Tuvo un infarto y dos ACV antes de los 48 años: tras una odisea supo la causa

Sociedad
Lectura

Rodrigo Guarch tiene 48 años y ya sufrió un infarto y dos ACV. Leyó la nota de Clarín sobre la lipoproteína a (Lp(a)), publicada este jueves, y quiso contar su experiencia. Su

historia refleja lo que en general sucede con el diagnóstico de este tipo de colesterol malo, de origen genético, que no suele estudiarse en los análisis de rutina.

El hecho de no saber por qué a él y a otros pacientes les pasa lo que les pasa los angustia. Y las respuestas se demoran. La lipoproteína a elevada está presente en una de cada cinco personas y es un factor de riesgo que se suma al denominado colesterol malo (LDL), que sí está condicionado por factores ambientales y el estilo de vida.

En el caso de de la Lp(a) no es así y, por ahora, no hay medicación que pueda combatirla. Pero hay ensayos de drogas en fase 2 y 3 prometedores, algunos de los cuales se desarrollan en Argentina.

“Tuve un infarto en la arteria anterior descendente a los 34 años. Era fumador, dos atados por día y vida sedentaria. Estuve internado casi un mes en el Argerich hasta que lograron anticoagular por precaución. Diagnóstico final: infarto por tu estilo de vida. Dejá el cigarrillo, comé mejor, hacé ejercicio, laburá menos”, le cuenta Rodrigo a Clarín.

“A los 41 años tuve mi primer ACV isquémico. Me di cuenta en la oficina al no poder teclear correctamente, de un momento a otro parecía que no había visto nunca un teclado. Fui internado en Los Arcos. Una semana después de miles de estudios, era un ACV sin razón aparente. Ya no fumaba, comía mejor, pero mi vida era sedentaria. No tuve secuelas por suerte. Cuidate, me dijeron, toma los remedios”, relata.

BANER MTV 1
La función del colesterol

“Al mes de ese episodio pedí una cita con un cardiólogo de la familia, el doctor Balza Moreno, que me pidió de nuevo un análisis de sangre, pero quería uno especial”. Ahí fue cuando por primera vez quisieron conocer este valor en sangre que no suele estudiarse: “Quería ver mi Lp(a) por que un infarto y un ACV a los 42 años le llamaban mucho la atención. En efecto, la Lp(a) daba mayor a 240”.

Efectivamente, un valor de 240 mg/dl es muy elevado. Gustavo Giunta, coordinador del área de Lípidos y Aterosclerosis de la Fundación Favaloro, le explicó a Clarín que se considera un valor alto de lipoproteína (a) cuando es mayor a 50 mg/dl y muy alto cuando supera los 180 mg/dl.

La estimación, por ahora teórica, es que cuando haya disponible medicación contra la lipoproteína a ésta podría ser administrada a aquellos pacientes con valores superiores a 90/100 mg/dl.

Rodrigo, empleado administrativo de un organismo internacional y vecino de Palermo, llega al punto de la historia en que la situación comenzaba a aclararse: “El doctor Balza Moreno me dijo entonces, 8 años después de tratamientos en clínicas, hospitales, cardiólogos y neurólogos: 'Rodrigo, éste es tu problema. No hay medicamentos para esto, pero tenés que bajar de peso, bajar el colesterol lo más que puedas, y probablemente no haya más problemas. Ah, y cuando tus hijos tengan 10 años, haceles un análisis de la Lp(a). Podés medicarlos antes contra el colesterol y probablemente no vayas a tener este tipo de problemas”.

En la ecuación de las potenciales aterosclerosis, al colesterol bueno (HDL) y el malo (LDL) se suma la Lp(a).
En la ecuación de las potenciales aterosclerosis, al colesterol bueno (HDL) y el malo (LDL) se suma la Lp(a).

Pero los episodios no terminaron ahí: “El año pasado, en pleno Mundial, tuve mi segundo ACV, esta vez fue en el cerebelo. Lamentablemente venía mal con la toma de remedios. Los tomaba salteados, o me olvidaba de hacerme las recetas y tardaba dos semanas en tenerlos. Creo que vino por ahí. Estuve nuevamente internado una semana. Apenas entré, mencioné a tres neurólogos diferentes que tenía la Lp(a) aumentada. Tengo más de cuatro análisis de sangre de esa semana y nunca se me midieron la Lp(a). Buscaban arritmias, paredes del corazón con algún hueco, etc. El diagnostico fue ACV sin razón aparente”.

Rodrigo finaliza su relato: “Recién un mes después de ver los resultados el neurólogo externo de la clínica en la que estuve internado me pidió otro análisis de sangre que incluyera la Lp(a) y me dijo: 'Sabés que sí, que vi otros 3 pacientes jóvenes con ACV el ultimo año que tiene la Lp(a) alta”.

Hoy, Rodrigo cuenta que ya tiene dos hijos (de 13 y 11 años) y que no deja de vivir con incertidumbre. Reflexiona: “No sólo pensar que me puede pasar algo, sino que en un futuro puede ser un problema para ellos me pone mal. Pero me alegra saber que hay estudios de medicamentos en progreso en este tema. Si no para mí, por lo menos para ellos en un futuro”.

PS

Mirá también

El impactante dato sobre la salud mental que enciende la alerta tras la pandemia de Covid

Suman un plataforma educativa de educación vial para docentes de todos los niveles