Los crímenes de Gilgo Beach: la doble vida del arquitecto de la Quinta Avenida de NY acusado de ser un asesino serial

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Una playa desierta que podría ser el lugar ideal para relajarse. La brisa que trae el movimiento de las olas. El olor a mar. La calma como protagonista. Pero los arbustos que

separan la arena de la ruta escondían los restos de los cuerpos de varias mujeres: las "cuatro de Gilgo".

El 11 y 13 de diciembre de 2010, la policía encontró los restos en Gilgo Beach, a 80 kilómetros al este de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos. Pero no fueron los únicos. Había en total nueve cadáveres de mujeres, un hombre y un niño. 

Sin embargo, cuatro cuerpos reunieron demasiadas similitudes. Maureen Brainard-Barnes (25), Melissa Barthelemy (24), Megan Waterman (22) y Amber Lynn Costello (27) fueron las víctimas. 

Las cuatro eran de contextura pequeña y venían de afuera de la ciudad para ejercer la prostitución. Sus cuerpos estaban enterrados en lugares y de formas parecidas, envueltos en un material tipo arpillera. Estaban atados, con cinturones o cinta adhesiva.

Ya la costa sur de Long Island era conocida por misteriosos crímenes que se cometieron a finales de los '80 y principios de los '90. Pero nadie daba con los culpables de los "cuatro de Gilgo". Pasaron más de 12 años desde que los restos de las cuatro jóvenes fueron hallados y se detuvo a un sospechoso. El caso inspiró la película de Netflix “Lost Girls” (Chicas Perdidas), de 2020.

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El jueves 13 de julio pasado, la policía detuvo a un hombre sospechado de ser un asesino serial con una doble vida. Se escondió este tiempo detrás de trajes costosos, una empresa exitosa y su familia tipo.

Rex Heuermann, el reconocido arquitecto detenido sospechado de ser el autor de los crímenes de las "cuatro de Gilgo".
Rex Heuermann, el reconocido arquitecto detenido sospechado de ser el autor de los crímenes de las "cuatro de Gilgo".

Rex Heuermann (59) fue acusado de haber asesinado a Barthelemy en 2009, y a Waterman y Costello en 2010. También es el principal sospechoso de la desaparición y muerte en 2007 de Brainard-Barnes.

Cumple prisión preventiva y no tiene la posibilidad de irse a su casa pagando una fianza. Ante las acusaciones se declaró inocente. Recién el próximo 1 de agosto tendrá su primera cita en los tribunales. 

El arquitecto es dueño de la firma de consultoría y arquitectura RH Consultants & Associates desde 1994. La oficina está ubicada en la Quinta Avenida, en pleno Manhattan. Esa arteria, en el corazón de Nueva York, está plagada por departamentos de lujo y mansiones históricas. 

Oficiales frente a la casa del sospechoso en Long Island. Foto Reuters
Oficiales frente a la casa del sospechoso en Long Island. Foto Reuters

En 2022, Heuermann fue entrevistado para el canal de YouTube “Bonjour Realty”. Contó sobre su carrera en la arquitectura. Comenzó a trabajar en Manhattan en 1987. Pero nació y creció en Long Island, en el sur del Estado de Nueva York. Allí vivía –hasta que fue detenido– con su esposa Asa Ellerup, hija e hijastro. Estaba casado desde 1996 y la mujer pidió el divorcio tras su detención.

Su casa de madera pintada de rojo y verde se ubica en Massapequa Park. Un lugar muy distante a su oficina de la Quinta Avenida. Es difícil imaginar que el reconocido arquitecto viva en esa modesta propiedad que cuenta con un jardín y una huerta. Solo 27 minutos en auto separan su casa de la playa Gilgo donde encontraron los cadáveres.

Peritos forenses trabajan en la casa de Heuermann en Long Island después de su detención. Foto AP
Peritos forenses trabajan en la casa de Heuermann en Long Island después de su detención. Foto AP

Y aunque Heuermann vivió siempre en el mismo lugar, sus vecinos conocían poco y nada de él y su familia. En su casa hubo un hallazgo sorprendente. Casi 300 armas y varios equipos de vídeo escondidos dentro de una bóveda tapiada ubicada en el sótano de la vivienda fueron descubiertos por la policía esta semana. Además, el retrato de una mujer con la cara lastimada.

Los investigadores creen que el arquitecto cometió los asesinatos en su casa mientras su familia no estaba en la ciudad.

¿Pero por qué a más de una década de los femicidios fue detenido? Por primera vez, Heuermann fue identificado como posible sospechoso a principios de 2022. Luego de que se armara un grupo de trabajo de varias agencias para examinar casos sin resolver que involucraban casi una docena de restos humanos encontrados a lo largo de la costa sur de Long Island entre 2010 y 2011, incluido el caso de las "cuatro de Gilgo".

Rex Heuermann tenía una doble vida: arquitecto de la Quinta Avenida de NY y una modesta casa en Long Island a la que llevaba prostitutas, según los investigadores.
Rex Heuermann tenía una doble vida: arquitecto de la Quinta Avenida de NY y una modesta casa en Long Island a la que llevaba prostitutas, según los investigadores.

Es que durante muchos años el misterio que rodeaba sus muertes importaba más que la duda sobre quiénes eran las víctimas. La forma en que se ganaban la vida antes de ser asesinadas hizo que no hubiese gran preocupación en resolver los crímenes. 

La Policía ni siquiera las buscaba. Encontraron sus cuerpos durante la búsqueda de los restos de otra mujer, Shannan Gilbert (23). Había desaparecido en 2010 durante una cita como escort en Oak Beach, a casi cinco kilómetros de donde estaban los cuerpos de las "cuatro de Gilgo". Los restos de Gilbert aparecieron después del hallazgo de diez cuerpos en la zona.

Una de las fotos que se usaron para la búsqueda de Shannan Gilbert, desaparecida en 2010. Foto AP
Una de las fotos que se usaron para la búsqueda de Shannan Gilbert, desaparecida en 2010. Foto AP

Cómo llegaron hasta Heuermann

Durante más de diez años no hubo rastros del sospechoso. Sin embargo, el equipo especial encontró pistas claves que condujeron hasta Heuermann. Los registros de celulares, las facturas de las tarjetas de crédito, pelos en los restos de las víctimas que eran de otra persona y una descripción del asesino y su auto fueron las pruebas que lo terminaron llevando a la cárcel.

También la policía encontró ADN del sospechoso en un porción de pizza que había tirado en la Quinta Avenida. La comida tenía restos del mismo ADN encontrado en el saco en el que el cadáver de una de las mujeres asesinadas había sido transportado antes de ser abandonado.

Los investigadores de los crímenes de Gilgo Beach encontraron en la casa de Heuermann un arsenal y videos ocultos en un sótano. Foto Reuters
Los investigadores de los crímenes de Gilgo Beach encontraron en la casa de Heuermann un arsenal y videos ocultos en un sótano. Foto Reuters

"Sabía que era un demonio". Eso dijo el proxeneta de una de las víctimas sobre Heuermann. Fue la persona que identificó el auto Chevrolet Avalanche verde del sospechoso.

Las pruebas se acumulan. En su computadora había un historial en Internet que incluía 200 búsquedas destinadas a conocer el estado de la investigación de las "cuatro de Gilgo". Buscaba fotos de las víctimas y sus familiares.

También consumía pornografía de tortura y representaciones de mujeres abusadas, violadas y asesinadas. Hasta su detención la semana pasada, vivía una doble vida. Mientras era un respetado arquitecto en Manhattan y padre de familia, usaba teléfonos descartables y correos electrónicos anónimos para contratar prostitutas.

Los investigadores sostienen que el hombre tenía un nuevo celular desechable antes de cada asesinato. Desde allí llamaba a las mujeres, según la hipótesis de la investigación. Y fue más allá de eso. 

Los detectives llegaron a Heuermann por los registros de celulares, la descripción del sospechoso y su auto y pelos en los restos de las víctimas ajenos a ellas. Foto Reuters
Los detectives llegaron a Heuermann por los registros de celulares, la descripción del sospechoso y su auto y pelos en los restos de las víctimas ajenos a ellas. Foto Reuters

En julio y agosto de 2009, el teléfono de Barthelemy –una de las víctimas– fue usado por un hombre para hacer llamadas burlonas a la familia de la joven. La persona que llamó le dijo a la madre de la chica que él había matado a su hija.

Otra de las pistas fundamentales fue el pelo de la esposa de Heuermann encontrado cerca de las tres víctimas. Los investigadores creen que el sospechoso tenía en su ropa pelo de su esposa y se cayó sobre ellas.

Tras las rejas

"¿Está en las noticias?", preguntó Heuermann luego de su arresto. Desde entonces estuvo bajo vigilancia suicida en el Centro Correccional del Condado de Suffolk. Las altas medidas de seguridad y un fuerte control del detenido fueron medidas decididas tras una evaluación realizada por el personal médico del condado.

Al arquitecto se le permite hacer dos llamadas telefónicas al día, pero no se sabe si contactó a su familia. Está tranquilo, pese a las graves acusaciones. 

Rex Heuermann detenido por los crímenes de las "cuatro de Gilgo".
Rex Heuermann detenido por los crímenes de las "cuatro de Gilgo".

Después de que lo arrestaron, los miembros de la unidad de trata de personas de la cárcel fueron autorizados a mostrar su foto a los presos para ver si alguno de ellos tuvo contacto con él. También se están acercando a las víctimas del tráfico sexual que no están bajo custodia.

Mientras tanto los investigadores hablan con prostitutas en la cárcel del condado de Suffolk, en busca de cualquier otra persona que haya interactuado con Heuermann en el pasado.

Conmoción en el barrio del arquitecto el día de su detención por los crímenes de "Gilgo Beach". Foto AP
Conmoción en el barrio del arquitecto el día de su detención por los crímenes de "Gilgo Beach". Foto AP

Al revisar sus registros telefónicos, la Policía se dio cuenta que dos trabajadoras sexuales que cumplían condena en la cárcel habían sido contactadas por él. Las entrevistaron y aportaron los audios.

El caso trasciende las ciudades. Como Heuermann tenía un tiempo compartido en Las Vegas, la Policía busca posibles conexiones con crímenes sin resolver que sucedieron en esa ciudad del Estado de Nevada.

MG

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