"Con un sopapo o un tiro en la pierna era suficiente. Pero cuando estaba tirado en el piso no nos dejaban acercarnos para ayudarlo", dijo Gabriela, la hermana de Jorge Emmanuel Cartagena (18),
"Estaba perdido en las drogas", le confiesa a Clarín. Consumía desde los 13 años y su familia nunca paró de "hablarle y hablarle" para que dejara "esa vida". "Fumaba todo el día y tomaba pastillas", lamentan. "Nunca quiso recibir ayuda ni internarse. Decía que iba a estar bien, como todo chico".
Este sábado, alrededor de las 18.30, junto a –al menos– cuatro cómplices "Pepón" habría intentado cometer un robo. La modalidad fue de las conocidas como "piraña" y el grupo de ladrones se abalanzó contra el Renault Captur del juez para "abrir las puertas", según la versión de las víctimas del asalto: Ernesto García Maañón (74), camarista de San Isidro, y su custodio, un policía de la bonaerense, el capitán Leonardo Nasif.
Siempre según la denuncia, los ladrones, armados, intentaron bajarlos del auto. García Maañón es vicepresidente de la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal de San Isidro, al que describen como "enigmático" y de "perfil bajo". Hace años practicaba tiroy este sábado participó de un torneo en el Tiro Federal de Quilmes.
De familia judicial, es el padre de Victoria García Maañón, jueza de Ejecución Penal de San Isidro y el tío del abogado Francisco García Maañón, que estuvo prófugo y declaró como imputado colaborador en la causa por corrupción que provocó la destitución -jury mediante- del fiscal Claudio Scapolán.
Ahora, quedó en la mira por haber sido víctima de un robo y defenderse a los tiros. La causa, que se dividió en dos, está en manos del fiscal Martín Conde. Una por homicidio y lesiones, en la que Conde no tomó ningún temperamento contra García Maañón ni su custodio al considerar que actuaron en legítima defensa.
Y otra por tentativa de robo, en manos de la fiscal María Julia Botasso, de la fiscalía N° 2 del Fuero Penal Juvenil de Quilmes.
Es que, además de Cartagena, otros dos ladrones resultaron heridos. Se trata de Nicolás Ezequiel Martínez (18) y "Cristian", de 16. Nicolás, conocido en el barrio como "Nikito" murió en el Hospital Iriarte de Quilmes, poco después del traslado.
El más chico está internado en grave estado. Según pudo saber Clarín una de las heridas le habría dañado la mandíbula y la médula por lo que creen que su cuerpo quedará completamente paralizado.
"Eran todos amigos del barrio, nacieron acá. Se criaron jugando a la pelota", dijeron sobre el grupo que asaltó al juez.
"Siempre estuviste y vas a estar en mi corazón hasta siempre hijo", publicó Alberto, el papá de Nicolás, en sus redes sociales. Las familias de los dos fallecidos recibieron insultos en sus redes sociales porque los jóvenes eran ladrones. Tenían antecedentes por robo en la Justicia Penal Juvenil.
Las denuncias
"Todo indica que se trató de un caso de legítima defensa", confirman en la fiscalía. Pero las familias de los ladrones asesinados plantean otra versión de los hechos.
Gabriela Cartagena le dice a Clarín: "Cuando yo fui estaban en el piso el chico que está internado y Nicolás Martínez. Mi hermano estaba en un pasillo, herido. Estos hombres empezaron a apuntarnos para que no nos acercáramos". Y denuncia: "Cuando me acerqué a ver a Nicolás para llevarlo al auto y trasladarlo al hospital el custodio del juez me apuntó a la cara y me dijo que no me acercara. Ahí fue cuando la gente empezó a tirar piedras y a gritar, para poder asistir a los chicos que estaban heridos, los querían dejar ahí tirados".
Después de esa reacción, García Maañón y Nasif escaparon de la escena para resguardarse.
El asalto y tiroteo habría sido grabado por las cámaras de seguridad y las imágenes corroborarían la versión del juez y su custodio. Ante la consulta de Clarín sobre esas amenazas que denuncia la familia de los ladrones, la fiscalía indicó que "se está investigando".
Al haber un Policía involucrado, los peritajes estuvieron a cargo de Prefectura Naval. De acuerdo a los peritajes balísticos, hay tres armas secuestradas: la pistola 9 milímetros Glock 19 del camarista, la Bersa Thunder Pro también 9 milímetros de su custodio y un pistolón Rexio que, según las fuentes, portaba uno de los asaltantes baleados
"El vehículo tiene varios daños porque fue apedreado por los vecinos del barrio. La luneta trasera está completamente destrozada. Tenemos que diferenciar qué daños fueron producto de las piedras, si recibió algún disparo desde el exterior o si son producto de los tiros que desde dentro del habitáculo comenzaron a hacer el magistrado y el policía en el momento del asalto", publicó Télam con información judicial.
MG
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