Alejandro Fantino, a futuros periodistas: "La clave es preguntar bien"

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Aunque el periodismo y la filosofía son disciplinas que no siempre van de la mano, hallaron su cohesión, entre otros, en Alejandro Fantino. En este cruce disciplinario, el conductor descubrió un mundo

nuevo que presentó ante futuros periodistas, a quienes les compartió su convicción de que la verdad no existe y que “preguntar, preguntar y preguntar” es el único método para encontrar lo distinto. En un repaso por su carrera, Fantino analizó el periodismo argentino, realzó la figura de la audiencia y se propuso explicar cómo encontrar “el camino entre lo perfecto y lo posible”.

Frente a los alumnos de la Maestría en Periodismo de Grupo Clarín y la Universidad de San Andrés, el ex relator prefirió no ser definido como periodista: “Es un término muy ambicioso. Soy comunicador, entrevistador. Mi disciplina es la filosofía”. Y fue ahí donde encontró un lugar desde donde diferenciarse, porque, para él, “la filosofía me permitió conectar conceptos e ideas”, sostuvo agradecido a la carrera de la que se recibió, tras incursionar durante dos años en las de Historia y Sociología.

La mayoría de sus conceptos provienen de estas disciplinas. Por ejemplo, explica su trayectoria profesional a partir de la teoría hegeliana: la tesis de su vida comenzó con su primera prueba en Radio Mitre, mientras que su antítesis llegó con el programa Mar de Fondo. “Ahora estoy pasando por mi síntesis”, aseveró y vinculó este momento a cómo sus estudios de Filosofía modificaron la manera en que elige comunicarse.

Su modo de preguntar también proviene de esta disciplina: “Uso la simpleza del método socrático para entrevistar. La repregunta corta hace que se me vayan abriendo puertas”, explicó. Para Fantino, Sócrates fue el mejor entrevistador de la historia, porque “anestesiaba justo”. Eso, para el conductor, es una máxima de la profesión: “No hay nada peor que preguntar bien. Es el arma más peligrosa: si te palpan, no la encuentran”.

En su búsqueda filosófica se replanteó varias ideas y conceptos, pero su mayor enfrentamiento fue con el término de “la verdad”. Fantino se proclama como un pesimista en relación con este concepto, que lo incomoda y que -desde hace algunos años- está seguro de que no existe.

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Para él, la realidad es subjetiva y solo existe el hecho atómico, a tal punto que ni siquiera quiere decir “la verdad que…”, cuando habla. Por eso le hace ruido el periodismo argentino, que abusa de la falacia de la pregunta compleja -que da las respuestas en la pregunta-, y la idea de instalar los temas en la agenda pública: “Si me decís que vas a decir la verdad, me voy”.

Fantino, con Miguel Wiñazki, profesor de la Maestría. Foto Guillermo Rodriguez Adami
Fantino, con Miguel Wiñazki, profesor de la Maestría. Foto Guillermo Rodriguez Adami

“La filosofía me hace un poco más humilde”, reconoce Fantino antes de destacar que los streamers comunican mejor que muchos periodistas y que él se siente “muy inferior”. Su programa Multiverso Fantino, que sale en stream por el YouTube y Twitch de Neura Media, es una forma de “jugar en este mundo” al que, según él, le “permitieron entrar”.

Aunque le gustaría volver a hacer televisión por razones afectivas, dice que siente libertad al trabajar en Neura porque, salvo sobre asuntos que inciten al odio, puede tratarse cualquier tema. Allí, no existe el "no mide, no interesa, no se entiende", que con frecuencia guía el criterio de los medios tradicionales. 

“Hace cinco años para trabajar en nuestra profesión alguien te tenía que abrir la puerta”, dice. Mientras recuerda sus inicios, cuenta que si a él no le hubieran dado la primera posibilidad de relatar aún seguiría en Santa Fe, probablemente con un trabajo en el campo, Alguien, como si fuera un ángel le tocó la espalda y lo convocó a la radiofonía masiva. Hoy no dependemos de esas convocatorias a veces fortuitas.

Gracias a las nuevas tecnologías comunicar depende de la decisión y de la vocación de cada persona .

Santiago Basso, Sol Clemente y Laura Blanca Cohen, de la Maestría Clarín-San Andrés