Un plan para matar: las cinco evidencias que prueban la confabulación siniestra de los Sena

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Cecilia Strzyzowski (28) estaba entusiasmada con el supuesto viaje a Ushuaia por varias razones: subiría a un avión por primera vez, conocería la ciudad de Buenos Aires y cambiaría rotundamente de

vida, con un clima opuesto al de Chaco. Para los fiscales que investigan el femicidio, la promesa del viaje es medular para entender el procesamiento dictado este jueves 29 de junio porque prueba que el homicidio “fue planificado” con tiempo.

Según los investigadores, la víctima había recibido la propuesta de su exmarido, César Sena (19), quien aparentemente la habría convencido para que cambie de vida y se instale definitivamente en la ciudad más austral del mundo. Le prometió un trabajo estable y hasta una propiedad para vivir. Lo que Cecilia no sabía es que se trataba de una trampa mortal.

La joven les había adelantado sus planes a su familia y a sus amigos más cercanos. Y hasta armó la valija para emprender ese nuevo desafío. Estaba ansiosa. De hecho, en el procesamiento contra los siete detenidos por el caso, el equipo de fiscales reveló cuáles fueron las últimas búsquedas que realizó en Google.

Cecilia escribió “cómo armar una valija”, “qué se puede llevar en una valija en un avión”, “dónde comprar chocolates en Buenos Aires” y “dónde tomar el mejor café en Buenos Aires”, entre otras consultas.

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“Ella (Cecilia) creía que iba a viajar a Ushuaia, tal es así que preparó su valija, se despidió de su familia y, no solo eso, sino que, además, como nunca había viajado a Buenos Aires, les contaba a sus amigos y familiares que tenía miedo de viajar en avión”, apuntó el fiscal Jorge Cáceres Olivera.

La víctima no llegó a advertir que todo se trataba de una trampa, según creen los investigadores. Los pasajes nunca se compraron ni reservaron y la supuesta oferta de trabajo en Tierra del Fuego no existió.

El jueves 1° de junio Cecilia se despidió de su mamá. Esa noche durmió con César, en un hotel alojamiento, y a las 9.16 AM del viernes ingresó a la casa de sus exsuegros, en la calle Santa María de Oro al 1400, junto a su exmarido.

Los investigadores entendieron que entre las 12.13 y las 13.01 de ese mismo día, César y sus padres, el líder piquetero Emerenciano (59) y Marcela Acuña (51), asesinaron a Cecilia. La sospecha es que fue estrangulada en una de las habitaciones de la casa, donde estaba el colchón con presuntas manchas de sangre que días después le regalaron a un vecino. El papá de César, en la declaración indagatoria, se desligó de todo: dijo que durmió una siesta entre las 14 y las 16, y que “no sabía nada de lo que sucedió, que estoy seguro es un hecho terriblemente aberrante”.

“Posteriormente, siendo las 16.58 horas, se hizo presente Gustavo Obregón a bordo de su Citröen C4, color gris, mientras que a las 17.12 lo hizo Fabiana Cecilia González, a bordo de su motocicleta, ingresando ambos a la vivienda a fin de colaborar con la tarea de hacer desaparecer rastros y/o pruebas de la escena del hecho”, se indica en la resolución.

Para los fiscales “a las 19.27”, César Sena y Obregón cargan el cuerpo de Cecilia en la parte trasera de la camioneta Toyota Hilux. Se dirigen hacia Campo Rossi, ubicado en Zona Rural de la localidad de Puerto Tirol. “Con la colaboración de Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, cuidadores del predio”, prenden fuego el cuerpo, “con el fin de hacer desaparecer los restos del mismo”.

Para los fiscales el análisis tecnológico de los teléfonos celulares sirvió para establecer los movimientos de los principales acusados por el femicidio. Los aparatos de Cecilia y César, por ejemplo, “se movieron en forma conjunta”, tanto antes como después del asesinato.

Gracias a ello establecieron que César estuvo en el campo de su familia, donde se cree que incineraron los restos de Cecilia. En ese sitio hallaron restos óseos de una persona adulta, según pudieron determinar los médicos forenses. Cerca de allí, en el río Tragadero, hallaron más huesos, entre ellos de manos o pies, y también de cráneo”.

César Sena fue procesado como autor del femicidio; sus padres, Emerenciano y Marcela, como coautores, mientras que José Gustavo Obregón (42), su mujer Fabiana González (36), el casero del campo de los principales sospechosos, Gustavo Melgarejo (29), y su pareja Griselda Reinoso (42), terminaron acusados por “encubrimiento agravado”, un delito menor.

En los fundamentos, los fiscales señalaron que “existen elementos de convicción suficientes para sostener como probable la participación punible de los encargados e indicios vehementes de que tratarán de eludir la acción de la justicia o entorpecer la investigación”. Por eso, los siete imputados continuarán detenidos, y en los próximos días serán trasladados a una cárcel de máxima seugridad de Chaco.

El mensaje anónimo en un colectivo

“Fiscal, César la mató en la casa de Santa María de Oro. La tiró en algún lugar con ayuda. La sacó en camioneta. La mamá sabe bien. El cuerpo de César revisen!!!”. Eso estaba escrito en un papel pegado con cinta en el respaldo de una butaca de un colectivo de la línea 110. Este elemento también forma parte de las pruebas contra el “Clan Sena”.

Una menor lo encontró, lo despegó y se lo mostró a su madre, quien se lo entregó a la Policía. El hallazgo data del 9 de junio a la noche cuando la menor volvía de una clase rumbo a su casa. Ese mismo día, la justicia pedía la captura internacional del exmarido de Cecilia, César Sena. Horas antes, el presunto femicida había declarado en la causa como testigo y contó que vio a Cecilia el 1° de junio y que se pelearon.

La madre de la menor también relató que su hija desconocía en absoluto la investigación por la desaparición de Cecilia, y que antes de comunicarlo a la Policía, lo consultaron con el padrino de la adolescente, que es un efectivo de la fuerza provincial.

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