La fiscalía que investiga el crimen de Cecilia Strzyzowski solicitó la prisión preventiva para todo el clan Sena: los líderes piqueteros Emerenciano Sena y Marcela Acuña, y el hijo de ambos, César. En una
Una ventana de 45 minutos. En ese tiempo, entre las 12.16 y las 13.01 del viernes 2 de junio, Cecilia Strzyzowski fue asesinada en la casa de Santa María de Oro 1460, la casa de la familia Sena. Y en ese momento, estaban en la vivienda César Sena, la pareja de la joven, y sus padres Emerenciano Sena y Marcela Acuña.
Esa es la hipótesis del Equipo Fiscal Especial (EFE) a cargo de Jorge Cáceres Olivera, Jorge Gómez y Nelia Velázquez, según reveló Cáceres Olivera en una entrevista en Radio Rivadavia horas después de leerles a los tres la imputación.
"La modalidad que implementaron no la tenemos determinada. Cecilia ingresó en horas de la mañana. Redujimos la franja de 12.16 a 13.01. Estimamos que en ese horario se produjo el desenlace fatal. Las únicas tres personas en ese momento son los Sena", afirmó.
Este jueves a la noche, los fiscales tenían previsto dar una conferencia de prensa en la que se descuenta que aportarán más detalles de la investigación, que los llevó a formalizar, también este jueves, la imputación contra los tres integrantes del clan por homicidio agravado. Padres e hijo fueron trasladados a la mañana a la fiscalía, con un fuerte operativo de seguridad, pero se negaron a declarar.
César Sena está imputado por "homicidio triplemente agravado por el vínculo, por el concurso premeditado de dos o más personas y por haberse realizado en un contexto de violencia de género". Emerenciano Sena y Marcela Acuña, por "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas en calidad de co-autor".
Los otros cuatro detenidos, Fabiana Cecilia González (36), José Gustavo Obregón (42), Gustavo Melgarejo (29) y Griselda Lucía Reinoso (41), fueron imputados con una calificación más benévola, "encubrimiento agravado", que prevé penas de entre 1 y 6 años de cárcel.
Los investigadores creen que los Sena actuaron con "premeditación" por "la promesa del viaje" a Ushuaia con trabajo y vivienda, que en realidad nunca iba a ocurrir. Y que como parte de ese plan, estaban juntos en la casa en el momento del asesinato.
Un plan siniestro
Los fiscales creen que los Sena querían "sacar del medio" a Cecilia y que por eso idearon un plan para matarla y hacer desaparecer su cuerpo, que comenzó con la mentira del viaje a Ushuaia. Hacia allí creía la joven que iba, cuando una cámara de seguridad la registró entrando a la casa de la familia. Fue la última vez que se la vio.
Para la investigación, Marcela Acuña sería "la ideóloga" del crimen y habría presionado a su hijo César para que se divorcie de la joven apenas unas semanas luego del matrimonio que habían contraído a espaldas de los Sena. Ella y Emerenciano llegaron a la casa alrededor del mediodía, por eso los fiscales están convencidos de que el homicidio, que se cree fue por estrangulamiento, habría sucedido en esa ventana entre las 12.16 y las 13.01.
Después de matar a Cecilia, los Sena habrían llevado su cuerpo a su chanchería ubicada en Campo Rossi. Allí lo incineraron, en un fuego que duró cuatro días: Gustavo Melgarejo, casero del lugar, y su esposa, Griselda Reinoso, habrían estado a cargo de "avivar las llamas". Luego, comenzó el proceso para "descartar el cuerpo incinerado". Para eso, creen que lo trituraron a golpes con "un elemento contundente", que podría haber sido las palas que habían solicitado Gustavo Obregón y César Sena al casero Melgarejo.
Luego, esos restos calcinados y golpeados habrían sido puestos en una bolsa y arrojados al río Tragadero. En un dragado en este curso de agua, se encontraron objetos que la madre de Cecilia reconoció pertenecientes a la joven, como un dije que siempre llevaba puesto. También se encontraron fragmentos de huesos humanos, que siguen siendo peritados por expertos en antropología forense. Además se analizarán las manchas de sangre que encontraron en la cama matrimonial de Sena y Acuña, quienes donaron el mueble a una embarazada del barrio Emerenciano.
Chaco. Enviado especial
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