Furia en el mundo musulmán por la quema de un Corán frente a una mezquita en Suecia

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Un ciudadano iraquí de 37 años refugiado en Suecia, Salwan Momika, quemó el miércoles un ejemplar del Corán ante la mayor mezquita de Estocolmo, capital sueca. Antes le había metido entre las

páginas varios trozos de panceta de cerdo.

Ese acto, que se produjo en una manifestación que habían permitido las autoridades suecas, provocó que en Bagdad se intentara asaltar la Embajada de Suecia y una bronca fenomenal del presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

Las opciones de Suecia de entrar en la OTAN son ahora menores. Turquía es el último país de la Alianza Atlántica que falta por dar su visto bueno para que Suecia se convierta en el Estado miembro 32 de la estructura militar noroccidental.

Los análisis publicados en los últimos meses aseguraban que Erdogan levantaría el veto en la cumbre de la OTAN que se hará en Vilnius dentro de dos semanas, pero la quema de este Corán hace impensable que así sea.

Además de la reacción turca y del intento de asalto a la legación diplomática sueca en Irak, hubo otras reacciones, como la marroquí, que retiró a su embajador en Suecia. Otros países de Oriente Medio y el Magreb emitieron protestas por vía diplomática.

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La policía sueca detiene a manifestantes luego de la quema de un ejemplar del Corán, este jmiércoles en Estocolmo. Foto: REUTERS
La policía sueca detiene a manifestantes luego de la quema de un ejemplar del Corán, este jmiércoles en Estocolmo. Foto: REUTERS

El canciller turco, Hakan Fidan, dijo que “es inaceptable permitir acciones anti-islámicas bajo usando como pretexto la libertad de expresión”.

Quejas diplomáticas


Las condenas no fueron únicamente de países musulmanes. Estados Unidos se unió a ellas. Un portavoz del Departamento de Estado dijo que “quemar textos religiosos es irrespetuoso y ofensivo”. Washington reiteró que espera ver a Suecia en la OTAN “lo antes posible”.

El secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, convocó a principios de semana a diplomáticos suecos y turcos a negociar en la sede de la Alianza Atlántica en Bruselas. La reunión sigue, en principio, en la agenda.

En enero ya hubo una manifestación en Estocolmo en la que se quemó un Corán ante la Embajada turca en la capital sueca. Entonces protestaron también Turquía y otros países musulmanes y hubo manifestaciones y boicots a productos suecos.

Manifestantes musulmanes queman una bandera frente a la embajada de Suecia en Bagdad, este jueves. Foto: AFP
Manifestantes musulmanes queman una bandera frente a la embajada de Suecia en Bagdad, este jueves. Foto: AFP

A pesar de haber permitido la manifestación alegando que no comportaba riesgos de seguridad, la Policía sueca anunció horas después de la quema del libro sagrado de los musulmanes que había presentado una denuncia contra el organizador del acto por incitación al odio.

Incendio anunciado


El pedido de autorización de la manifestación decía que se iba a quemar un Corán. En febrero la Policía había prohibido una manifestación similar alegando que podía provocar altercados de orden público.

Entonces los manifestantes recurrieron a la Justicia alegando que tenían el derecho constitucional a manifestarse y que les había sido prohibido ilegalmente.

En abril un tribunal de primera instancia les dio la razón y en junio una corte de apelación ratificó esa decisión. Dijeron los jueces que los riesgos de seguridad que alegaba la Policía (a las órdenes del Ministerio del Interior) para prohibir la manifestación “no eran suficientemente claros”. Por eso se permitió la manifestación de este miércoles.

Momika dijo tras quemar el Corán que no tenía como intención dañar al país que lo acoge como refugiado ni sus posibilidades de entrar en la OTAN.

Lo que quiere, aseguró, es que Suecia prohíba el Corán. Una limitación a la libertad religiosa que no permitirían las leyes suecas ni las normativas europeas de derechos humanos.

Bruselas, especial

CB

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