"Siesta a la española": ¿Una solución frente a la ola de calor que sofoca a Europa?

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Las temperaturas abrasadoras continúan sofocando el hemisferio norte. Pero se ha convertido en un fenómeno global, que parece haber llegado para quedarse y es parte del cambio climático. Europa, Asia y América

del Norte siguen padeciendo calor extremo este miércoles en varias regiones.

Desde California hasta China, las autoridades han advertido sobre los peligros para la salud de estas temperaturas, instando a la gente a beber agua, protegerse del sol y no salir si no es necesario.

El martes se batieron récords de temperatura en todo el mundo y se esperan más olas de calor estos días. La ONU ha llamado al mundo a prepararse para "olas de calor más intensas", instando a todos a preparar sus propios "planes de control" para hacer frente a estas temperaturas extremas de día y de noche.

Frente este escenario, las empresas europeas imaginan una salida para seguir trabajando. Imponer “la siesta a la española“ para sus empleados en estas temperaturas. Comenzar más temprano, dormir una larga siesta y terminar de trabajar más tarde, bajo temperaturas aceptables.

Con las olas de calor multiplicándose y haciéndose cada vez más intensas, trabajar durante las horas de más calor se está volviendo casi insoportable, especialmente para los que deben hacerlo al aire libre, como en vías de ferrocarril, cableados, o trabajos públicos en rutas.

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Para remediar esto, algunos países europeos planean seguir el ejemplo de España, famosa por su "siesta".

Un vendedor lleva botellas de agua mineral en una calle de Cagliari, en Cerdeña, en Italia. Foto: BLOOMBERG
Un vendedor lleva botellas de agua mineral en una calle de Cagliari, en Cerdeña, en Italia. Foto: BLOOMBERG

Calor y productividad: el debate en Alemania

“Los alemanes deberían emular la costumbre del sur de Europa de la siesta durante las frecuentes olas de calor”, dijo una asociación de funcionarios de salud pública.

El ministro de Salud alemán respondió favorablemente a la sugerencia el martes. Pero dijo que la decisión corresponde a las empresas y los empleados.

Aunque Alemania no ha sufrido las temperaturas que han abrasado el sur de Europa esta semana, en ocasiones durante este verano el termómetro ha superado los 30 grados y llegó a 38,8°C  en Baviera el sábado. Desde entonces, la temperatura ha cedido.

Con todo, las temperaturas estivales han sido suficientemente altas para que el titular de la asociación BVOeGD, que representa a los funcionarios de salud pública de todo el país, propusiera que el país reforme sus hábitos laborales durante las olas de calor.

un paraguas como sombrilla, en una calle de Nimes, en el sur de Francia, este miércoles. Foto: AFP
un paraguas como sombrilla, en una calle de Nimes, en el sur de Francia, este miércoles. Foto: AFP

“Cuando hace calor, deberíamos orientarnos hacia los métodos de trabajo de los países del sur. Despertarse temprano, trabajar productivamente durante la mañana y hacer siesta al mediodía es un concepto que deberíamos adoptar durante los meses de verano”, dijo Johannes Niessen al grupo de prensa RND, en declaraciones publicadas el martes.

“La gente no es tan eficiente en el calor fuerte como en otros momentos”, añadió. “Además, dormir mal por falta de refrigeración durante la noche causa problemas de concentración”.

Alemania no tiene la costumbre del largo descanso por la tarde que es común en España.

El ministro de Salud, Karl Lauterbach, tuiteó que “la siesta durante el calor no es, por cierto, una mala idea”. Pero añadió que el gobierno no intervendrá en esa discusión.

Un cartel indica que la temperatura llegó a 45 grados este miércoles en Cagliari, Cerdeña, en Italia. Foto: BLOOMBERG
Un cartel indica que la temperatura llegó a 45 grados este miércoles en Cagliari, Cerdeña, en Italia. Foto: BLOOMBERG

“Los empleadores y los empleados deberían negociarlo por su cuenta”, escribió. “Ciertamente, es sensato desde el punto de vista médico en muchas profesiones”.

Discusión en Francia

En Francia también se discute. En el diario Le Monde, los periodistas tienen un gimnasio soft para relajarse, que utilizan para una siesta ligera.

Si alguna vez ha estado en España, probablemente se haya dado cuenta de que los trabajadores de oficina tienen días un poco diferentes a los del resto del mundo. Su jornada laboral, que generalmente comienza alrededor de las 9, se intercala con un largo descanso de varias horas para almorzar, antes de regresar al trabajo al final de la tarde.

Un descanso ideal para la siesta en las horas más calurosas del día. Pero si este modelo ha forjado la reputación de España durante años, hoy en día es cada vez más denigrado. Algunos argumentan que no es económicamente viable para el país, mientras que otros apuntan a un desequilibrio entre la vida profesional y la privada.

Sin embargo, debido al calentamiento global, varios países europeos planean seguir el modelo español. El resto de Europa también quiere su "siesta".

Los sindicatos, a favor

En Bélgica y Alemania, varios sindicatos de trabajadores abogan por una extensión de la duración de la pausa para el almuerzo, especialmente para los trabajadores al aire libre, que son más sensibles a las olas de calor.

"La razón por la que la mayoría de la gente trabaja al aire libre cuando hace calor es que es un trabajo que hay que hacer. Pero no tiene que hacerse exactamente cuando hace más calor", explicó Claes-Mikael Stahl, secretario general adjunto de la ONG Sindicato Europeo de Bruselas, que defiende la fijación de una temperatura máxima de trabajo.

Según Lars Nybo, profesor de fisiología humana en la Universidad de Copenhague (Dinamarca), este descanso prolongado tendría varios beneficios, como reducir el estrés de los empleados debido al calor, pero también aumentar la productividad.

Por otro lado, recomienda a cambio comenzar la jornada laboral dos o tres horas antes. Una solución que bien podría ver la luz si las temperaturas siguen subiendo.

Una ambulancia frente al Foro, en Roma, como prevención ante las temperaturas extremas. Foto: AP
Una ambulancia frente al Foro, en Roma, como prevención ante las temperaturas extremas. Foto: AP

Europa al rojo vivo


El mapa de la meteorología en el sur de Europa se mantiene siniestramente al rojo vivo, con temperaturas que llegan a los 40 grados este miércoles y se atreven a 50 grados en Sicilia y Cerdeña.

Junio ha sido el mes más caliente de la historia en 120.000 años. Pero lo peor para los meteorólogos es que es una “muy peligrosa duración del calor”, acompañada por incendios, inundaciones y altísimas temperaturas a lo largo del globo.

En el sur de Francia, los récords se batieron principalmente en altitud en los Alpes (este), los Pirineos (oeste) y la isla de Córcega, anunciaron los servicios meteorológicos. La gente anula las vacaciones en Córcega por la temperatura.

Estos récords son de 8 a 11,9 grados por encima de lo normal para la temporada. Météo France ha levantado la alerta naranja por ola de calor en los Pirineos Orientales y en Andorra. Pero sigue vigente en los Alpes Marítimos, Var, Hérault, Alpes-de-Haute-Provence, Vaucluse, Gard y Córcega.

Italia, un horno


En Italia, 20 ciudades están en alerta roja. En Roma, el termómetro alcanzó los 40 grados, justo por debajo del récord local de 40 grados establecido en agosto de 2007. Eso no ha disuadido a los turistas de la Ciudad Eterna, donde 2.500 fuentes de agua potable y fresca.

A primera hora de la tarde del martes, la temperatura más alta registrada en Italia, que ostenta el récord de calor de Europa continental, con 48,8°C medidos en Sicilia el 11 de agosto de 2021, fue de 44°C en Ragusa, en esta misma región.

Las autoridades tuvieron que tomar medidas especiales de precaución para proteger a jóvenes y mayores del horno. "No hacemos que los niños hagan deporte y alternamos, tres días en el mar, tres días en el bosque", explica a la AFP Morgana Cucca, directora de un centro en Lanusei, en Cerdeña.

Con Cerberus, el fenómeno de ola de calor que actualmente afecta globalmente, el mundo ha entrado en áreas desconocidas. A ello contribuye la corriente de El Niño, que sube aun mas el barómetro.

Un bombero y un habitante observan el fuego en un bosque en Nea Peramos, al oeste de Atenas, este miércoles. Foto: AFP
Un bombero y un habitante observan el fuego en un bosque en Nea Peramos, al oeste de Atenas, este miércoles. Foto: AFP

En Grecia, los bomberos seguían luchando contra varios incendios forestales, por las altas temperaturas y la sequía.

Cuando más se caliente la tierra, más peligrosas e inesperadas pueden ser sus consecuencias. Pérdidas de vidas, refugiados climáticos masivos, pérdida de cosechas, extremos precios de los alimentos son parte de la nueva realidad. Algo peor llegará.

Europa se está calentando más rápidamente que otros continentes. Pero las políticas no van a su misma velocidad.

París, corresponsal

CB

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