"Me hice la muerta para que no me maten": le dispararon en la cabeza en un robo y sobrevivió

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Una mujer sufrió un violento robo en su casa, en la ciudad de Córdoba, en el que un grupo de motochorros le disparó en la cabeza. Si bien no se resistió

al ataque, le gatillaron en la frente y ella sobrevivió fingiendo su muerte. Está recuperándose, pero aún tiene la bala en la cabeza.

Gisela Vaca, de 36 años, regresaba a su hogar de una fiesta el sábado pasado a las 20, cuando notó que unos vecinos estaban siendo asaltados. Corrió, pero la interceptaron e ingresaron a su casa, en el barrio Cooperativa Güemes. "Me pedía plata. No me resistí. En un momento me apuntó de frente y me disparó. Vi todo negro y lucecitas, el zumbido de la bala", relató y agregó: “Pensé que me moría”.

"Volví a abrir los ojos, vi que me apuntaba en el piso y que una segunda persona le decía ‘pegale, pegale’. Yo cerré los ojos para hacerme la muerta, la dormida, y no me disparó, se fueron", contó la mujer.

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En una entrevista con El Doce, Gisela indicó: “Estaba muy nervioso el chico, muy alterado. Pero fue rapidísimo, no sé si estuvieron un minuto en casa”. Además, aclaró que recuerda todo. “No perdí la conciencia", dijo.

También informó que la operaron, pero no pudieron retirar la bala de su cabeza. La entrevista se realizó mientras la trasladaban desde el hospital de Urgencias hasta el Príncipe de Asturias, en donde la realizaron una tomografía computada.

El aporte de su hermana

En el mismo móvil con El Doce, su hermana Nancy comentó: “Por suerte está con vida. Fue tremendo lo que hicieron. Ella no sabía si levantarse a ayudar a sus hijos que gritaban, o quedarse ahí, porque la querían matar. Da mucha impotencia escuchar lo que le pasó. Si se movía, le pegaban otro tiro”.

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Además, informó que la mujer vive con sus dos hijos y con una bebé recién nacida, de dos semanas apenas. Todos dormían cuando ella fue atacada, por lo que se despertaron y lloraban por el asalto, en el que finalmente se llevaron teléfonos móviles y un televisor, entre otros elementos, para luego escapar a bordo de dos motos.

Respecto a los asaltantes, la hermana de la víctima aclaró que “no reconoció a ninguno porque tenían pañuelos en las caras”, aunque habían escuchado versiones sobre posibles culpables.

Todavía tiene la bala 9 mm y no se la pueden sacar, aunque sí la operaron para quitarle las esquirlas. Esperaban poder darle el alta en estos días”, relató Nancy, visiblemente angustiada.

ML / ED