondos de los bonos del Tesoro, previo a la renuncia de Martín Guzmán.

También se espera que haya títulos ajustados por devaluación (dólar linked) e inflación (CER). Según PPI, en mayo, el 98,1% de los pesos capturados por el Tesoro fueron con bonos indexados (CER, Dólar Linked o duales). Así, el 94,8% del stock total de deuda del Tesoro se actualiza hoy por algún índice, el máximo nivel alcanzado en la administración de Alberto Fernández.

El rol del Banco Central

El Tesoro viene de obtener buenos resultados en mayo. Según Invecq, logró un financiamiento neto de $ 500.000 millones, el mayor del año en términos reales. Esto se tradujo en una renovación del 147% de los vencimientos, muy por arriba de la tasa de abril. Sin embargo, el acumulado en términos reales entre enero y mayo sigue siendo menor al de 2022.

El Gobierno viene extendiendo los plazos, al colocar títulos a 8,7 meses en promedio, frente al 8,2 de abril y el 4,5 del primer trimestre. "De todas formas, cabe destacar que el plazo sigue siendo mucho menor que el de los primeros cinco meses de 2022 (11,8). La contracara de los mayores plazos es sin lugar a duda la creciente indexación de la deuda", señaló Invecq.

De esa manera, el Tesoro "rompió" la pared que había en julio y estiró deuda más allá de las PASO. Algo que los operadores atribuyen a la frágil "pax cambiaria" lograda tras la corrida de abril a fuerza de más restricciones e intervención del Banco Central, lo que permitió cierto control sobre los dólares financieros. También ven con buenos ojos la renovación del swap chino.

Por otra parte, el BCRA sigue cumpliendo un rol clave en el sostenimiento de la deuda. Según Consultatio, habría comprado cerca de $ 1,2 billones de títulos en pesos en el mercado secundario para otorgar mayor liquidez a los organismos oficiales, a costa de una mayor emisión monetaria. Esto habría permitido una mayor participación de la ANSES en las licitaciones.

En cuanto al canje, el Gobierno obtuvo una adhesión del 81% en agosto, 60% en noviembre, 67% en noviembre y 60% o menos en marzo. La expectativa ahora es un resultado similar al de la última vez.

"Un canje en este contexto puede servir, más allá que para rollear la parte pública, para sumar privados que extiendan sus vencimientos, difícilmente para la próxima gestión, pero si para dentro de 3 o 4 meses", señaló Lucio Garay Méndez, de EcoGo.

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