Exactamente 40 años después de la desaparición de Emanuela Orlandi, la hija adolescente de un empleado del Vaticano, la Santa Sede dijo este jueves que habían surgido nuevas pistas “dignas de investigar”
El fiscal penal del Vaticano, Alessandro Diddi, dijo el jueves que recientemente remitió a la fiscalía de Roma todas las pruebas relevantes que reunió en los seis meses transcurridos desde la reapertura de las pesquisas. En un comunicado, se comprometió a seguir investigando el caso.
Emanuela Orlandi desapareció el 22 de junio de 1983 tras salir del departamento en el que vivía con su familia en la Ciudad del Vaticano para ir a una clase de música en Roma. Su padre era un empleado laico de la Santa Sede. A lo largo de los años, su desaparición se ha ligado a todo tipo de asuntos: el complot para asesinar a san Juan Pablo II, casos de pedofilia al más alto nivel de la Iglesia, escándalo financiero, la mafia...
El caso provocó un intenso frenesí mediático en Italia e inspiró un exitoso documental de cuatro partes de Netflix llamado "La chica del Vaticano: La desaparición de Emanuela Orlandi", el año pasado.
El mes pasado, los fiscales de Roma dijeron que habían abierto una nueva investigación sobre el caso, como venía pidiendo insistentemente Pietro Orlandi, hermano de Emanuela.
"En los últimos meses, esta oficina recopiló todas las pruebas que se pudieron encontrar en relación con el caso Emanuela Orlandi en las estructuras del Vaticano y la Santa Sede, buscando testimonios a través de conversiones con personas a cargo de algunas oficinas en ese momento", dijo la Oficina de Asuntos del Vaticano.
"Procedió a examinar el material, comprobando que algunas pistas de investigación son dignas de mayor estudio y remitiendo toda la documentación relativa, en las últimas semanas, a la fiscalía de Roma para que la vea y proceda en la dirección que considere adecuada", agregó.
Emanuela era la cuarta de cinco hijos de Ercole y Maria Orlandi. Su padre era un empleado de la Santa Sede y la familia vivía dentro de la Ciudad del Vaticano.
"Cuarenta años es mucho tiempo. La actividad que lleva a cabo el Vaticano es un primer paso", dijo el hermano de Emanuela, Pietro.
"Espero que la documentación entregada a la fiscalía de Roma sea significativa y que el Vaticano continúe cooperando activamente con la fiscalía", agregó.
"Hay que aclarar muchas cosas. Mi hermana merece verdad y justicia".
Una grave acusación
Pietro Orlandi causó controversia recientemente al vincular el caso con los rumores de que el difunto Papa Juan Pablo II solía salir del Vaticano en busca de chicas con cardenales polacos, una afirmación descartada por el Secretario de Estado del Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, y el Papa Francisco.
Bergoglio calificó las sugerencias sobre el difunto papa polaco, quien murió en 2005 y se convirtió en santo en 2014, como infundadas y ofensivas.
El interés popular por el caso se renovó el año pasado con el documental de Netflix que exploraba las diversas hipótesis sobre su desaparición e incluía el nuevo testimonio de una amiga que afirmó que Orlandi le había contado una semana antes de su desaparición que un clérigo de alto rango le había hecho proposiciones sexuales.
Tras la emisión del documental y ante la proximidad del 40 aniversario de la desaparición, la familia de Orlandi, con el respaldo de algunos legisladores, presionó para la apertura de una comisión de investigación parlamentaria. Por otra parte, las fiscalías del Vaticano y Roma reabrieron las pesquisas.
El anterior fiscal jefe de Roma que archivó el caso en el sistema judicial italiano, Giuseppe Pignatone, es ahora el juez jefe del tribunal penal del Vaticano, donde Diddi es el jefe de la fiscalía.
Pietro Orlandi, que lleva 40 años luchando para descubrir la verdad de lo que le ocurrió a su hermana, tiene previsto protestar el domingo con una sentada cerca del Vaticano. Sostiene que la institución nunca ha dicho la verdad sobre lo que sabe del caso.
La familia de Emanuela expresó admás su deseo de que el Papa la recuerde con "palabras de esperanza" al recitar el Angelus el próximo domingo en la Plaza San Pedro.
"Sería un gesto importante, de caridad, en espíritu evangélico, que pondría fin a todas las polémicas y reforzaría la voluntad de todos de buscar la verdad", dijo la abogada de la familia Orlandi, Laura Sgr.
AP y ANSA
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