Llorente: "Las agencias vuelven a ser el sello de lo confiable, de la veracidad"

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"Bernarda Llorente en "40 años de Democracia"

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En el ciclo "40 años de Democracia" que emite la

 

"Bernarda Llorente en "40 años de Democracia"

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En el ciclo "40 años de Democracia" que emite la

Televisión Pública, Marcelo Figueras entrevistó a la periodista y politóloga Bernardo Llorente, presidenta de Télam, la primera mujer en los 78 años de la agencia de noticias. 

Hacia el comienzo de la charla, Llorente recordó aquel 30 de octubre de 1983, cuando los argentinos volvimos a ejercer el maravilloso derecho de votar. "Yo estaba en México, exiliada por mi madre y con mi hermana. Recuerdo que nos juntamos un montón de argentinos en nuestra casa. Eran tiempos sin internet, como pocas vías de comunicación... Nos asomamos a un balcón con una radio onda corta. Radio Nacional cumplía con su objetivo de llegar no sólo a todo el país sino también a todo el mundo".

La infancia y la televisión: "En mi casa de la infancia no había televisión. Mis padres eran intelectuales tal vez veían en la tele una amenaza. Y yo la espiaba en la casa de los vecinos."

Los comienzos en el periodismo: "A los 16 años, en México, muy joven empecé en la prensa gráfica. Al regresar a la Argentina entré en Editorial Perfil, con un jefe que había conocido en México, Sergio Sinay, que fue un maestro para mí".

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Derechos Humanos: "Al poco tiemo me di cuenta de que tenía algo no saldado, quería aportar a la lucha por los derechos humanos, Hacia 1985, 1986, los derechos humanos eran algo de lo que se hablaba poco y se difundía menos. Estuve un año trabajando con Augusto Conte. a quien respetaba y aprecio muchísimo, fue una experiencia muy interesante en el CELS".

Telefe: "Luego volví a los medios y me vinculé con la televisión, hacia el 87. Y cuando llegué a Telefe, fines del 99, principios del 2000, la Argentina ya estaba en crisis. Era el canal líder, pero era la tevé del 'pum para arriba', divorciada de la Argentina real, la de la crisis que finalmente estalló.

A partir de eso con Claudio Villaruel comenzarmos a hacer programas mirándonos -los argentinos- a nosotros mismos, para analizar qué nos había pasado… Intentando explicar cómo salir de la crisis. Allí surgieron documentales que en la tevé de aire no estaban, mucho menos entretenimiento, y apareció una ficción distinta, como "Los Simuladores".

Entre el 2001 y el 2002 tuvimos que decidir con Claudio si apostábamos a poner plata en la producción o salvar la gente. Y decidimos apostar a salvar el laburo de la gente, con un riesgo enorme porque la programación se nos iba cayendo. Confiábamos en que cuando hubiera un rebote íbamos a ser los mejores preparados para hacer frente a la nueva realidad.

No solo llegaron muchos éxitos sino que también se demostró que se puede hacer rating con calidad, que la gente no quiere basura. Por el contrario, es cada vez es más exigente, quiere cosas más interesantes y también verse reflejado en la pantalla, con sus problemas y con sus intereses".

La mujer en los medios: "Cuando llegué a Telefe era parte de un directorio en el que había solo dos mujeres, y no en el área artística. Recuerdo que hace poco más de veinte años todavía había mujeres que decían 'Yo soy femenina, no soy feminista', el feminismo era una mala palabra. Yo lo reivindicaba y fue fundamental la educación recibida de una madre feminista. 

Hicimos transformaciones que parecían mínimas pero que eran importantes. Por ejemplo, el rol de la mujer en la ficción, ellas eran capaces de decidir su propia vida, de pensar, de ser líderes. También combatimos mucho los estereotipos de género, incluídos los micromachismos. Fueron cambios culturales que hicieron su aporte aunque todavía falta mucho, el techo de cristal todavía no se rompe".

Télam: "Muchos pensaban que el tiempo de las agencias de noticias estaba terminado, que con las redes sociales cualquiera podría informarse. Las agencias tuvieron que modernizarse, digitalizarse, hablar otros lenguajes. Estamos en un mundo con información enorme pero también con mucha deisnformación.

Las agencias vuelven a ser el sello de lo confiable, de la veracidad de la información. Eso se notó mucho durante la pandemia donde se dio la Infodemia, tal como la bautizó la OMS, repleta de información falsa e inexacta que circulaba.

En 78 años hubo nueve intentos de destruir Télam, la agencia que había nacido gracias a Perón como un proyecto de soberanía informativa cuando el mundo estaba manejado por dos grandes agencias, una estadounidense y otra británica, que marcaban la agenda.

Este debate sobre los medios públicos en Europa tiene muchos años y ya fue superado La propia Unión Europea fijó como prioridad mantener los medios públicos porque la información y el conocimiento son considerados derechos humanos, esos que en general no garantizan los medios privados porque tienen una lógica de lobby de sus propios intereses.

Los medios públicos son la forma de garantizar la información, de construir ciudadanía, sin olvidar que sólo ellos llegan a todo el país y garantizan la democracia. Así los ciudadanos no solo están informados sino también representados. El espacio de los medios públicos es un espacio de creatividad, de innovación y de represantación. Sólo con ciudadanos bien informados y realmente activos podemos mejorar las calidades democráticas".