Tras el avance de Juntos, en el peronismo se ponen en alerta y ya empiezan a pensar en el día después

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debe esperar el resultado de la presidencial para conjeturar sobre qué sucederá en el peronismo.

Pero hay sectores del PJ, quizá con más décadas en el partido, quizá con más cuentas pendientes con el kirchnerismo, que ya empezaron a pensar en el día después, tanto para el caso de que Sergio Massa llegue a la Casa Rosada como que no lo logre.

Las recientes caídas electorales en las provincias de San Luis y, sobre todo, San Juan, pusieron al peronismo en estado de alarma.

Lula da Silva y Sergio Massa, en la Cumbre del Mercosur, este martes.
Lula da Silva y Sergio Massa, en la Cumbre del Mercosur, este martes.

Se avecina una pelea durísima en Santa Fe -en el pejota varios se atreven a dar ya la votación como perdida, aunque el comicio es en septiembre- y la elección de gobernador de Chaco.

Dirigentes que tienen trato con el gobernador Jorge Capitanich dicen que éste se muestra preocupado, que cree que es posible ganar la elección aunque más no sea por un pelito.

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En Chaco , donde también se elige gobernador en septiembre, empiezan a repetirse las marchas por la desaparición de Cecilia Strzyzowski.

A San Luis, San Juan y las eventuales Santa Fe y Chaco, se suman las incógnitas de qué ocurrirá en Chubut, Entre Ríos y Buenos Aires, y la pelea por la Casa Rosada, donde el candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, enfrenta un escenario con final demasiado incierto, sobre todo por la grave situación económica.


"En vía de extinción"

“Los peronistas somos animales en vía de extinción”, dice aún con ánimo de bromear un importante dirigente peronista que observa con preocupación las derrotas que sufrió el oficialismo y qué tiene serias dudas de que UxP consiga retener el poder en la presidencial.

En la misma línea, en una gobernación peronista completan: “Hay olor a que se puede avecinar un cambio”.

Frente a este escenario, empiezan los contactos entre algunos gobernadores y dirigentes de gremios de la CGT. Este jueves, por ejemplo, un cegetista recibirá en su gremio a un gobernador peronista que ya retuvo su provincia.

Esos sectores empiezan a hablar de “plan A” y de “plan B” para el día después de la elección presidencial.

El plan A es con Massa como presidente, el B es con Massa derrotado. Hay otro denominador común en ambos: buscar que el kirchnerismo se repliegue y sea una mínima expresión en el peronismo.

Si Massa ganase, suponen en esos sectores del peronismo no K, el kirchnerismo quedaría en una posición de repliegue. Hablan de “sin ruido” avanzar para poner el PJ en sintonía con lo que históricamente “pensó el peronismo”.

También de “desplazar sin quilombo al sector que en los últimos 15 años se quedó con el manejo del peronismo” y de “poner las cosas en su lugar”.

El plan “B” es con Massa derrotado pero con un rol destacado: consolidarlo como jefe de la oposición y, al igual que en el “A”, quitarle protagonismo al kirchnerismo en el peronismo.

“No van a dejar de existir, pero no permitir que conserven la acción de oro”, dicen en un sector del PJ que aún muestra su enojo por cómo el cristinismo se quedó con el casi total dominio de las listas. “Dos tercios de los candidatos por la Provincia son de ellos”, se queja.

Axel Kicillof llega este martes a una reunión con intendentes oficialistas, en La Plata. Foto Mauricio Nievas.
Axel Kicillof llega este martes a una reunión con intendentes oficialistas, en La Plata. Foto Mauricio Nievas.

Pero todo se trata de escenarios que surgen de supuestos que tienen demasiadas variables. ¿Qué pasará, por ejemplo, si Axel Kicillof gana en Buenos Aires? ¿No tendrá peso propio en el peronismo al ser el hombre que maneja la provincia más poderosa?¿Su eventual reelección sería un logro propio o de Cristina y Máximo Kirchner?

En un sector del kirchnerismo no alineado con La Cámpora interpretan que en caso de victoria, ésta sería de Kicillof. Lo sustentan en que el gobernador se resistió a que lo desplazaran para ser el candidato presidencial.

En su momento Kicillof argumentó que no aceptaba ser parte de una movida improvisada por la carencia de otro candidato, que no había recorrido el país -y sí, en cambio, la Provincia- como los postulantes de la oposición y que no había hablado del tema con los otros gobernadores peronistas. En definitiva, que era una jugada arriesgada.

En el sector que ya hablan de planes para el día después, se proponen sumar a Kicillof para que “sea parte de nuestra lógica”. Pero admiten que no será una tarea fácil. El gobernador siempre estuvo alineado con Cristina Kirchner.

Al menos entre intendentes del GBA, eso sí, observan que la idea de “reducir a su mínima expresión” a los K será imposible.

“Va a haber kirchnerismo por muchos años más. Ya tienen muchas bancas en el Congreso y sumarán en estas elecciones. Y algo más: si hay un gobierno de Juntos y se produce un ajuste, buena parte de los K va a crecer", pronostica.

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