Un motín en una cárcel de mujeres de Honduras deja al menos 41 reclusas muertas

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Al menos 41 reclusas de una cárcel de Honduras murieron este martes en una reyerta en el interior del principal centro penitenciario de mujeres del país, al norte de la capital de

Honduras. El gobierno hondureño declaró en emergencia el penal para movilizar fuerzas y tratar de controlar el amotinamiento.

El hecho se registró en la mañana en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), situada en el valle de Támara, donde se escucharon detonaciones de arma de fuego y se produjo un incendio donde varias de las reclusas murieron calcinados.

“Los equipos forenses que se encuentran realizando los levantamientos cadavéricos confirman que son 41 muertas los que se contabilizan”, confirmó a The Associated Presss el director de comunicaciones del Ministerio Público, Yuri Mora.

No se han dado a conocer hasta el momento oficialmente los detalles sobre el origen o motivos del enfrentamiento.

El hecho se registró en la mañana en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), situada en el valle de Támara. Foto Reuters
El hecho se registró en la mañana en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), situada en el valle de Támara. Foto Reuters

Pero Julissa Villanueva, la viceministra de Seguridad, responsable de los centros penitenciarios en el país, aseguró que no van "a permitir bajo ningún punto el ataque o el sabotaje contra las acciones que se han emprendido contra la criminalidad organizada que ha secuestrado el sistema penitenciario de este país”.

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La funcionaria agregó en un mensaje público que no se van “a doblegar” y que no van "a negociar con la criminalidad”.

En Cefas se ha "reactivado el vandalismo y mujeres, con armas y pasamontañas, generaron quemas", pero el fuego ya fue controlado por el Cuerpo de Bomberos de Honduras, señaló Villanueva, que ha sido designada por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, para liderar una intervención de las cárceles del país.

Las autoridades hondureñas anunciaron el pasado 18 de abril un conjunto de medidas para poner orden en las cárceles del país que implican el bloqueo de llamadas de celulares, un desarme real de los presos y la clasificación de los reos por peligrosidad.

Desde abril, una decena de tiroteos o enfrentamientos se han registrado en las cárceles de Honduras, donde impera la sobrepoblación y el hacinamiento, la falta de instalaciones físicas adecuadas y seguras para el alojamiento de los reclusos, y las condiciones de higiene y salubridad son deplorables.

La última tragedia similar en un centro para mujeres en la región fue en 2017, cuando 41 niñas de un refugio para jóvenes con problemas de Guatemala murieron después de prender fuego a colchones para protestar por las violaciones y otros malos tratos que se sufrían en esa institución.

El peor desastre carcelario en un siglo también ocurrió en Honduras, en 2012 en la penitenciaría de Comayagua, donde 361 reclusos murieron en un incendio posiblemente causado por una cerilla, un cigarrillo o similar.

Fuente: AP y EFE

PB