La doble odisea de chocar: cuánto se tarda en arreglar el auto y cómo influyen la inflación y las trabas a las importaciones

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El cuidado del auto, una premisa que todo dueño o dueña tiene con su vehículo, también sufre al ritmo de la inflación y la falta de repuestos por las restricciones a las importaciones.

Se padece en el service periódico y en los reemplazos obligatorios piezas que se desgastan. Pero la odisea de agrava si se sufre un choque o siniestro vial. Ahí todo se complica y además hay que lidiar con las aseguradoras, los chapistas y los preciosavanzan mucho más rápido que las demoras administrativas.

“Hace un mes choqué el auto, tengo seguro contra todo riesgo, pero no tengo respuestas porque los repuestos son importados. Me vio el auto un perito, me dijo que pidió los repuestos, pero a los cinco días me avisó que me indemnizaban por el valor de los repuestos y la mano de obra, porque no había piezas”, le explicó Leonardo a Clarín, un damnificado.

“Yo sigo con el auto chocado y sin mucha opción, más que hacer un juicio para que me paguen la destrucción total o me hagan el arreglo, cosa que no harán porque me dicen que no hay respuestas”, agregó.

Si bien el caso de Leonardo es de hace un mes, Marta Suárez hace 120 días que no puede disponer de su auto. “La aseguradora le lleva los repuestos a cuenta gotas al chapista. Es una locura estar así. Estoy harta”, explicó brevemente.

Los arreglos de chapa y pintura son los más comunes cuando se trata de reparaciones por choques.
Los arreglos de chapa y pintura son los más comunes cuando se trata de reparaciones por choques.

Paso a paso

En este contexto, chocar es solo el comienzo de una odisea que puede ser interminable. Después del siniestro, se inicia el trámite con la compañía de seguros. Tras hacer la denuncia, se somete el vehículo a una inspección y peritajes para elaborar un presupuesto para la reparación; luego se realiza la licitación de repuestos y ahí comienza el calvario, que puede durar días, semanas y meses.

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"Ninguna casa de repuestos tiene lo que vos necesitás. Tampoco las concesionarias. Hoy vos llamás, te lo cotizan, pero no lo tienen", explicó el dueño de un taller, Daniel Sinepolis. "La gente se vuelve loca", agregó el chapista, que también contó que los clientes empiezan a desesperarse cuando ven que el tiempo pasa y el auto no va a salir rápido del taller.

Para Sinepolis, el conflicto también tiene que ver con la variación de precios constantes, que de por sí son exorbitantes. El espectro va desde las reparaciones que suelen ser las más frecuentes, como cambiar una lamparita, que puede costar hasta 12 mil pesos según el auto, hasta reparaciones por daños, por ejemplo, en un espejo. Según el vehículo, puede salir $ 200 mil. En función de enumerar precios, el chapista también cuenta que, por ejemplo un paragolpe, un insumo que se rompe siempre en un choque, puede costar entre $ 70 mil y $ 1 millón, según el vehículo. Y las ópticas "no bajan de $ 100 mil".

Según advierte el especialista, muchos clientes no saben cuánto tienen de franquicia. Es decir, a partir de qué monto deberá pagar la aseguradora. "Hay personas que incluso se enteran recién acá que es por evento. Tengo un cliente que se enteró que tiene $ 700 mil de franquicia: quiere decir que él tiene que pagar eso y de ahí en más paga la compañía", manifestó.

Los problemas no se detienen. Y la suma agrega tiempo y demoras en las reparaciones. Además del costo, las aseguradoras "traen los repuestos a cuentagotas", dice Sinepolis, y agrega: "Pero más allá de eso, el valor de la mano de obra también aumenta, y como las piezas son carísimas las aseguradoras "quieren bajar los costos sin pagar lo que realmente vale nuestro trabajo". 

Más ejemplos: "La pintura, por ejemplo, si está entre 25 a 30 mil pesos, la compañía te quiere pagar 18. Además de eso, hay algunos con los que podés cobrar a 60 días, pero eso ya no lo toleramos. Por eso el cliente está en la nada, sin saber qué hacer con el auto. Esto es un drama", agregó.

¿Qué dicen desde las aseguradoras? Para Eugenio Muerza, gerente comercial de ATM Seguros, en este momento “hay un gran problema por la falta de repuestos debido a que las terminales no pueden importar autopartes”.

La inflación es uno de los problemas, porque todo el proceso de provisión de repuestos se ha convertido en una odisea donde las compañías de seguros tenemos que buscar precios, ver dónde los encontramos, y el que lo tiene cuánto te lo quiere cobrar. Después hay que comprar los repuestos y mandarlos a los talleres”, explicó Muerza, y aclaró que por lo general los repuestos se venden “en dólar MEP porque el dólar oficial,para los repuestos, no existe”.

Para Muerza, las aseguradoras pueden pasar “tres o cinco meses buscando un repuesto”. Todo se torna aún más difícil cuando hay devaluación, porque “los recambios desaparecen hasta que no haya un equilibrio en el dólar”.

Es lo que le pasó a Juan Martín Robles, de Flores. En la VTV lo rechazaron por una rotura en el paragolpe delantero. Como quería vender el auto y tenía que tener el trámite aprobado, tuvo que reemplazar la pieza averiada. En la misma semana el repuesto cambió tres veces de precio: "De $ 48.000 se fue primero a $ 51.000 y al final cerré en $ 53.000 para que no siguiera aumentando", contó. 

“Hay automóviles de alta gama parados hace meses en las concesionarias. Son los que recurren a las agencias oficiales y ni así consiguen los repuestos", dicen fuentes del sector de seguros. Y agregan: "Más allá de las piezas mecánicas y de carrocería, tampoco llegan componentes electrónicos que se pueden dañar en un choque. Todo se pone cada vez más complicado”.

SC

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