Un joven de 27 años acababa de ver el recital de la banda en la que tocan unos amigos suyos, en un bar de Tanti, en Córdoba. Salió del local, se subió a
El episodio ocurrió el sábado a la noche, en el pueblo ubicado 40 kilómetros al oeste de Córdoba capital. El motivo de la agresión habría sido un ligero toque a un Volkswagen Polo. Otra hipótesis, sugerida en un principio por el padre del joven atacado, señala a una banda de delincuentes que habría querido robarle su Ford F-100.
La víctima alcanzó a dejar a un amigo en su casa. Pero estaba marcado. Los agresores -al menos dos personas viajaban en ese vehículo- lo siguieron y a la altura de un semáforo en la Ruta Provincial 28, en el ingreso a Tanti, le cruzaron su rodado para emboscarlo.
"Bajate, que te mato", lo increpó uno de ellos. Se acercó, intentó abrir una puerta de la camioneta y hubo un forcejeo. En ese momento, le disparó en la cara al joven de la camioneta.
Ensangrentado, el joven herido fingió su propia muerte para evitar el tiro de gracia. Se hizo el desvanecido sobre la derecha de la cabina y se quedó quieto. Al verlo en estado crítico, el agresor regresó a su auto y escapó.
Después de un minuto, cuando confirmó que los atacantes estaban abandonando el lugar, la víctima se sentó en la butaca de conductor y arrancó el motor. "Manejé 15 kilómetros con una mano en la cara y la otra en el volante", relató en diálogo con Cadena 3.
En el camino, logró comunicarse con Leonardo, su padre. Pero cuando entró a su casa en Santa Cruz del Lago, se desmayó. Lo trasladaron de urgencia al Hospital Domingo Funes, en Santa María de Punilla. El disparo le había ingresado por la nariz. Debieron operarlo para extraerle el proyectil. Se encuentra estable, fuera de peligro.
Del intento de robo al toque: las sospechas por el ataque en Tanti
En una primera instancia, el padre del joven herido señaló que su hijo había sido víctima de una banda de delincuentes.
"Le tiraron para matarlo, son unos asesinos", dijo el hombre a El Diario de Carlos Paz. Las declaraciones de los testigos apoyaban su hipótesis: que detrás del episodio hay un grupo delictivo dedicado al robo de vehículos y que, este sábado, el objetivo era la Ford F-100, pero que su hijo se resistió.
Sin embargo, de las declaraciones de la propia víctima (cuya identidad no se difundió) surge que la agresión ocurrió después de un altercado a la salida del bar al que había asistido.
"Cuando hice marcha atrás, mis amigos me dijeron que raspé el auto de quien después me disparó", le contó a Cadena 3. "En mi camioneta, yo ni lo sentí", completó.
La Policía sigue buscando a los delincuentes y al Volkswagen Polo que utilizaron esa noche.
DB
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